Adrián Trejo
Oaxaqueños y oaxaqueñas, permita presentarme.
Soy la Tía Justa, dama acomodada –en donde se pueda-, de buena familia –la mala son diputados-, enterada y preocupada por los problemas del país.
Soy bien conocida en las redes sociales, en el jet set nacional, aunque no le hago el feo a las clases populares de las cuales he aprendido a defenderme en su muy fino vocabulario.
Mi intención es que, a partir de ahora y cada semana, gracias a la invitación de mi sobrino Carlos -¿ustedes quieren a Carlos?-, compartamos anécdotas de poder, chismes, información veraz, adelantada, de los temas que nos apasionan y aprisionan en el país y en nuestro querido estado.
Hecha pues la presentación, voy a lo mío.
Dejen que les cuente que en días pasados coincidí con una compañera de primaria que ahora es diputada. Lo curioso del asunto es que 40 años después ella no ha pasado de la primaria pero ahora ya es diputada.
Mi amiga legisladora votó a favor de todas las iniciativas que se han votado en San Lázaro; ni ella misma sabe cuáles ni cuántas fueron.
Pero eso sí, me aventó un discurso reivindicador de las clases populares, del derecho a la manifestación y la protesta y hasta la obligación que tenemos todos los mexicanos encabronarnos por el alza del precio de las gasolinas, el diesel y las tarifas de electricidad.
-Amigui, pero si votaste a favor del presupuesto de este año que ya incluía la liberación de los precios de las gasolinas-, me aventuré a increparla.
-No, eso es una cosa y otra es otra. O sea, te explico, en la jerga legislativa se apoyan, acompañan y saludan las iniciativas antes votarlas y luego ya.
Me sorprendió la respuesta porque, en primer lugar, pues ya cambió de jerga, y en segunda, porque sigue hablando como en el kínder.
-¿O sea cómo? ¿Se puede “saludar’’ una iniciativa?-, pregunte con cara de no me chingues.
-Uyy manis, se ve que no has avanzado. Luego, luego te sale el código postal. ¿Pues de cuál valle eres?. ¡Claro que se saluda a una iniciativa! O sea, mira, saludar es decir, que esta chida, que se ve y suena bien. Ya luego la votamos.
-¿Pero a poco no sabías lo que estabas votando y sus consecuencias?-, insistí con la representación de los jodidos.
-Ay, no ma…na. Si apenas tenemos tiempo de medio leer la carátula, ¿cómo vamos a tener tiempo de leer 800 cuartillas sin espacio a doble cara? También semos humanos.
-Pues la verdad amigui, me parece que se han cometido errores de cálculo.
-¡Eso si amigui! Por ejemplo, a mí me dieron mi bono de 150 mil pesos, pero tenía que ser por lo menos del triple por los compromisos que hice en mi distrito…
-¡Me refiero a los cálculos políticos!
-¡Ah, esos. Pues mira, no lo creo. El líder nos dijo que se iba a poner la cosa fea las primeras dos semanas. Después bajaría el asunto gradualmente y en tres meses ya se le olvidó a la gente. Porque eso si eh, somos de corta memoria.
-Puede ser pero el encabronamiento ya está más generalizado y lo mismo abarca clases sociales bajas, medias y altas…
-Pero amigui, recuerda que cuando hay crisis el librito recomienda crear un problema para después vender la solución. Pronto el alboroto bajará..
-¿Y tu no bajarás?, al suelo de los mortales, quiero decir…
-Como representante del pueblo siempre estoy a sus órdenes. Ahora mismo voy a recibir en mi oficina de San Lázaro una comisión.
-¿De campesinos?
-No, una comisión por un asuntito que resolvimos para un grupo de em….
-¡Calla boca! Atrás, animal del demonio! Eso es lo que tiene enardecida a la raza. Más que el alza de las gasolinas, es la corrupción, la impunidad que ésta genera.
-No es cierto. Ahora mismo estamos impulsando una comisión para investigar a dónde se Cué, digo, a dónde se fue el dinero destinado a hospitales y otras obras aquí en Oaxaca.
-¿No me digas que tendremos nuestro propio Duarte en el estado?
-Aún no, pero puede que dentro de poco salte la rana. Porque así como que muy tranquila no fue la transición. Ya el nuevo gober tendrá la información en sus manos para proceder. Y como dijo José Feliciano, ya veremos.
Veremos.
