Recupera Murat la gubernatura
Pierden Gabino y la pandilla
Duros retos para los próximos seis años
Tomás Ezequiel Toledo
Después de una campaña propositiva, Alejandro Murat Hinojosa recuperó para el Partido Revolucionario Institucional la gubernatura del estado, después de seis años de una administración con la que Gabino Cué Monteagudo llevó a Oaxaca a la ruina económica y desperdició, por privilegiar el robo del presupuesto, la promesa de cambio que hizo en 2010.
El domingo, 5 de junio, Oaxaca se alzó como ejemplo a nivel nacional de alternancia política, en un proceso sin violencia, ordenado y que demostró cómo la ciudadanía no olvida.
Si hace seis años los electores castigaron a Ulises Ruiz Ortiz por la persecución social, el saqueo a las arcas y el desdén con el que se trató a los electores, ahora queda demostrado que esos mismos electores calificaron de manera negativa a Gabino y aceptaron la oferta que durante la campaña realizó el ex director del Infonavit.
Murat Hinojosa, será no sólo el gobernador más joven del estado, sino el más preparado académica y políticamente, pero además con mejor experiencia de gobierno. En contraste, es evidente, con el perfil caduco, corrupto y desprestigiado que arrastra José Antonio Estefan Garfias, que también carga con el rechazo a su jefe político, el juniorcique Diódoro Carrasco Altamirano.
Oaxaca pues se da una nueva oportunidad. No sólo es deseable -porque la entidad fue llevada al desfiladero por Gabino Cué y su cofradía- sino que hay confianza en que se recupere el rumbo con un programa fresco, de avanzada, que además tiene el reto de la reconciliación social.
Durante 12 años, el estado cayó en una confrontación que, debe recordarse, ha escalado debido a que Ruíz Ortiz y Cué Monteagudo ejercieron el poder de manera vertical y autoritaria, cuando principalmente el segundo estaba obligado a darle un nuevo rumbo a Oaxaca, precisamente porque había logrado ganarle al PRI.
En contra de esa lógica política, Cué optó por el enriquecimiento ilícito, la demagogia, la frivolidad, y sobre todo beneficiar al grupo que lo rodeó y que terminó por mostrar su cara más vil: la de hacerse de dinero a costa de la pobreza de la mayoría.
Ahora bien, también cabría esperar que -sin caer en lo que comúnmente se conoce como cacería de brujas- el gobierno que toma protesta en diciembre realice las investigaciones pertinentes para confirmar la ruta del desvío del dinero.
Ya se sabe que Cué Monteagudo utilizó a El Coco (o El Caco) Castillo para el desvío de miles de millones de pesos a cuentas en el extranjero y cómo, ese mismo mecanismo, le permitió a Estefan Garfias abultar sus alforjas.
Porque si bien perdió la elección este neo perredista ya ganó como incondicional de Cué y del juniorcique.
No obstante, por salud pública y para recuperar el dinero que ya se han llevado, es necesario que se investigue.
Más allá de ello, no sólo ganan el PRI y Alejandro Murat Hinojosa, también gana Oaxaca y ello también a pesar de los que apostaron en contra e incluso colaboraron con una guerra sucia que, afortunadamente, no prendió en el electorado.
Oaxaca forma parte además de una cadena de triunfos del PRI que se afianza como principal fuerza electoral en el país, en un escenario de alta competencia entre partidos, figuras y liderazgos.
Nuestro estado se ubica, incluso, como puntal para la elección presidencial de 2018 al asumirse como reserva de votos en ese proceso, que ya se anticipa reñido.
En el ámbito económico también el resultado, el ámbito de tranquilidad en que se da la alternancia, genera tranquilidad en las inversiones, el turismo, el desarrollo de las artes y la atención a las comunidades indígenas.
De la desolación que todavía se vive al cambio de diciembre parece todavía lejano, sin embargo y como ya se ha dicho en este espacio, Gabino Cué por fin se va.
Con él se van, además, la desesperanza, el abuso, el desprecio que se ejerció desde palacio de gobierno a la sociedad. Sí, Gabino deja un estado con grandes deudas económicas, impensables porque cada año las transferencias federales eran superiores al anterior, pero dentro de seis meses ya no podrá robar más.
Se va y y pasará a la historia de Oaxaca como uno de los gobernadores más despreciables, en una cerrada competencia con Ulises Ruiz.
Se va Gabino. Adiós al PAN-PRD. Albricias
