Política confesable


Gabino Cué y Ulises Ruiz

El Doctor Muerte, por fin en prisión

 Su herencia: faltante de 30 mil millones

El crimen, contra la salud de los oaxaqueños

Tomás Ezequiel Toledo

Como huésped distinguido del penal de Ixcotel, Germán Tenorio Vasconcelos, conocido como el Doctor Muerte, se dice inocente de los cargos que la Fiscalía del estado le imputa cuando, para desgracia de los oaxaqueños, Gabino Cué lo dejó al frente de los Servicios de Salud del estado.

En su declaración ministerial no sólo se denota el cinismo que lo caracteriza, sino que en efecto la impunidad de la que gozó desde de que dejó el cargo le había permitido gastar la fortuna que se robó, a costa de la salud de niños, jóvenes, madres, adultos y adultos mayores.

Tan se cree inocente, que el Doctor Muerte pasaba los días en un destino de Guadalajara, hasta que -en este caso sí- el brazo largo de la justicia lo sacó de su placentero sueño y lo expuso a la realidad.

Porque, como se ve de las fotografías que se le tomaron, después de pasar al  piano para registrar sus huellas dactilares, al doctor los agentes lo pillaron todavía en la cama: su imagen es de un vetusto hombre en playera y calzoncillos, todavía con la sorpresa de verse sacado de la tersura de sus sábanas, al frío de las esposas.

Tenorio Vasconcelos, quien  fue detenido a partir de 11 denuncias por abuso de autoridad, es uno de los eslabones de la larga cadena de corrupción que creó Gabino Cué Monteagudo para asaltar las arcas públicas, volverse millonario y convertir en nuevos ricos a sus socios, en particular al personaje siniestro conocido como El Coco Castillo.

Otro de los beneficiados del asalto a la tesorería de Oaxaca es el actual diputado federal por el PRD, José Antonio Estefan Garfias.

Tanto El Coco Castillo como Estefan Garfias habrían sacado del país millones de dólares para depositarlos en bancos de Texas, así que la detención de el Doctor Muerte es, como se dice, apenas la punta de la madeja.

Falta, y esperamos que se concrete pronto, la aprehensión del jefe de la banda: Gabino Cué Monteagudo.

José Antonio Estefan Garfias
José Antonio Estefan Garfias

Hay que recordar cómo, mientras Tenorio Vasconcelos se compraba su propio jet -que tenía guardado en Puebla, gracias a las complicidades en el vecino estado, donde operaba el tutor de Cué, Diódoro Carrasco Altamirano-, los Servicios de Salud de Oaxaca carecían de lo mínimo para atender a los pacientes.

Mientras escaseaban medicinas -adquiridas, las que había a sobre precios de hasta 400 por ciento a empresas vinculadas a los Gutiérrez Candiani- y el personal médico, los profesionales de la salud dejaron de atender a las personas y también iniciaron un paro.

El caso más representativo de la crisis que procreó Tenorio Vasconcelos es del de la mazateca, que 4 de octubre 2013 dio a luz a su bebé en el pasto del centro de salud del municipio de San Felipe Jalapa de Díaz, porque el personal médico le negó el servicio.

Después de ella, otras madres tuvieron a sus hijos en condiciones similares, ante la falta de personal y de camas, en lo que se convirtió en hechos de violencia obstétrica, que Gabino no resolvió como jefe del Doctor Muerte. Simplemente volteó la vista a otro lado. Su interés real era el saqueo del dinero del estado.

Pues bien, Germán Tenorio por fin se encontró hace unos días ante la rejilla de prácticas del juzgado segundo de lo penal en la penitenciaría de Santa María Ixcotel, y ahí -vaya desvergüenza- negó que durante su encargo hubiese cometido un daño al presupuesto de salud.

Tan sólo la Auditoría Superior de la Federación documentó irregularidades por 10 mil millones de pesos en el paso de Tenorio por los Servicios de Salud, además de otros 14 mil millones en deudas.

El ejemplo más nítido de cómo actuó Tenorio Vasconcelos para robar el dinero destinado a aliviar el sufrimiento de las personas fue la falsificación de facturas para simular la compra de un equipo integral de radioterapia con acelerador lineal, por el que supuestamente se pagaron 118 millones 860 mil pesos.

Ese equipo, sin embargo, nunca llegó a Oaxaca.

German Tenorio V
German Tenorio V

No sólo tenía motocicletas de lujo, el Doctor Muerte se fue a lo grande y se compró su avión, una nave que costó -según los datos disponibles- más de 235 mil dólares.

Todo, bajo las narices y la vista gorda que hizo Gabino, su jefe, mientras los oaxaqueños veían agravadas sus enfermedades, potenciadas sus dolencias y sin la posibilidad de poder reclamar a nadie.

En cuanto al trabajo de Germán Tenorio al frente de los Servicios de Salud de Oaxaca, dijo lo que se ve no se juzga, y recordó que su gestión estuvo plagada de protestas por falta de insumos en hospitales, clínicas y casas de salud, así que es fácil ver si su trabajo fue malo o no.

No sólo debía ser acusado por la fiscalía del ejercicio indebido del servicio público, sino también por crímenes de lesa humanidad: es necesario cuantificar los efectos en la salud de los oaxaqueños por la falta de atención médica oportuna.

El viernes, como se sabe, el juez segundo de lo penal dictó auto de formal prisión en su contra y la fiscalía ejecutó ayer órdenes de aprehensión contra seis contratistas utilizados por Tenorio para maquinar un fraude con dos mil 500 baños ecológicos en comunidades de alta marginación.

Esos servicios sanitarios, como se sabe, formaron parte de uno de los programas de gobierno de Gabino Cué que se pagaron, pero no se realizaron.

Ahora compartirán celda con Tenorio, Ángel Martínez Carreño, Silvia Alicia Ramírez, Ceiba López Méndez, Jaime Taboada Cruz, Jackson Méndez Ramírez e Isaac Abraham Flores.

A lo que se ve, el ex gobernador y sus cómplices no tenían llenadera. Ya se empezó con la primera hebra y al final de ésta sólo hay un nombre: Gabino Cué Monteagudo.

¿Ya le tienen reservada su suite en Ixcotel? ¿O en Tanivet?

Gerardo Gutiérrez Candiani
Gerardo Gutiérrez Candiani