Marie Curie mujer que brindó grandes aportaciones a la ciencia


Marie Curie
  • Fue la primera fémina en recibir un premio Nobel, el de Física.
  • Ocho años después fue reconocida con el galardón de Química.
  • Se cumplen 153 años del nacimiento de la científica polaca.

 

Con su esposo Pierre

«Nada en este mundo debe ser temido, sólo entendido», estas palabras definen el carácter perseverante y luchador de Marie Curie, una mujer que se enfrentó al machismo y el antisemitismo de su época, pero cuya imagen recordamos como la de una persona circunspecta, sobria, reflexiva y de expresión severa. La muerte la sorprendió el 4 de julio de 1934 en Passy, Francia.

Marie Curie (bautizada como Maria Salomea Skłodowska) pasó a la historia como la «madre de la física moderna», nació el 7 de noviembre de 1867 en Varsovia, entonces capital de un país ocupado por Rusia, que tras sofocar varias revueltas nacionalistas acabó imponiendo su lengua y sus costumbres. Con apenas 15 años, María vivió la frustración de no poder ingresar a la Universidad de Varsovia, ya que esta institución no admitía mujeres. Como recurso, Marie tuvo que recurrir a la llamada «Universidad Volante», una institución clandestina, abierta a las mujeres, y que ofrecía a los jóvenes polacos una educación de calidad en su propio idioma. El nombre de «volante» («flotante», según algunos autores) viene precisamente de la necesidad que tenían alumnos y maestros de cambiar constantemente de ubicación para escapar al férreo control ruso.

PACTO DE DAMAS

ENTRE HERMANAS

En 1890, su hermana Bronya había podido cursar estudios de medicina en París gracias al dinero que Maria había ganado ejerciendo como institutriz en Varsovia. Ahora era el momento de que Bronya hiciera efectivo el «pacto de damas» con el que las hermanas se habían comprometido a costearse mutuamente sus estudios. Superadas las reticencias iniciales, Marie aceptó la oferta de su hermana, y en 1891, habiéndose cambiado el nombre por el francés Marie, se matriculó, por fin, en la Universidad de París donde cursó física y química y matemáticas. En 1893 se licenció en física y en 1894, con la ayuda de una beca, se licenció en matemáticas.

ENCUENTRO

CON PIERRE

Con sus hijas Éve e Irene

Marie inició su carrera científica en 1894 con una investigación sobre las propiedades magnéticas de diversos aceros que le encargó la Sociedad para el Fomento de la Industria Nacional. Fue ese mismo año cuando Marie conoció a Pierre Curie, un físico francés, pionero en el estudio de la radiactividad. Desarrollaron una profunda amistad (y algo más), hasta el punto de que Pierre le propuso matrimonio. Al principio Marie no aceptó ya que tenía intención de volver a Polonia, e incluso hay fuentes –algunas cartas que envió Marie a una amiga en Varsovia– que muestran que la relación entre ambos lo era todo menos romántica. ​Sin embargo, Pierre declaró que estaba dispuesto a seguirla, incluso si eso significaba tener que enseñar francés para subsistir. Sin embargo el respeto, el cariño y la pasión que ambos tenían por la ciencia les unió el 26 de julio de 1895. Como era de esperar, tras la boda, la pareja (que tendría dos hijas) consagró su vida a la investigación.

MATRIMONIO UNIDO

 POR LA CIENCIA

En 1896, y animada por Pierre Curie, Marie decidió hacer su tesis doctoral acerca de los trabajos de Henri Becquerel, un físico francés que descubrió accidentalmente la radiactividad durante una investigación sobre la fluorescencia. El 25 de junio de 1903, en la facultad de Ciencias de la Universidad de La Sorbona, en París, Marie Curie, ante un tribunal presidido por el físico luxemburgués Gabriel Lippmann, defendió su tesis doctoral Recherches sur les substances radioactives (Investigaciones sobre las sustancias radiactivas) por la que obtendría un sobresaliente cum laude y su doctorado en ciencias físicas.

INVESTIGACIÓN EN

CONDICIONES PRECARIAS

A partir de 1897, la pareja empezó sus estudios, en los que incluyeron algunos minerales con uranio como la pechblenda, la torbernita o la autunita. El matrimonio no tenía laboratorio propio y la mayor parte de sus investigaciones las realizaron en un cobertizo junto a la Escuela de Física y Química, que anteriormente había sido una sala de disección médica de la facultad. Estaba mal ventilada y no eran conscientes de los efectos nocivos a los que iban a verse expuestos.

Pierre y Marie Curie hicieron la mayor parte de sus investigaciones en un cobertizo mal ventilado que agravó los efectos nocivos de sus experimentos

En julio de 1898, el matrimonio publicó un artículo conjunto en el que anunciaba la existencia de un elemento al que llamaron «polonio», en honor al país de origen de Marie, y el 26 de diciembre de 1898, los Curie anunciaron la existencia de un segundo elemento, al que llamaron «radio», derivado de un vocablo latino que significa rayo. En la investigación se acuñó la palabra «radiactividad».

PRIMERA MUJER

PREMIO NOBEL

En 1903, «en reconocimiento por los extraordinarios servicios rendidos en sus investigaciones conjuntas sobre los fenómenos de radiación descubiertos por Henri Becquerel», junto con Henri Becquerel y Pierre Curie, Marie fue galardonada con el Premio Nobel de Física convirtiéndose en la primera mujer en recibir el preciado galardón. Los Curie no recogieron el premio en persona alegando que estaban demasiado ocupados en sus investigaciones.

A partir del otoño de 1898, el matrimonio empezó a padecer los primeros problemas de salud que los acompañarían el resto de sus vidas. Éstos incluían desde fatiga a inflamación de las yemas de los dedos. El 19 de abril de 1906, la tragedia golpeó a Marie de la forma mas devastadora: Pierre murió a consecuencia de un accidente en París. Mientras caminaba bajo la lluvia fue golpeado por un carruaje tirado por caballos y cayó bajo las ruedas. La caída le produjo una fractura mortal en el cráneo. A pesar de que Marie quedó devastada, quiso seguir con los trabajos de su difunto esposo y rechazó una pensión vitalicia. Durante los años siguientes, Marie sufriría episodios depresivos, aunque encontró apoyo en la familia de Pierre, su padre Eugene y su hermano Jacques. El 13 de mayo de 1906, el Departamento de Física de la Universidad de París decidió ofrecerle el puesto de su esposo y que Marie aceptó con la esperanza de crear un laboratorio de categoría mundial como homenaje a su marido. Marie fue la primera mujer en ocupar un cargo como profesora en dicha universidad y la primera directora de un laboratorio en esa institución. Entre 1906 y 1934, la universidad admitió a 45 mujeres sin aplicar las anteriores restricciones de género en su contratación.

En 1906, la Universidad de París ofreció a Marie el puesto de su esposo fallecido. Se convirtió en la primera mujer en ser profesora de dicha universidad

PREMIO NOBEL

EN SOLITARIO

En 1910, Marie, demostró que se podía obtener un gramo de radio puro y al año siguiente, en 1911, recibió en solitario el Premio Nobel de Química «en reconocimiento por sus servicios en el avance de la Química por el descubrimiento de los elementos radio y polonio, el aislamiento del radio y el estudio de la naturaleza y compuestos de este elemento». Con una actitud desinteresada, no patentó el proceso de aislamiento del radio, dejándolo abierto a la investigación de toda la comunidad científica.

Debido a la contaminación radiactiva, los trabajos de Marie Curie se guardan en cajas de plomo y sólo pueden ser consultados con trajes especiales

Marie Curie murió el 4 de julio de 1934 cerca de Salanches, Francia, a causa de una anemia aplástica –un trastorno raro en el que la médula espinal no produce suficientes células nuevas–, contraída probablemente como consecuencia de la exposición contínua a la radiación. Tampoco su cuerpo se libró de ella. Fue depositado en un ataúd forrado con aproximadamente una pulgada de plomo. Tanto ella como su esposo Pierre están enterrados en el Panteón de París.

En su número del mes de julio de 1934, una época en la que la mayoría de la sociedad y los medios de comunicación aún pensaban que el lugar de una mujer debía ser su casa, la revista Crónica despidió a Marie Curie con estas palabras: «La insigne mujer que, al conquistar para la ciencia un mundo, aportó un nuevo y maravilloso remedio contra el dolor».

LIBRO SOBRE

LA CIENTÍFICA

En la obra de Adela Muñoz Páez se abre una interrogante sobre María Sklodowska-Curie: “¿Una científica genial o una mujer ambiciosa que se aprovechó del talento de su marido? ¿Un ídolo de masas o una persona patológicamente introvertida? ¿Una esposa abnegada o una amante apasionada que destrozó a una familia?”.

También: “Admirada tras ser galardonada con su primer Premio Nobel, compadecida tras la muerte de Pierre Curie y ferozmente atacada tras el escándalo Langevin, fue a la vez venerada en su Polonia natal, aclamada por los estadunidenses y los franceses por el desarrollo de la radioterapia, y minusvalorada por algunos círculos científicos por su condición de mujer”.

Su libro simplemente se titula Marie Curie y se divide en cuatro partes: “Polonia en el corazón”, “París, la Ville Lumiére”, “El descubrimiento” y “Muerte y resurrección”.

RECUERDOS

DE MARIE

Y a manera de preámbulo: “Apoyada en la barandilla del trasatlántico Olympic, Marie Curie observaba cómo el perfil de la ciudad iba surgiendo de entre la niebla conforme el barco se acercaba al puerto.

“El ruido del fondo aumentaba al mismo tiempo que las imágenes cobraban nitidez y Marie comenzaba a distinguir los grupos que formaban la multitud que llenaba el muelle: grupos de girls scouts agitando banderas, comités de bienvenida de vais organizaciones y delegaciones polacas enarbolando pancartas con su nombre, un amenazante grupo de periodistas esgrimiendo cuadernos y cámaras.

“Dos limusinas negras esperaban con el motor en marcha junto a la pasarela por la que los pasajeros habían de bajar. Cuando el barco terminó de atracar, tres bandas acometieron simultáneamente los himnos polaco, francés y estadunidense.

“Solo entonces se abrió paso en la mente de Marie la idea de que esos miles de personas que abarrotaban uno de los muelles del puerto de Nueva York estaban allí por ella.

“Al borde de un ataque de pánico, sólo se tranquilizó al mirar a sus hijas. A sus 16 años, los ojos de Éve brillaban de emoción y orgullo. Iréne, en cambio, tenía esa mirada desafiante que tantas veces le había visto, sobre todo durante los años que habían pasado juntas en los hospitales de campaña.

“Pensó en su hermana Bronia, que había abierto el camino yéndose a estudiar a París. “Seguramente también pensó en Paul Langevin, a causa del cual había sufrido tanto”.

Una mujer excepcional
Maria Sklodowska, conocida por todos como Marie Curie, es una de las mujeres más excepcionales de todos los tiempos.
A los 43 años, se convirtió en la primera científica en recibir dos premios Nobel y la única en hacerlo en dos especialidades distintas: Física y Química.
Hoy se cumplen 153 años de su nacimiento en Varsovia, la capital de Polonia, el 7 de noviembre de 1867.
1. Ganó los premios Nobel de Física y Química en unos tiempos en que la mujer no tenía acceso a la universidad.
2. Fue la primera mujer catedrática en enseñar en las aulas de la prestigiosa universidad parisiense de la Sorbona.
3. Entre sus múltiples aportaciones a la ciencia también consta la invención del término “radiactivo”.
4. Marie Curie es la madre de la física nuclear.
5. Ella y su esposo, Pierre, consiguieron aislar dos nuevos elementos químicos, “polonio” y “radio”.
6. Ella fue la primera mujer en ser sepultada en el Panteón de París.
Sus notas, manuscritos y todo el material conservado siguen siendo radiactivo y se conservan en recipientes de plomo.

EL PRIMER ENCUENTRO

CON SU ESPOSO PIERRE

Hay un episodio muy importante en la vida de Marie: Pierre Curie, con quien se casaría. Y ella relata de la vez en que se conocieron.

“Al entrar en la habitación vi, de pie, junto a la cristalera del balcón, a un hombre joven y alto, con pelo castaño y grandes ojos claros. Vi la expresión grave y gentil de su cara, así como con cierto abandono en su actitud que sugería que un soñador abstraído en sus reflexiones.

“Se mostró muy cordial y me pareció muy simpático. Después de nuestro primer encuentro me dijo que quería verme otra vez para que continuáramos nuestra conversación de esa velada sobre temas sociales y científicos que nos interesaban a ambos y sobre los que teníamos opiniones similares”.

La escritora Adela Muñoz puntualiza: “Esta descripción que hace Marie del primer encuentro con el que había de convertirse en su marido no es ni efusiva ni espontánea, lo cual no es de extrañar, dado que la escribió 15 años después de que él hubiera muerto, pero a pesar de la contención, consigue transmitirnos la emoción del momento”.

Robert Reid, en una biografía de Marie publicada en 1974, dice que cuando se produjo este encuentro “ella era como una planta de invernadero a resguardo tras los cristales”.

Del drama con Paul Langevin, un científico brillante, la buena relación de Marie con él se fracturó porque la esposa de él Jeanne Desfosses suponía que había algo más que relación profesional y un buen día de verano en 1910 la enfrentó y la conminó a que abandonara Francia, amenazando con matarla si no lo hacía.

Ese era el mal recuerdo que en adelante acompañaría a Marie.

Singularmente su hija Irene y el esposo de esta,  Frédéric obtuvieron el Premio Nobel de Química en 1935, repitiendo la historia de sus padres.