Política confesable


Los juicios pendientes contra Ulises y Gabino

A revisión, otros casos en el Congreso

Estefan, el prestanombres del juniorcique

Tomás Ezequiel Toledo

Finalmente la próxima semana la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión instalará la Subcomisión de Examen Previo, una instancia legislativa que se encarga de revisar las solicitudes de juicio político que particulares, partidos o grupos parlamentarios presentan en contra de personajes que, de una forma u otra, han cometido delitos en el ejercicio del poder público.

Se trata de una figura que está prevista en la Constitución Política, que hasta ahora ha tenido poca fortuna en su aplicación, debido al cruce de intereses de los partidos que están representados en el Congreso y que han bloqueado distintas solicitudes para no perjudicarse electoralmente.

Las solicitudes que están en el cajón de los diputados federales datan desde 2003, hasta la más reciente presentada hace dos semanas en contra de Gabino Cué Monteagudo por parte de uno de los candidatos a gobernador de Oaxaca, en este caso Benjamín Robles Montoya, por el presunto desvío de 10 mil millones de pesos del presupuesto del estado.

Otra figura que ha sido muy socorrida en contra de delitos y abusos de poder es el desafuero, que también se prevé contra diputados, senadores, gobernadores y jefes de gobierno, a petición expresa del Ministerio Público, para poder procesar penalmente a tales individuos.

Ahora bien, los juicios políticos se han estancado porque desde aquel año de manera sucesiva las subcomisiones de examen previo han archivado los casos, sin llegar al fondo de determinar si son procedentes o no.

CONFESABLE GABINO

Por ejemplo, cuando fue presidente de la Comisión de Gobernación, el júnior que Diódoro Carrasco Altamirano, quien dejó congeladas decenas de peticiones en contra de un buen número de funcionarios del gobierno de Vicente Fox Quesada, comenzando por éste, el procurador, el secretario de Hacienda, el secretario de Seguridad Pública, gobernadores, magistrados y ministros.

Esto es, Carrasco Altamirano -jefe del grupo político que pretende volver a hacerse de la gubernatura con José Antonio Estefan Garfias como muñeco- fue la pieza clave para que prevaleciera buena parte de la impunidad que se cometió en aquel sexenio donde surgió la década perdida del principio del siglo.

La Subcomisión de Examen Previo es una instancia que se forma de 14 integrantes, de los cuales la mitad proviene de entre los diputados que forman parte de la Comisión de Gobernación y la otra de la Comisión de Justicia.

También en la integración prevalece un anacronismo en la Ley Orgánica del Congreso de la Unión. Esto, porque no se ha modificado el mecanismo para su conformación, que la deja en manos de la «Gran Comisión», una figura desde la cual se controlaba el funcionamiento de la Cámara de Diputados hasta 1997, cuando el PRI perdió la mayoría absoluta.

Ahora las decisiones se toman por voto de los grupos parlamentarios en la Junta de Coordinación Política, que sustituyó a la Gran Comisión, y en estos días la cámara deberá votar la respectiva modificación, para permitir la designación de los integrantes de la subcomisión.

Por lo pronto existe el acuerdo político para que esta última tenga un equilibrio exigido por los partidos de oposición: el bloque PRI-PVEM tendrá siete diputados, incluidos los presidentes de las respectivas comisiones, mientras que PAN, PRD, Morena y Movimiento Ciudadano también tendrán siete.

Esa igualdad no garantiza que todos los juicios políticos se aprueben, si acaso que no todos se desechen de manera mecánica, pero por lo pronto sí habrá discusión de las peticiones.

Así, es de esperarse que se traigan al presente casos del pasado reciente que han causado terror y generado el despojo de la riqueza de Oaxaca en los 12 años en que dos sátrapas cometieron delitos y robaron las arcas estatales con total impunidad.

CONFESABLE DIODORO

Ulises, es de recordarse, no sólo ordenó la represión social de 2006, sino que robó a manos llenas y permitió que sus corifeos también se hicieran de dinero mal habido.

La lista es larga, pero vale la pena recordar a estos pillos: (Cangu) Rito Salinas, El Chucky, Héctor Pablo Ramírez La Hachepona, Elpidio Concha Arellano; Raúl Castellanos, todavía prófugo de la justicia; Eviel Pérez Magaña, actual subsecretario de Desarrollo Social…

Pero si esa pandilla actuó sin freno, la de Gabino Cué no se queda atrás. Todavía continúan con el despojo a Oaxaca, como ha documentado la Auditoría Superior de la Federación. Según Robles Montoya -al que Ulises dio el sobre nombre de Cara Sucia- dice que son 10 mil millones los que se robó la banda que sustituyó a la del sexenio pasado.

La avaricia ha sido la marca de la administración de Cué, pero también el cinismo, el mismo con el que se pretende perpetuar el asalto a los fondos federales y estatales con Estefan Garfias, que se convertiría en el nuevo prestanombres del juniorcique. Claro, con su respectiva tajada, que estos señores no actúan ni hacen nada gratis. Todo cuesta y todo cobran. Y muy caro.

CONFESABLE BENAMIN