Pesar por el deceso de Celeste Batel


La compañera de vida y lucha del ex candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano falleció ayer por la mañana. Foto José Antonio López / Archivo

la Redacción / La Jornada

Ciudad de México. Celeste Batel, compañera de vida y de lucha del ex candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas, falleció ayer por la mañana. Su perfil discreto no le impidió mostrar su solidaridad y apego a las causas de la izquierda mexicana.

Al trascender la noticia, de la cual la familia Cárdenas no hizo ningún pronunciamiento a lo largo del día, uno de los primeros en manifestar su pésame fue el presidente Andrés Manuel López Obrador. Primero se expresó en redes sociales ante la pérdida de una “mujer sencilla, comprometida y solidaria”, y por la noche acudió al Panteón Francés para dar sus condolencias a los deudos y de manera especial a Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

Secretarios de Estado, dirigentes partidistas, gobernadores y políticos de distintos partidos también lamentaron el fallecimiento de quien, con una arraigada vocación democrática, fue la compañera del ingeniero Cárdenas en su lucha política por más 58 años.

Asimismo, tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados se guardaron sendos minutos de silencio para honrar la memoria de Celeste Batel.

Se casaron en 1963 y tuvieron tres hijos: Lázaro –hoy coordinador de asesores de la Presidencia de la República–, Cuauhtémoc y Camila, y tres nietos. En el libro Cuauhtémoc Cárdenas. Política, familia, proyecto y compromiso. Tres generaciones, un mismo destino, del periodista Luis Suárez –fundador de esta casa editorial–, Celeste Batel contó que conoció a Cárdenas Solórzano a los 16 años de edad, en 1960, durante una fiesta que había organizado una prima del político; tres años después contrajeron matrimonio.

Sobre su relación con el hijo del general Lázaro Cárdenas, comentó: “Aunque admiraba a don Lázaro y aunque a veces me parecía un poco raro salir precisamente con el hijo de ese buen y gran señor, la significación de esta familia en México ni me ayudó ni me estorbó para determinar mi relación.”

En una de las muy pocas entrevistas que concedió, en el mismo texto añadió: fue “una relación natural, fresca. Lo que me atraía mucho y me parecía poco común era su personalidad un poco seca, austera, a veces un poco distante, pero siempre bueno y protector”.

A lo largo del día, en redes sociales hubo múltiples expresiones de solidaridad y apoyo a la familia por la pérdida de Celeste, quien, en esas coincidencias del destino, falleció el mismo día que el general Cárdenas del Río, 51 años después.

El presidente López Obrador había expresado también: “Abrazo fuerte a su esposo, el ingeniero Cárdenas, y a sus hijos, Lázaro, Cuauhtémoc y Camila”. Apenas el pasado 28 de septiembre, Cárdenas acompañó al mandatario a Sonora, a la ceremonia de petición de perdón al pueblo yaqui, donde demandó al Ejecutivo cancelar un acueducto que, dijo, perjudica a aquella región originaria.

Diversos actores políticos de distintos signos partidistas se refirieron a Celeste Batel, de origen portugués y raíces españolas, como una mujer de lucha y reconocieron su militancia activa en la izquierda.

La senadora Ifigenia Martínez –quien recientemente recibió la medalla Belisario Domínguez– lamentó el deceso de su querida amiga, “compañera de arduas luchas por la democratización del país y esposa del estimado ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. Abrazo con todo cariño a sus hijos, Lázaro, Cuauhtémoc y Camila, además de familiares y amigos”, dijo.

También expresaron pesar el canciller Marcelo Ebrard; la secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez; el titular de Turismo, Miguel Torruco; el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla; el ex mandatario de ese estado Silvano Aureoles; la presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Olga Sánchez Cordero; el gobernador de Sonora, Alfonso Durazo, y los coordinadores parlamentarios, entre muchos otros.

A las 19:30 horas llegaron al Panteón Francés el ingeniero Cárdenas y su hija Camila. Ambos con paso lento, pero con semblante tranquilo. Más tarde lo hizo su hijo Lázaro Cardenas Batel. Media hora depués arribó el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en privado dirigió unas breves palabras a Cárdenas Solórzano y a sus hijos. A las 20:30 horas, el ex candidato presidencial acompañó al mandatario a su automóvil.

Entre los asistentes estuvieron, además, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum; el coordinador Morena en el Senado, Ricardo Monreal; el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, Santiago Nieto; el administrador general de Aduanas, Horacio Duarte, y el secretario general del SNTE, Alfonso Cepeda.

“Fue una ceremonia muy respetuosa, muy solemne por la memoria de ella; es algo extraordinario tener una familia tan unida, que es un ejemplo para todos los mexicanos. El Presidente les hizo una referencia muy privada, como deben ser estas cosas.” dijo Julio César Villarreal, uno de los amigos de la familia.