Miguel Ángel Shultz, el Torquemada de Oaxaca


¿Borracho, cantinero u oportunista... con «amigos»?

Alejandro Moguel

Dicen en el periodismo que o se es borracho o cantinero.

Es una expresión coloquial, pero se usa para definir si es uno periodista o funcionario.

La falta de ética, que hace tiempo desapareció como materia en los colegios, quizá sea la causa que algunos, en esta época hacen las dos sin que nadie diga nada.

Miguel Ángel Shultz Dávila, es una muestra de ello.

Dice que es periodista y lo premiaron con la coordinación de comunicación social del Congreso, desde donde hace labor de zapa en contra de comunicadores.

Resultó con la piel muy delicada el señor Miguel Ángel Shultz, pues le enoja que le cuestionen en qué y cómo se gasta el presupuesto público y responde ofensivamente a una mujer. ¿No se cuestiona en estos tiempos el maltrato a las mujeres?

La postura de Miguel Ángel Shultz ofende, denigra una actividad que a pesar de todo sigue siendo noble. Con personajes como éste y otros de su misma calaña es que se desvirtúa la labor del comunicador.

Crítico por apariencia, defensor de causas sociales como negocio, Miguel Ángel Shultz vive de la dualidad, como comunicador social del presupuesto público y como periodista, porque también tiene un medio de comunicación para el que pide recursos.

El 3 de enero de 2017, Shultz Dávila fue nombrado como coordinador de prensa del Congreso. Según el boletín de esa época, el personaje en mención ofreció trabajar de manera “institucional, transparente y con honestidad”.

Desleal a su palabra, el ex vocero de Diódoro Carrasco Altamirano cuando fue gobernador de Oaxaca, no ha sido ni institucional, ni transparente ni honesto.

Sus intereses están por la defensa de un cuestionado diputado, Samuel Gurrión, que ni siquiera es del partido que lo propuso, pero que le llegó al precio para manipularlo como su títere. Ni siquiera al presidente de la Junta de Coordinación Política defiende con los dientes como al priista Gurrión ¿eso es institucionalidad?

De la transparencia ni hablar.

El Congreso de Oaxaca tiene un presupuesto de 397 millones 297 mil 350 pesos. No, no le alcanza con los dedos contar esa cantidad, pero digamos que cada diputado tiene un estimado de 10 millones de pesos para gastar, incluido, obviamente el presupuesto para medios, aunque este nunca llega.

Samuel Gurrión
Samuel Gurrión

Puede ser que la distribución que hacemos aquí como ejercicio tenga sus matices, pero la especulación es precisamente una consecuencia de la falta de información. Nadie sabe en qué se gastan tantos millones de pesos, mientras hay un pueblo pobre, hay diputados que se siguen enriqueciendo sin cumplir a la gente que dicen representar y junto con ellos funcionarios como Miguel Ángel Shultz que se aprovechan del servicio público.

Según su historia, fue director del Suplemento Agrario del periódico El Día, del Campo y del Campesino, colaboró en el noticiario De la A a la Z, bajo la conducción de Abraham Zabludovsky, entre otros medios electrónicos y escritos a nivel nacional.

También fue Coordinador General de Comunicación Social del Gobierno del Estado durante la administración de Diódoro Carrasco Altamirano, en el periodo 1992-1998, y luego director de la Casa de la Cultura de Oaxaca. Apenas eso es el currículum de este comunicador de marras que ahora ocupa el cargo para cobrar afrentas personales.

Lo mismo se pelea con periodistas que les niega el derecho de hacer su actividad en el Congreso.

Mientras hace esto, beneficia solo a un periódico y a una radiodifusora, para quedar bien con los espacios en donde colabora.

Retrasa los pagos a su conveniencia y solo difunde a quienes también le generan un beneficio ¿es esa la labor de un comunicador social? No, por supuesto que no.

Y el tema viene porque en breve estarán llenando de felicitaciones huecas a los comunicadores en conmemoración del 7 de junio.

Es una pena que en Oaxaca, tierra de grandes periodistas, haya personajes como Miguel Ángel Shultz, quien canceló las suscripciones de los periódicos en el Congreso y seguramente no se dará por enterado de estas líneas.

O quizá, responderá con el hígado como lo hizo con la directora de un portal.

 

Miguel Ángel Shultz Dávila
Miguel Ángel Shultz Dávila