Política Confesable


La herencia maldita de Gabino
14 mil millones en deuda… y contando
Se va e hipoteca a Oaxaca
Tomás EzequielToledo

La noticia es terrible, no sólo porque Gabino Cué Monteagudo nos dejará una deuda de 14 mil millones de pesos, sino porque ninguno de esos pesos está justificado: no hay una sola obra que recordemos de esta administración a la que se destinaran esos recursos, y es evidente que la mayor parte de los fondos se utilizaron en gasto corriente, pero sobre todo en engordar las alforjas que ese nefasto personaje se lleva para garantizar su retiro.

Todo, a costa de la pobreza de miles de oaxaqueños.

Si Ulises Ruiz había crecido la deuda pública de Oaxaca de 600 millones, a 7 mil millones en tan sólo seis años, Cué nos ha echado a cuestas otros 7 mil.

Como se recordará, Ulises Ruiz ejerció un mando en Oaxaca de terror, persecución y espionaje, pero también se enriqueció e hizo
multimillonarios a su hermano y a una larga lista de colaboradores que se robaron el dinero público: El Chucky, Eviel Pérez Magaña
(Cangu) Rito Salinas…

Y claro, cómo Gabino iba a quedarse atrás.

Se trata de un robo descarado, porque anualmente Oaxaca recibió transferencias federales suficientes para respaldar el gasto en educación, salud, seguridad pública… Y desde el cuarto año de su administración, la Federación asumió el costo de la nómina
magisterial.

En distintas revisiones a la cuenta pública del estado, la Auditoría Superior de la Federación ha documentado cómo repuntó la
deuda del estado.

¿Y qué hizo Cué? Sólo estiró la mano, porque la garantía que se deja a los bancos para garantizar el pago de los créditos, es
nada menos que el monto de las participaciones federales.
Se trata, entonces de una doble deuda.

Porque las participaciones deberían utilizar se para fondear proyectos de largo plazo, no para pagarle a los bancos.

En efecto, los créditos están contratados a plazos de 15 a 20 años, y la deuda entonces va más allá del próximo gobierno, el de Alejandro Murat, que enfrentará una delicada situación económica gracias a Cué.

La semana pasada, el secretario de Finanzas de Gabino, EnriqueArnaud, confirmó que el sátrapa de Ulises Ruiz había dejado una deuda escondida, por lo que el pasivo de 2010 ascendía en realidad a 7 mil millones de pesos.

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De ese monto ya se había liquidado una parte, por 407 millones, pero se mantiene el principal de cinco créditos con distintos bancos, por lo que prácticamente persiste la deuda que endilgó Ulises a Oaxaca.

Ahora bien, no sólo es responsabilidad de Cué -que es el principal señalado en esta historia- sino también el Congreso, que le
avaló los créditos. Los legisladores, como se sabe, no actúan solamente por desinterés, también llevan ahí una tajada, así que también hay que cuestionarles la puñalada a los oaxaqueños.

Según Arnaud, el primer crédito obtenido por Cué fue el 16 de diciembre de 2011, de tenedores de certificados bursátiles, por mil 947 millones de pesos, con vencimiento en 2026; y el más reciente fue el 2 de mayo por 300 millones.

 

Y todavía insisten en pedir 2 mil 500 millones de pesos más a la Secretaría de Hacienda, lo que constituiría un nuevo zarpazo
a las finanzas, pero sobre todo un compromiso que se le heredaría a Murat Hinojosa, porque como ya se ha dicho aquí sería un préstamo que correría a cuenta de las participaciones de 2017.

Gabino Cué ha derrochado el dinero que pertenece a los oaxaqueños, y no ha tenido ningún límite, e insiste en ejecutar su propio Año de Hidalgo, para irse todavía con más dinero del que jamás soñó en su vida, pero que sí ambicionó.

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