La Tía Justa: Guía para la austeridad republicana


La era Tupperware entre políticos

Queridos sobrinos y sobrinas, su tía preferida, contagiada hasta las anginas de esta política de austeridad republicana que han puesto de moda los diputados y senadores de Morena, se ha dedicado en los días recientes a elaborar una lista de acciones encaminadas a contribuir al ahorro de miles de millones de pesos que se supone se lograrán llevando su lonche en tupperwere.

No podemos sino sumarnos a esta política en contra del dispendio presupuestal, del derroche, de la vida de jeques que dan o se dieron nuestros políticos –bueno, la verdad no todos, sólo el 101 por ciento-.

Así que, aquí se las dejo caer.

Es la lista de acciones con las que su tía amada se suma, con humildad republicana también, a la política austera, casi miserable de nuestro futuro.

1.- Prohibido comprar ropa y zapatos en Liverpool o el Palacio de Hierro.

Un político de Morena que se respete debe sacar su out fit  a crédito en Coppel o en Milano; no debe firmar a más de 24 meses porque igual se muere de inanición en ese periodo.

La otra alternativa que ofrece la ley es que organicen tandas en la oficina, pero en lugar de que sea de Colchas Concord u ollas de presión Vasconia, que sea de trajes cuyo precio debe ser inferior a lo que cuesta un pantalón de manta.

Legisladores y políticos acudirán a los tianguis

Para la compra de zapatos, la dirigencia del partido organizará tómbolas anuales en las que se podrán intercambiar calzados y hasta, en una de esas, tener la inmensa fortuna de llevarse unos zapatos Flexi n-u-e-v-c-i-t-o-s, de paquete.

2.- De la compra de electrodomésticos y su uso en casa y oficinas.

Queda estrictamente prohibido para cualquier funcionario público emanado de nuestro H. Partido –y para los otros también-,  adquirir artículos de lujo como estufas de gas o eléctricas, hornos de microondas y pantallas planas.

Las estufas serán sustituidas por hermosos anafres –queda prohibido, por razones de discriminación utilizar la palabra bracero-, hechos de latón por artesanos mexicanos.

Con ello combatimos al capitalismo feroz que nos quiere poseer y de paso fomentamos la mano de obra y artesanías nacionales.

Los hornos de microondas, sobre todo los que se utilizan en las oficinas públicas para calentar el lonche, serán sustituidos por hornillas eléctricas, de esas que tienen una base de barro y un como resortito redondo, con el objeto de eliminar el riesgo de cáncer de colon y de estómago –hago una pausa aquí para explicar-, que científicamente está comprobado producen las microondas.

Esta ley contempla el incremento del recibo de luz por el uso de las hornillas –que deberán comprar a un familiar de Martí Batres, que ganó limpiamente la licitación pública 007/18.5-, el cual será pagado de la siguiente manera:

¿Disminuirán ventas de Oxxo ante la austeridad republicana?

El primer bimestre la secretaria del director; el segundo bimestre, el particular; el tercer bimestre el de la limpieza, el cuarto bimestre por el del archivo y el quinto le corresponde, como siempre, al Jefe.

3.- De los Festejos de cumpleaños y fiestas cívicas en las oficinas públicas

Este gobierno reconoce que las tradiciones son las tradiciones y no se pueden eliminar así como así de un chingadazo.

Pero tiene que haber reglas.

En el caso del cumpleaños de la secretaria del Director, subsecretario o Secretario, queda prohibido regalar pedir cooperación a los jefes para la compra del pastel de La Esperanza o del Sam´s.

Quienes deseen hacer una celebración por el onomástico de alguno compañero o compañera, deberán traer desde sus casas, en un tupper bien sellado para que no se escurra, el pastel, el flan imposible, los tamales y el champurrado o arroz con leche.

NO habrá permisos para salir al OXXO por los vasos y platos desechables; estos serán sustituidos por hojas del archivo muerto o el papel de estraza sobrante del baño.

Legisladores que no llevan Tupperware dejan su basura

Las ventas de zapatos, cobijas, trajes y vestidos por catálogo estarán permitidas siempre y cuando el ofertante acepte bajo su propio riesgo el hecho de que esta política de austeridad podría costarle el puesto a su cliente en cualquier momento.

Si este fuere el caso, la dependencia en cuestión no tendrá responsabilidad ni pagará la tanda ni los abonos que en su momento quedará a deber el difunto. Bueno, no difunto, el desempleado pues.

Queremos ser partícipes activos en esta cuarta transformación, para lo cual nos sumaremos con alegría y convicción –algunos dicen que con hambre pero no los pelen-.

Y para que no haya duda de nuestra decisión, a partir de la publicación de esta ley, de la reducción brutal de los salarios de los servidores públicos, del despido masivo de burócratas, y para que liberarnos de los OXXOS, con orgullo anunciamos que regresan las tiendas de raya.

(Aquí es donde todos se ponen de pie y aplauden)