Política confesable


A Gabino Cué se le descompone aún más el estado

Pide apoyos a la Federación; es decir, sólo estira la mano

Tomás Ezequiel Toledo

 Durante el sexenio que está por fenecer en Oaxaca, la ingobernabilidad y la falta de experiencia han sido el signo característico de Gabino Cué Monteagudo, que o bien no aprendió nada de su jefe, Diódoro Carrasco Altamirano, El Juniorcique, o de plano éste no le dio ni una orientadita que le ayudara a medio gobernar el estado.

Bueno, sí aprendió de El Juniorcique a cómo saquear las arcas del estado y a tratar de esconder el origen de su (cada vez más creciente) fortuna. En eso incluso pareciera que el maestro fue Ulises Ruiz y no Diódoro.

Se trata de una tragedia para Oaxaca de quien fue electo como gobernador hace seis años -aunque nunca ejerció como tal- resultara un aprendiz, y no un profesional de la política.

Porque sólo así se entiende que ante un nuevo problema, Gabino Cué le dé la bienvenida, en una postura que ya raya en la esquizofrenia.

confesable diodoro

ELOGIANDO LA PROTESTA

El viernes, después de que comerciantes y unidades productivas convocaron a una movilización para este lunes, el inexperto Cué señaló que se trata de un movimiento legítimo y, en ese sentido, le dio la bienvenida.

Tal parece que Gabino ha tomado distancia de la realidad y que para él resulta más cómodo evitar la fatiga mental, con tal de no ir más allá en el análisis.

Desde que se recrudeció este año el movimiento magisterial, que incluye ahora bloqueos a carreteras y avenidas en puntos estratégicos de la entidad, uno de los argumentos esgrimidos en contra de los profesores es que la imposibilidad de movilizar mercancías, pasajeros y turistas ha tenido la mayor repercusión económica en la historia de Oaxaca.

La negociación con los maestros, como es sabido, la lleva a cabo la Secretaría de Gobernación, que la semana pasada acusó cierta presión desde la cúpula empresarial para decidirse a actuar contra el paro y los bloqueos.

Bueno, esa idea ahora tiene su brote en el sector comercial oaxaqueño, y en lugar de ejercer las atribuciones políticas que le concede ser el gobernador -es un decir- del estado, Cué opta por dejar que las cosas ocurran.

De esta manera, si se da continuidad al argumento de que los maestros estrangulan económicamente a Oaxaca, el paro de 24 horas de microempresas y comerciantes contribuirá a apretar aún más el nudo.

Para Cué la decisión es legítima, como lo es, y aún así resulta evidente que no movió un dedo para tratar de convencer a ese sector económico de mantener abiertos sus negocios.

¿Qué ha hecho, en cambio, Gabino Cué?

Estirar la mano, una de las prácticas que mejor se le dan, y ha solicitado recursos a la federación, específicamente a la Secretaría de Economía, donde la respuesta fue que sí, pero como en la canción popular, no le dijeron cuándo.

Bueno, sí: de la oficina de Ildefonso Guajardo le notificaron la existencia de un apoyo emergente, pero se entregará cuando se resuelva el conflicto.

Y ello podría ocurrir muy pronto, en un escenario ideal, o muy tarde, cuando el impacto a la economía del estado sea de consideración. Total, ya Gabino pidió y, desde su óptica, él ya trabajó para atender la demanda del sector comercial afectado por las movilizaciones.

Si Economía responde algún día con una transferencia de recursos, bien, y si no también.

CONFESABLE GABINO

INSTALADO EN LA INDOLENCIA

Total, Gabino a lo que se dedica estos días es a tratar de que termine el sexenio, el 30 de noviembre, sin mayores sobresaltos que le quiten el sueño y desaparecer.

Hay, además, en sus declaraciones del viernes a un programa de radio de la Ciudad de México, una frase que debe rescatarse: «ni un paso atrás con respecto a la decisión de retomar la rectoría educativa”.

Es probable que se refiera a la cuestionada reforma educativa o bien al ejercicio emprendido, con el respaldo del gobierno federal, de hacerse del control del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO).

Si es esto último, no hay futuro. Los maestros volvieron a tomar las instalaciones, mientras Cué sigue dando tumbos. La falta de control en el IEEPO ha sido ampliamente documentada por la Auditoría Superior de la Federación, y debido al retraso con el que se revisan las cuentas públicas, federal y estatales, en febrero del próximo año conoceremos el resultado de la conducción del instituto realizará en 2015, y en 2018 la de este último año de administración.

Así que aún cuando Gabino se pierda en el lugar del que nunca debió haber salido para hacerse «gobernador», todavía habrá tiempo y documentos qué revisar para continuar con la obligada inspección al desastre que dejará de Oaxaca.