Adrián Trejo
Sobrinos y sobrinas, ¿les dieron su calaverita? ¿No? Pues que feo.
Pero no les fue tan mal, si es que de verdad no les dieron.
Al que si le dieron, pero para sus tunas, fue al ex fiscal electoral, Santiago Nieto, que de plano aventó la toalla y ya no quiso saber nada de la impugnación de su despido.
Como saben, Nieto acudió al Senado para que, conforme a sus atribuciones –del Senado, no de Castillo-, fueran los legisladores quienes decidieran si se rectificaba o se ratificaba su cese fulminante.
Y como se armó la de Dios es padre en el Senado, al grado de que ya se hablaba del “secuestro de la Ley de Ingresos’’ para el 2018, Nieto tuvo un gesto de dignidad y decidió retirar su impugnación para que los senadores no anduvieran más a la greña.
Fin de ese primer capítulo.
El que sigue estará mejor.
Sucede que los senadores tendrán que elaborar una convocatoria para elegir al nuevo fiscal electoral; y este asunto sí urge porque el proceso del 2018 ya está avanzado y no sería bueno ni justo que el país anduviera así sin fiscal, nomás por sus azules.
Y conste no que no hablamos de los panistas, que son quienes más peros le pusieron al despido, sino de los otros azules.
Tampoco hablamos del Cruz Azul, que se quedará sin técnico en dos semanas –o menos-, porque el español Francisco Jémez se la pasa gimiendo de que no le hacen caso, que la inseguridad, que si son unos imbéciles, que si el frío, que si las arañas.
Ya saben, lo de siempre; un extranjero de medio pelo que le vendió espejos a los dueños del Azul y ahora no sabe cómo regresar dignamente a la madre patria.
Pero creo que ya me desvié del tema de esta gustada y comentada columna.
O sea que, ahora vamos a ver si efectivamente en la selección del nuevo fiscal electoral se tomarán en cuenta conocimientos, merecimiento académico, experiencia de campo y no compadrazgos, amiguismos, intereses partidistas y todo lo que ya sabemos que ocurre en una elección en manos del Congreso.
¿Habrá en el país algún especialista en la materia que no tenga vínculos partidistas? Seguramente sí, ahora los senadores tienen la obligación de hallarlo antes de que suenen las doce campañadas, digo campanadas, o la carroza se convertirá en calabaza y los corceles en ratas (sin alusiones personales).
Si ustedes conocen a un candidato que dé el perfil, háganselo saber por favor a Emilio Gamboa, Fernando Herrera, Manuel Bartlett, porque vaya que necesitan asesoría.
DE LOS LLAMADOS INDEPENDIENTES
En un auténtico carnaval se ha convertido la recolección de firmas de los llamados candidatos independientes a la Presidencia del país.
Una aplicación para teléfonos móviles, creada por el INE y facilitada a los suspirantes y a sus operadores, permite capturar los datos de la credencial de elector de los simpatizantes y esos datos se envían a una base de datos del propio Instituto donde se van contabilizando.
El caso es que desde el principio del plazo para la recolección de firmas, hace quince días, los candidotes, digo, candidatos, comenzaron a quejarse de que la aplicación tenía fallas porque no reconocía los datos de muchas credenciales de elector vigentes.
La queja, justificada, sin embargo tiene también su lado oscuro.
Como los futbolistas marrulleros que nomás sienten que les soplan en la nuca y se caen y se revuelcan “de dolor’’, como tlaconetes con sal, así varios de los llamados independientes han comenzado a fingir.
El que más ha protestado y por cierto el que menos firmas a recolectado al momento de escribir estas líneas, es Pedro Ferriz de Con.
Quién sabe si andaba pasado, o se había fumado unos de esos que vendía María Sabina cuando se aventó la puntada de querer ser presidente de México.
¿Con qué méritos? ¿Sólo por decirse perseguido de Peña? ¿Acaso en algún momento, alguien le ha oído explicar su proyecto de país? ¿Conoce alguno de los miles de lectores –ajá- de esta columna cuál es su proyecto de seguridad? ¿Y de economía?
Y como Ferriz, hay otros que realmente serían un peligro para México, y no me refiero sólo al rayito de esperanza.
La que lleva más firmas recolectadas es Margarita Zavala; seguramente ella sí llegará a la meta de las 866,596 firmas que se requieren para figurar en la boleta como independiente.
Si usted va a regalar su apoyo a alguno de estos suspirantes, no lo eche a la basura; fíjese a quién se lo va a dar –el apoyo-.
DEL PRESUPUESTO DE EGRESOS
Las dos próximas semanas los diputados federales discutirán, modificarán y en su caso aprobarán el presupuesto de Egresos de la Federación para el próximo año.
Mucho es el frío y poca la cobija.
Así que la rebatinga se pondrá, literalmente, de a peso.
Para empezar hay que seguirle el paso a los diputados en dos temas: la desaparición del llamado fondo de los moches o de “Fortalecimiento Municipal’’, constituido con 10,000 millones de pesos.
Este fondo se repartía entre los 500 diputados –de a 20 melones por cada uno- dizque para obras comprometidas en sus distritos.
Pero la experiencia demostró que en realidad, el dinero se entregaba a los presidentes municipales para las obras a cambio de una módica comisión o “moche’’ que iba del 10 al 50 por ciento, depende de cómo se dejara el edil en cuestión.
Fue César Camacho Quiroz, del PRI, el que propuso su eliminación.
El otro tema al que hay que ponerle lupa es a la eliminación del financiamiento público a los partidos políticos.
Desde de los sismos de septiembre, todos pero toditititos los partidos estuvieron de acuerdo en destinar esos 6,700 millones de pesos que corresponden al financiamiento público para el 2018 a partidos, se utilizara para la reconstrucción.
Todos dijeron que sí, que habían escuchado la queja de la sociedad y bla, bla, bla, bla, bla, como la canción de Charly García.
Pero la realidad es que ninguno, ni uno solo, ha movido un dedo para que la propuesta se haga realidad en el presupuesto del próximo añ0.
¿Nos tomaron el pelo cuando andábamos más sensibles?
Parece que sí.
