El Corporativo Gurrión, al congreso
Premio de consolación a Samuel
¿Y las investigaciones a la fortuna?
Tomás Ezequiel Toledo
En marzo de 2014, el periódico Reporte Índigo publicó una investigación que denominó «Los Gurrión bajo sospecha», una historia que reseñaba con información precisa la forma de operar de los hermanos Gurrión, con Samuel como una de las principales figuras de un entramado que mueve dinero con singular alegría en Salina Cruz.
Ahora, dos años y ocho meses después, ese personaje es nada más ni nada menos que el presidente de la mesa directiva del Honorable Congreso de Oaxaca.
Habida cuenta esa historia y otras que se tejen a su alrededor -como diputado federal registró la no nada buena fama de ser el más faltista- que ahora se le coloque como el conductor de la nueva legislatura no es la mejor señal de cómo será conducido el Poder Legislativo oaxaqueño.
Samuel Gurrión siempre ha sabido mover de manera hábil en los pasillos del poder, lo que le permite conocer a políticos a los que suele endulzar y ganarse así confianzas y retribución de favores.
En aquella investigación de Reporte Índigo, las empresas de los hermanos Gurrión, que incluye supermercados, gasolineras, distribuidoras de automóviles e incluso periódicos estaban siendo investigados por probable evasión de impuestos e inclusive presuntamente operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Los Gurrión han operado la cadena de periódicos adiario, que según David Gurrión, tenía presencia en diez estados del país, donde se encuentran otro tipo de publicaciones impresas.
La información difundida por Reporte Índigo resaltó que antes de ser empresarios dedicados a la construcción, la hotelería, ferretería, administración de ranchos y venta de automóviles, David, Daniel, Samuel y Saúl Gurrión apenas vivían de ser pastores cristianos.
¿De dónde se hicieron de vacas?
Fue de la mano de Ulises Ruiz Ortiz que Daniel Gurrión se hizo alcalde Juchitán, después de haber sido diputado federal en la 60 Legislatura del Congreso de la Unión.
Ahí empezó el ascenso de los cuatro Gurriones, mediante la apropiación de tierras comunales, para instalar el Parque Eólico Bii Hioxho, según la publicación.
Samuel Gurrión hizo todo lo posible para que el Partido Revolucionario Institucional lo designara candidato a gobernador de Oaxaca, en la elección de junio pasado.
De hecho, movió sus influencias con sus amigos políticos, para presionar al gobierno federal, e intentar hacerse de la candidatura.
Incluso también filtró la información de que él sería el candidato en medios que le son afines, y envió a personeros que le manejan relaciones con medios de comunicación para deslizar sus aspiraciones.
Afortunadamente, no lo logró. Ahora, sin embargo, es encumbrado a la conducción de la Legislatura del estado, que es manejada con total discreción desde el despacho del presidente en turno.
Según aquella investigación periodística, Samuel Gurrión quiso comprar un periódico potosino y otro guanajuatense, pero en ambos casos sus ofertas fueron rechazadas. Porfió y en Cancún abrió un adiario, pero este personaje no pagaba el salario de sus trabajadores, que cerraron la empresa después de tres meses de laborar sin ingresos.
Como se dijo, esa historia se conoce desde hace dos años y ocho meses, sin embargo, las investigaciones no prosperaron. Samuel Gurrión no desmintió la información del rotativo, que suele contar con fuentes informadas.
Más aún, el Corporativo Gurrión va viento en popa, continúa con su expansión monetaria, gracias a las relaciones políticas y a las personales, especialmente las de carácter lúdico, que Samuel ha ido cultivando.
¿Qué le espera al Congreso de Oaxaca en el próximos año con Samuel Gurrión al frente?
No hay que ir muy lejos para saber que tratará de que el Poder Legislativo sea una caja de donde se obtenga la expansión de los negocios familiares.
Cabría esperar que esa perspectiva fuera la equivocada, y que Gurrión se comportara.
Sin embargo, no existen muchas expectativas de que cambie. Ya se sabe: origen es destino.
