Mayoría de las mujeres no exige sus derechos; por ello el sistema patriarcal sigue dominando


Marcharon mujeres en la Ciudad de México

Eduardo Ruiz Healy

El 18 de diciembre de 1972, la Asamblea General de Organización de las Naciones Unidas (ONU) adoptó una resolución que proclamó 1975 como el Año Internacional de la Mujer.

Féminas por la lucha de sus derechos

La resolución decidió dedicar ese año una “acción intensificada: (a) para promover la igualdad entre hombres y mujeres; b) para asegurar la plena integración de la mujer en el esfuerzo de desarrollo total, especialmente haciendo hincapié en la responsabilidad de la mujer y su importante papel en el desarrollo económico, social y cultural a nivel nacional, regional e internacional; c) para reconocer la importancia de la creciente contribución de las mujeres al desarrollo de relaciones amistosas y cooperación entre los Estados y al fortalecimiento de la paz mundial.

Desde 1975 a la fecha, cada 8 de marzo se celebra el Año Internacional de la Mujer para, como anota la misma ONU, “reflexionar acerca de los avances logrados, pedir más cambios y celebrar la valentía y la determinación de las mujeres de a pie que han jugado un papel clave en la historia de sus países y comunidades”.

El tema de la celebración este año es “Soy de la Generación Igualdad: Por los derechos de la mujer”. Sobre este tema, la ONU anota lo siguiente:

“… existen restricciones legales que impiden a 2700 millones de mujeres acceder a las mismas opciones laborales que los hombres. Menos del 25% de los parlamentarios eran mujeres en 2019 y una de cada tres mujeres sigue sufriendo violencia de género. Hagamos que 2020 sea un año decisivo para las mujeres y las niñas en todo el mundo”.

Mujeres tianguistas no suspendieron labores el lunes 9

En la Ciudad de México y otras ciudades del país, miles de mujeres marcharon por las calles para exigir que se respeten íntegramente todos sus derechos, especialmente, dados los actos de violencia que en nuestro país se cometen contra tantas de ellas, su derecho a la vida, a su integridad física y mental, y a vivir sin el temor de ser víctimas de un asesino, violador, hostigador/acosador sexual o discriminador laboral.

Y el pasado lunes 9 de marzo, miles de mujeres dejaron de laborar para protestar contra la violencia de género, los feminicidios y el acoso sexual, también para que la sociedad se percate de qué tan importante es su papel que juegan en la economía del país.

El paro nacional de mujeres, si es exitoso, afectará de manera importante a la economía. Las pérdidas serán cuantiosas si hoy dejaran de trabajar todas las mujeres, que representan el 45.5% de la fuerza laboral.

Bolsa de Valores de México. Crisis

De acuerdo con el Observatorio Internacional de Salarios Dignos (OISAD) de la Universidad La Salle, en colaboración con la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), cada día las mujeres realizan labores con un valor aproximado de 60  mil millones de pesos, de lo cual, únicamente el 33.3% es remunerado y el 66.7% no es remunerado.

Sin embargo, las pérdidas de Un Día sin Mujeres no llegarán a los 60 mil millones de pesos porque, de acuerdo con una encuesta realizada por AZ2, solo el 42% de las mujeres encuestadas planeaba sumarse al paro nacional. Peor todavía, sólo el 25% dijo que marcharía ayer.

Es un hecho que la mayoría de las mujeres no exigen sus derechos y mientras no lo hagan en masa, el sistema patriarcal seguirá dominando.

DECISIÓN DE TRUMP CAUSÓ MÁS

INESTABILIDAD Y DESCONFIANZA

Donald Trump

El presidente estadounidense Donald Trump anunció el pasado miércoles que a partir de hoy y durante los siguientes 30 días se prohíbe que aterricen en los EEUU todos los vuelos de aerolíneas de pasajeros que provengan de los 26 países europeos que pertenecen a la zona de Schengen, que son los que desde 1995 suprimieron sus fronteras comunes.

Desde hoy no podrán llegar a aeropuertos estadounidenses vuelos que hayan despegado de Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Islandia, Italia, Letonia, Liechtenstein, Lituania, Luxemburgo, Malta, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Suecia y Suiza.

La prohibición no incluye aviones de carga ni vuelos con pasajeros que se originen en países fuera de la zona de Schengen, entre ellos Irlanda y el Reino Unido.

Tampoco podrán viajar a los EEUU los no estadounidenses que hayan estado en alguno de estos 26 países 14 días antes de su llegada a un aeropuerto estadounidense.

Los estadounidenses y residentes legales que regresen a Estados Unidos desde Europa podrán aterrizar en alguno de 13 aeropuertos, en donde será examinados para detectar si son portadores de lo que Trump denominó “el virus extranjero”.

Para muchos expertos, la decisión es tardía e ineficaz en vista de que el COVID-19, si bien se originó en China, ya tiene green card para quedarse permanentemente en los EEUU, en donde hasta ayer al escribir esto, a las 18:20 horas (Centro), había infectado a 1716 personas y matado a 41 de ellas.

Justo cuando el presidente gringo anunciaba su decisión, el sitio flightradar24.com informó que entre los Estados Unidos y aeropuertos de la zona de Schengen volaban 200 aviones de pasajeros.

Según cirium.com, durante los siguientes 30 días cerca de 40 aerolíneas estaban programadas para operar aproximadamente 560 vuelos de pasajeros diarios, con aproximadamente 160 mil asientos, en ambas direcciones entre los EEUU y Europa continental. Eso equivale a casi 17 mil vuelos y 4.8 millones de asientos en dicho período.

La decisión del presidente gringo hundió ayer el valor accionario de las principales aerolíneas, cadenas hoteleras y empresas relacionadas con el transporte y el turismo, entre muchas otras. También contribuyó a deprimir el valor de muchos fondos de inversión, entre ellos Berkshire Hathaway, del multibillonario Warren Buffet, que perdió 3000 millones de dólares.

Warren Buffet

El capricho trumpiano afectará a millones de personas, a incontables empresas y a la industria aérea comercial, que ya en marzo registra una baja de tráfico del 4.9%.

La prohibición de los vuelos, el avance del coronavirus COVI-19, que ayer ya afectaba a 127 países, y la desaceleración económica mundial, entre otros factores, causaron nuevas y espectaculares caídas en los mercados bursátiles de todo el mundo. En Nueva York el DJI perdió 9.99%, su peor descenso desde 1987. Otras bolsas también sufrieron retrocesos históricos. En la CDMX el IPC cayó 5.28% y en lo que va del mes se ha desplomado 19.19%.

Lo que anunció el miércoles Trump sólo contribuyó a generar más desconfianza e inestabilidad, lo que de una manera u otra nos afecta a todos.

 

EL MOMENTO ACTUAL EXIGE SER

REALISTAS, NI OPTIMISTAS NI PESIMISTAS

Ya comentamos sobre la depreciación que el peso sufrió el lunes pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo: “Resistió nuestro peso, porque estuvo complicado, está todavía complicado, ayer fue un mal día, se afectaron todas las bolsas del mundo, se cayó todo el sistema financiero, todas las monedas se depreciaron y la nuestra resistió, aguantó y yo espero que se vaya fortaleciendo el peso hacia adelante”.

¿Realmente resistió y aguantó nuestro peso?

Desde el cierre del viernes, hasta la apertura de los mercados de cambio el lunes, se depreció 4.71% al pasar de los 20.1623 pesos por un dólar a los 21.1117 (tipo de cambio FIX determinado por el Banco de México). Ayer se apreció 0.4% y el FIX cerró en 21.0267.

Y el golpe contra nuestra moneda nacional no fue más fuerte porque ayer mismo, la Comisión de Cambios, integrada por funcionarios del Banco de México (Banxico) y de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), anunció que para proteger al peso de la volatilidad que prevalece en los mercados cambiarios, aumenta el tamaño del programa de coberturas cambiarias liquidables de 20 000 millones de dólares a 30 000 millones de dólares. Espero que funcione…

Durante el mes en curso, el peso se ha depreciado 6.32% y en lo que va del año se ha depreciado 11.46%.

Lo anterior significa que las importaciones denominadas en dólares se han ido encareciendo a lo largo del año y que se ha encarecido el pago de la deuda externa pública y privada denominada en esa moneda.

El presidente Andrés Manuel López Obrador

AMLO añadió que “Tenemos condiciones para que podamos resistir esta situación de crisis derivada básicamente de los temores fundados e infundados acerca del coronavirus…”.

En lo que al coronavirus (COVID-19) se refiere, los temores resultan ser más fundados que infundados, si no, ¿por qué se han aislado ciudades completas en China; por qué diversas líneas aéreas han cancelado vuelos a diversas partes del mundo afectadas por el virus; por qué se estima que estas aerolíneas perderán este año entre 63 mil millones y 113 mil millones de dólares; por qué han cerrado miles de escuelas y universidades, museos, centros de espectáculos y otros lugares en donde se reúnen decenas, centenas o más personas?

Los temores son tan fundados que cada vez son más los analistas y expertos que coinciden en afirmar que las consecuencias económicas podrían incluir recesiones en los EEUU, la zona del euro, Japón y muchos otros países, entre ellos México, que China crecerá menos que el año pasado y que las pérdidas totales en la producción global podrían llegar a los 2.7 billones de dólares, equivalente a todo el PIB del Reino Unido.

Por si lo anterior no fuera suficiente para preocuparnos, el lunes se anunció que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) aumentó 0.42% mensual en febrero, lo que ubicó a la tasa de inflación anual en 3.70%, su mayor nivel desde julio de 2019 y arriba del 3.0% estimado para este año por Banxico.

No comparto el optimismo de Andrés Manuel. El momento actual exige ser realistas, ni optimistas ni pesimistas. Los números no mienten y los que están surgiendo cada minuto indican que es muy posible que debamos enfrentarnos a una nueva crisis económica global. Y deberemos sortearla exitosamente, como país y en lo personal.

¿CUENTA MÉXICO CON LO NECESARIO

 PARA CONTROLAR EL COVID-19?

Siguen desplomándose los mercados bursátiles de todo el mundo. Las bajas en los principales índices bursátiles fueron las siguientes: DJI -5.86%, S&P 500 -4.89%, NASDAQ -4.70%, FTSE 100 -1.40%, IPC -2.24%, BOVESPA -7.64%, CAC 40 -0.57%, DAX -0.35%, Shanghái COMP -0.94%, HANG SENG -0.63%, NIKKEI 225 -2.27%.

Y en lo que a los precios del petróleo se refiere hubo inestabilidad durante el transcurso del día.

En estos momentos están confluyendo los efectos funestos de: 1) la aparición e impresionante propagación mundial del coronavirus (COVID-19); 2) la guerra tarifaria que Estados Unidos le declaró a China en 2018; 3) la desaceleración de las principales economías del mundo, incluyendo las cinco más grandes (Estados Unidos, China, Japón, Alemania e India); 4) los cada vez más bajos precios del petróleo a raíz de la desaceleración de la economía global y ahora su desplome después de que Rusia decidió enfrentar a Arabia Saudita; 5) el sobreendeudamiento de las principales empresas estadounidenses como consecuencia de las bajas tasas de interés que en EEUU han prevalecido durante más de 10 años.

Para algunos analistas, la baja de los precios del petróleo y del gas pone en riesgo a muchos bancos que han concedido créditos al sector energético en vista de que muchas petroleras y gaseras podrían dejar de pagar sus deudas. Lo menos malo que pudiera ocurrirles a estos bancos es reducir sus dividendos, lo peor es que también se declararan insolventes.

El 10 de marzo pasado, los analistas Rich Miller y Claire Boston, escribieron lo siguiente en bloomberg.com:

“El coronavirus amenaza con exponer el talón de Aquiles de la economía estadounidense: empresas fuertemente apalancadas. A medida que la expansión económica se extendió a un undécimo año récord y las tasas de interés se mantuvieron en niveles ultrabajos, la deuda comercial se disparó y ahora supera la de los hogares por primera vez desde 1991.

“Las compañías energéticas son especialmente vulnerables, debido a un colapso en los precios del petróleo. Pero no están solas. La deuda vinculada a compañías de viajes como American Airlines Group Inc. y Hertz Global Holdings Inc. se ha visto muy afectada, al igual que las obligaciones de los cines y los casinos”.

De acuerdo con otros especialistas en la materia, “la gran mayoría” de los productores de petróleo de EEUU que utilizan el fracking “no tienen un flujo de caja positivo” y “quebrarán algunas de las empresas más apalancadas”.

Peter Goodman escribió hace algunos días en el New York Times un artículo intitulado “El coronavirus puede encender el fusible en la ‘bomba sin explotar’ de la deuda corporativa”, en donde anota: “… los niveles históricos de deuda corporativa amenazan con intensificar el daño económico. Las compañías que enfrentan graves deudas pueden verse obligadas a reducir costos, despedir trabajadores y eliminar inversiones, en un intento por evitar el incumplimiento”.

En resumen, el mundo parece estar encaminándose a una crisis económico-sanitaria para la cual no hay un solo país que esté suficientemente preparado para enfrentarla.

Ante esta realidad, ¿está realmente blindada la economía mexicana? ¿posee México lo necesario para controlar la dispersión del coronavirus?

 

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