Política Inconfesable; Alejandro, va…


Rodrigo Villar

Por qué habrá sido que en los dos meses que se extendió el proceso electoral, los bunkers del PAN y del PRD (esa alianza antinatural y perversa de políticos inmorales de ambos partidos) no se atrevieron a dar a conocer el resultado de las encuestas a modo que ellos pagaron con recursos públicos.

La respuesta, en este caso, resulta obvia: porque esos dos partidos, auspiciados por el gobernador Gabino Cue Monteagudo, por el mentor de éste Diódoro Carrasco Altamirano, por el enfermo y decadente Jorge Castillo Díaz, en ningún momento se colocaron por encima de las preferencias electorales,  permanecieron a la sombra del candidato del PRI, Alejandro Murat Hinojosa.

No se expusieron al fracaso a pesar de que tenían en sus manos todos los recursos habidos y por haber, y la estructura electoral a sus pies.

La candidatura de José Antonio Estefan Garfías, el empleado de Diódoro Carrasco y de Gabino Cue, nació muerta. Sólo sería posible revivirla con todo el dinero del mundo, y con la capacidad intelectual suficiente para convencer a los oaxaqueños de que el futuro que les depararía con él sería absolutamente distinto al de las trapacerías, raterías, humillaciones que les infringieron los señores Carrasco y Cue.

Y créame, señor lector eso sería imposible porque en los genes de esa casta que ha gobernador, de la peor forma nuestro estado, no existe un resquicio de humildad y aceptación de que se han equivocado, y mucho menos serían capaces de pedir perdón al pueblo por el daño que la han provocado con su desmedida ambición.

INCONFESABLE  JOSE ZORRILLA

Por eso, hoy me encuentro de plácemes. Porque al momento de escribir estas líneas la derrota de esta runfla de ladrones inconscientes es inobjetable.  La tendencia electoral se marcó desde las primeras dos horas de iniciados los comicios.

A las nueve de la mañana los habitantes del estado salieron a las calles en busca de sus respectivas casillas para emitir sus votos. En un recorrido puede observar, lo que en pocas ocasiones he visto durante décadas, familias enteras en absoluta tranquilidad. Se formaron y decidieron.

Desde el inicio de la contienda se perfiló el triunfo del joven Alejandro Murat Hinojosa, acompañado de su esposa, Ivette Moran –presidenta de la Fundación AMO- y sus cuatro hijos, quienes en prole estaban junto a su marido y padre, en uno de los eventos familiares, y políticos más importantes del estado.

La suerte ya estaba echada. A pesar de que Alejandro Murat no era el candidato de la casta maldita de Gabino Cue Monteagudo, su presencia en la agencia municipal Guadalupe Victoria, atrajo una cantidad inusitada de periodistas locales y nacionales.

inconfesable gabino

Llegaron hasta ahí porque la presencia de Alejandro Murat –hombre preparado, con proyecto de estado- atrajo el interés periodístico. Seguro fue así, porque dada la experiencia de los reporteros nacionales y locales les indicó desde entonces que el candidato del PRI, ya se ubicaba por delante en la contienda.

Y efectivamente así fue, desde entonces Alejandro Murat, el joven político por quién nos pronunciamos desde este espacio –antes de la contienda electoral- se vislumbró ganador.

El triunfo de este político que tantas expectativas ha generado en la sociedad se tejió en las entrañas del descontento, de la decepción y de la pobreza que el gobierno de Gabino Cue Monteagudo dejó regados sobre el pueblo oaxaqueño.

Sus propuestas pegaron, sus proyectos son viables, su compromiso –por lo que hemos leído y observado- es serio. Pero sobre todo tiene la mística de trabajar al lado de la sociedad, y de hacerla participe en las decisiones que tomará como gobernante.

No voy a festinar desde este espacio. Sólo puedo sumarme al gusto de que culmina una etapa de doce años de expolio. Doce años en los que Ulises Ruiz Ortiz y Gabino Cue Monteagudo, junto a sus rapaces cómplices, dígase: Héctor Pablo Ramírez Puga Leyva, Bulmaro Rito Salinas, Emilio Mendoza Kaplan, Miguel Ángel Ortega Habib, Beatriz Rodríguez “La titis”, Raúl Castellanos, Jorge Franco y el propio José Antonio Estefan Garfias.

José Zorrilla, German Tenorio, Netzahulacoyotl Salvatierra, Alberto Vargas, Alberto Esteva Salinas, Francisco Martínez Neri, Salvador Monroy, Gerardo Cajiga, Enrique Arnaud, Jorge Castillo Díaz alias el coco, Juan José Álvarez Candiani, Sergio Pimentel Coello, Manuel Antonio Iturribarria, Moisés Robles, Salomón Jara, todos ellos culpables de la pobreza en Oaxaca.

Ahora, que ganó Alejandro Murat Hinojosa, los oaxaqueños esperamos que nuestro estado tenga un horizonte de crecimiento y desarrollo del que todos se beneficien.

INCONFESABLE JOSE ANTONIO