Política confesable


Heliodoro Díaz Jr.

Otorgarán 120 mil pesos para viviendas.

Inicia censo para reconstrucción de casas.

El “Yoyo” o cómo cuidarse de él y su hijo.

Tomás Ezequiel Toledo

Cuando han transcurrido poco más de tres semanas del terremoto que destruyó 13 mil 665 viviendas, de las 64 mil 728 afectadas por ese fenómeno, finalmente hay dos noticias concretas: el censo ha comenzado y el gobierno federal definió los montos que cada familia recibirá para comenzar a rehacer su patrimonio.

Tal vez sea un aliciente para quienes lo perdieron todo, y que sin embargo aún sufren los estragos de los movimientos de la tierra. Una hora sí y otra también se suceden las réplicas del sismo y el miedo y la desesperación parecen no tener fin.

La ayuda nacional e internacional ha sido de tal magnitud que al menos se ha cubierto lo indispensable para sobre llevar la vida en estos momentos, pero ya urge que comience la reconstrucción.

El viernes, el presidente Enrique Peña Nieto, que ha calculado los daños iniciales en 38 mil millones de pesos, dijo que con recursos del Fondo de Desastres Naturales se entregarán hasta 120 mil pesos por familia.

Hasta el momento ha ganado la postura -no podría ser de otra forma- de la población que quiere volver a erigir sus casas según sus tradiciones, y es de esperar que así sea. Cada quien la debe construir a su gusto.

Aquel fondo, que comenzó a operar desde las últimas dos décadas del siglo pasado, como un mecanismo gubernamental para atender todo tipo de desastres provocados por la naturaleza, permitirá entregar también 30 mil pesos a quienes tienen pérdida parcial de sus casas.

Esto es, ruptura de cimientos, grietas e pisos y muros e inclusive pérdida parcial de muros o techos, mientras que para reparaciones menores el monto será de 5 mil 500 pesos.

El gobernador Alejandro Murat Hinojosa, dijo el jueves, en gira por Huajuapan de León, que ese mismo día arrancaba el censo.

Poco después de la tragedia se comenzó con el levantamiento calle por calle, principalmente en el Istmo, de las viviendas y el tipo de daños provocados por el terremoto y el gobierno federal explicó que se distribuirán tarjetas para  la entrega de los recursos.

Tanto el sismo del 7 como el del 19 de septiembre han dejado daños en 150 mil viviendas y 537 escuelas en seis estados: Chiapas -donde también llegan los tremores desde su propia costa e incluso hasta Tabasco-, Oaxaca, Puebla, Morelos, Guerrero y el estado de México.

Alejandro Murat Hinojosa

DINERO PARA LA RECONSTRUCCIÓN

Según el presidente Peña Nieto, sólo para Chiapas y Oaxaca se entregarán 6 mil 500 millones de pesos en las tarjetas, con las que cada familia podrá acudir a los cajeros automáticos a retirar los fondos y emprender la construcción de sus casas.

Tan sólo en Oaxaca, además de las viviendas que terminaron en ruinas, otras 19 mil 416 fueron clasificadas con daños parciales no habitables, y otras 31 mil 647 con daños parciales.

El retorno a la normalidad depende esencialmente de que las personas vean recuperar su patrimonio, en su mayoría construido desde tres generaciones atrás, e incluso en la posibilidad de que las personas puedan recuperar la posibilidad de acudir a sus templos, verdaderas joyas arquitectónicas que también sufrieron daños severos.

Murat Hinojosa, ha expresado a los oaxaqueños que «no están solos en esta tragedia» y la mayoría de los funcionarios del gobierno también ha tenido que meterse a la brecha y al lodo, porque las tareas de reconstrucción y de ayuda a la población no se hacen solas.

Heliodoro Díaz Escárraga

LLUVIAS QUE NO TERMINAN

Ahora bien, como se decía, la reconstrucción urge. Sobre todo porque -si no llueve, nos llovizna- la temporada de lluvias no termina y este fin de semana, por ejemplo, 22 estados serán afectados por severas tormentas, y claro Oaxaca es uno de éstos.

Las familias han sido muy pacientes, debido en parte a que el gobierno del estado -a diferencia, por ejemplo del de la Ciudad de México, que es ajeno a la desgracia-, se ha mantenido pendiente, pero sobre todo porque la sociedad es muy generosa desde su propio dolor.

Hay, además, en este contexto, un hecho que contrasta sobre manera: la designación, luego del terremoto, de Heliodoro Díaz, “El Yoyo”, como titular de protección civil.

Su papel en ese cargo no resultaría tan chocante si no se conociera el pasado inmediato de este personaje: su renuncia a dos cargos federales en lo que va del sexenio federal, primero por el Porsche amarillo, y luego por el Jeep incrustado en un taller allá por la terminal del ADO.

Las dos veces, por el junior.

¿Ahora qué vamos a esperar? No queda más que rezar. ¡Ay, nanita!

Aparatoso accidente