Sobrinos y sobrinas, chicas y chicos, me da gusto que nos podamos reencontrar otra semana en este medio de comunicación.
Ha sido una laaaargaaaa semana; me toman por sorpresa algunos de sus comentarios sobre los temas de actualidad, pero así es este negocio, cada quien es libre de pensar y sentir lo que quiera.
Por eso es importante este espacio y la posibilidad de interactuar con ustedes, queridos sobrinos.
Vayamos pues a la materia.
La nota de la semana sin duda ha sido la difusión de un tercer video en el que se ve a la diputada local de MORENA, por Veracruz, Eva Cadena, embolsarse un millón de pesos por haber presentado un dictamen para reformar una ley, que nunca supimos cuál fue.
Evidentemente qué este tercer video terminó por acabar con el mito del “complot’’ que siempre esgrimen López Obrador y sus creyentes, cuando son exhibidos cometiendo justamente los excesos que critican.
LO GRAVE DEL CASO
Pero lo realmente escabroso del tercer video, no es que la señora se haya embolsado un millón de varos, sino que haya dejado en evidencia la forma de operar de los Congresos.
Y es que después de la exhibición del material, nadie duda –y si no lo creen vean los comentarios debajo del video- que todos los diputados, locales y federales, son iguales y trabajan de la misma manera.
En el Congreso de la Unión, por ejemplo, después de las “sospechas’’ de que algunos legisladores eran “maiceados’’ por representantes de empresas, se aprobó un reglamento para normar el trabajo de los cabilderos.
Es cierto que todos –y todos son todos-, los sectores del país pueden atacar una ley o reforma cuando sienta que saldrán perjudicados –el último lance que vimos fue el de los dueños de los delfinarios en contra de la iniciativa del Verde para eliminar estos espectáculos-, pero hay de modos a modos.
Un legislador se supone que siempre está del lado de los votantes, no de los intereses de los particulares o de los partidistas. Esto último es, desde luego, una utopía.
Exhibir que se puede vender la conciencia para favorecer a un sector empresarial –el que sea-, no deja bien parado a ningún legislador.
Por ello el propio Congreso veracruzano, tan cuestionado, decidió emprender acciones legales en contra de la aún diputada de MORENA.
Seguro que perderá el fuero, porque el agravio no fue verla recibiendo unas bolsas de dinero, sino que la imagen se hiciera pública.
La misma Fiscalía del estado pidió ya el desafuero.
Y entre tanto tango, no deja de ser sorprendente la indiferencia –o cinismo- de López Obrador, que había dicho que la señora no era corrupta.
Y EL TEMA DE DELFINA…
Como tampoco ha declarado sobre el hecho comprobado de que su candidata al gobierno del estado de México, Delfina Gómez, haya aceptado que les robaba el 10% de su salario a los trabajadores del municipio de Texcoco cuando fue presidenta municipal.
“No se los quité, ellos me lo pidieron’’, dijo en su defensa.
Hasta ahora no recuerdo –y miren que tengo buena memoria- a un solo trabajador, uno, que haya salido corriendo a decirle a su jefe que le descontará el 10% de su salario y lo depositara en cuentas particulares a nombre del cacique del partido y padre político de Gómez, Higinio Martínez.
Puede ser que el silencio de AMLO se debe a que él fue quien institucionalizó el diezmo en el PRD cuando fue jefe de Gobierno del DF.
A todos los trabajadores de mandos medios y superiores, les rasuraban el salario.
Los perredistas se han defendido diciendo que es una práctica común entre los partidos políticos.
Si, lo es, pero lo tienen bien claro en sus documentos.
En el caso del PRD, es escándalo de Delfina se sustenta en dos motivos: primero, que el dinero NO fue a una cuenta del partido sino a cuentas particulares que administraba Higinio Martínez.
Y segundo, que se replicó una práctica que el propio PRD condena a otros partidos.
¿Entonces? ¿Somos o nos hacemos?
ROBO HORMIGA DE COMBUSTIBLE, CRECIÓ DESMESURADAMENTE
No deja de asombrarnos cómo es que la delincuencia se ha ido apoderando paso a paso de más actividades económicas.
Para nadie es secreto que toda la piratería que se vende en el país es manejada por dos grupos de delincuentes que lo mismo imponen precios que cuotas.
En caso del robo de combustible, que venía ocurriendo de forma “hormiga’’ desde hace años, ahora se ha destapado de tal manera que las pérdidas de Pemex por ese delito suman miles de millones de pesos al año.
Tres estados concentran el mayor hurto de combustible: Guanajuato, Tabasco y Puebla.
En Tabasco, por donde corren miles de kilómetros de ductos…
Igual ocurre en las otras entidades.
El grave problema que vemos aquí, es que esta actividad conocida como “huachicolear’’ va ganando base social.
Un grupo de encapuchados, en represalia por una acción del Ejército que abatió a media docena de huachicoleros y detuvo a una docena, cerró por varia horas la autopista Puebla-Orizaba con camiones que robó e incendió.
Estas personas utilizaron a niños como escudos humanos cuando llegaron las fuerzas federales a tratar de retirarlos.
Pero también había un número importante de habitantes del municipio en donde fue detectada la toma clandestina de combustible, protestando por las acciones del Ejército.
Es una práctica común que los delincuentes utilicen escudos humanos, niños, mujeres y ancianos, a quienes obligan a participar en esos eventos so pena de hacerles algún daño.
Lo que se vio el jueves en la Puebla-Orizaba da para pensar que, efectivamente hubo obligados, pero también espontáneos que han hecho del robo de combustible su modo de vida.
Y Puebla está a tiro de piedra de Oaxaca…y la Ciudad de México.
¿TÚ QUIERES A CARLOS?
Quiero concluir esta plática con ustedes, sobrinos y sobrinas, con un agradecimiento en particular.
Su Tía preferida tuvo unos meses complicados derivados de una situación ajena a ella y en ese tiempo, siempre conté con la amistad y solidaridad de mi sobrino Carlos, al que todos quieren.
De mi sobrino aprendí una lección importante: que la persona, el amigo, siempre está por encima del reportero.
Y eso no es poco cosa.
Sobrino, muchas gracias.
