Política confesable


Irresponsabilidad de Hernández Fraguas propició esto

Río Atoyac, gran basurero de Hernández Fraguas

Patrimonio de la Humanidad, al borde de contingencia sanitaria

Tomás Ezequiel Toledo

En diciembre próximo, la ciudad de Oaxaca cumplirá 30 años de haber sido declarada por la Organización de Naciones Unidas para la Ciencia  la Cultura patrimonio cultural de la humanidad, pero la errática administración de José Antonio Hernández Fraguas, tiene a la capital del estado en la antesala de una crisis sanitaria.

Ese personaje siniestro permitió que más de 8 mil toneladas de basura se acumularan en la rivera del Atoyac, que de por sí ha llegado a un grado de alta contaminación, durante los días en que fue cerrado el depósito municipal de Zaachila, debido a que el alcalde seguía cobrando a las alcaldías conurbadas por el manejo de los desechos, pero él simplemente no pagaba.

Como se sabe, el conflicto se solucionó hace dos semanas por la intervención directa del gobernador Alejandro Murat, en medio del griterío de la comunidad zaachileña, que reclamaba con justa razón el trato despótico del alcalde de la capital.

A pesar de haberse reabierto el depósito, los desperdicios continuaron acumulándose a la vera del Atoyac, lo que obligó a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) a dar un ultimátum al edil priísta, de atender la emergencia, o se le aplicaría una multa de 3 millones 750 mil pesos.

Hernández Fraguas y el cabildo aprobaron una medida de recolección la madrugada del jueves, que continuaba el viernes y el sábado, debido a lo abundante de las montañas de basura.

Es tal el riesgo de una emergencia sanitaria, que incluso debió entrar equipo enviado por el gobierno federal, y de transportistas de la Confederación de Trabajadores de México, que usualmente son utilizados para otros fines menos nobles.

Ladino como es, Hernández Fraguas atribuyó el problema a que las personas continúan arrojando sus desperdicios en la zona, cuando evidentemente se trata de un hecho que se le salió de control, y que él no soluciona todavía.

Supuestamente la atención centrada en la limpieza del Atoyac no ha derivado en el descuido de la recolección en las colinas y 13 agencias municipales de la ciudad, pero esto no es así, además de que las festividades de julio incrementan el volumen de desechos de visitantes nacionales y extranjeros.

La situación se agrava por la época de lluvias: el agua que pasó por la basura llegó al cauce y éste se llevó todo tipo de sustancias, arrastradas hacia otras comunidades, que ahora verán contaminadas sus tierras y el subsuelo.

José Antonio Hernández Fraguas
José Antonio Hernández Fraguas

No es, entonces, un tema menor y que se reduzca sólo a la recolección. Es además un delito ecológico, alimentado por la avaricia de un personaje como Hernández Fraguas, que además el viernes se atrevió a pedir “comprensión” de la ciudadanía si sus bolsas no son recogidas a tiempo por el camión, debido a que –dijo- el tiradero abre ahora sólo de siete de la mañana a las seis de la tarde.

Hay, en efecto, una alta responsabilidad de los ciudadanos en no separar sus desperdicios, no esperar a que pase el recolector para recogerlos: lo más fácil es ir a tirarlos lejos, mantener el hedor fuera de las casas, pero con la inconsciencia de que llevarlos al río sólo contamina más un afluente que ya se ha perdido.

Para atender una crisis que Hernández Fraguas no quiso atender en su momento, han entrado funcionarios y trabajadores de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, las secretarías de Medio Ambiente y Energías de Oaxaca, de las Infraestructuras y Caminos y Aeropistas de Oaxaca.

El estudio de impacto ambiental que ya se ha iniciado debe darse a conocer pronto, para que el gobierno del estado requiera la necesaria ayuda que permita atenuar, al menos, la tragedia.

Por lo pronto, el riesgo no se elimina con el traslado de la basura del río al depósito municipal. Las lluvias seguirán arrastrando los contaminantes, pero el hedor seguirá a Hernández Fraguas, el principal responsable del desastre. Además, es obligación del Congreso del estado investigarlo. El daño no puede quedar impune.

Riberas del Atoyac, enorme muladar ordenado por el edil de Oaxaca de Juárez
Riberas del Atoyac, enorme muladar ordenado por el edil de Oaxaca de Juárez