La Tía Justa: El PRI quita candado y la PGR se lo pone a Julión y Rafa


Julion Alvarez

Adrián Trejo

Sobrinos y sobrinas, ¡qué semana la que pasó!

Entre la reforma a los estatutos del PRI y las acusaciones de Estados Unidos en contra de Julión Álvarez y Rafael Márquez, el debate de café estuvo a todo lo que da.

El PRI, como saben, quitó el candado que obligaba a quienes querían competir por un puesto de elección popular, a tener 10 años de militancia comprobada.

El famoso candado, pues.

Los militantes del tricolor estaban parados de uñas porque el requisito era para ellos exclusivamente y no para los simpatizantes, lo cual consideraban inequitativo para la competencia interna.

Así que, para emparejar la cancha, se eliminó ese requisito para la militancia, por lo que cualquier priista o simpatizante del tricolor puede aspirar a una candidatura, ya sea para gobernador o para presidente de México.

Mariana Moguel
Mariana Moguel

Y ahí está la cuestión.

Todos creen que la reforma tiene que ver exclusivamente con la candidatura presidencial, pero no deben de olvidar que el próximo año también se elige a 9 gobernadores, incluido el jefe de gobierno de la Ciudad de México.

Aquí en la CDMX, el PRI no existe.

Bajo la conducción de Mariana Moguel, hija de Rosario Robles, lo que quedaba del PRI capitalino se fue a la basura.

Bueno, con decirles que bajo la dirección del rey de la basura, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, el PRI de la CDMX iba recuperando espacios, los mismos que enterró Moguel a la que, sin embargo, usted verá como diputada federal el próximo año.

No por su buen trabajo, desde luego, porque ha sido una pésima dirigente, tanto que seguramente el tricolor de la capital se irá hasta el cuarto o quinto lugar en la elección del 2018.

Pero la mamá tiene buen cartel y es bien apreciada en Los Pinos.

Regresando al tema de la reforma estatutaria, el PRI se quiso lavar la cara y aprobó la inclusión de una Comisión de Ética y Rendición de Cuentas, dizque para evitar casos como los de Javier Duarte o Roberto Borge, pero no está bien claro cuáles serán las sanciones.

Porque eso de “expulsarlos del partido’’ suena más a broma que a castigo.

Roberto Borge
Roberto Borge

Otro tema que será materia de comentarios en todos los cafés del país es la prohibición del “chapulineo’’, es decir, de que diputados o senadores puedan brincar de una Cámara a otra por la vía plurinominal.

La decisión afecta a priistas más viejos y dicen que “más sabios’’ o experimentados como Emilio Gamboa, Manlio Fabio Beltrones, entre otros, que por lo menos las dos últimas décadas se la han pasado brincado de diputado a senador y viceversa.

Beltrones dijo incluso que la decisión puede ser recurrida legalmente, pues estaría atentando contra el derecho constitucional de la reelección.

Ya se verá.

Por lo pronto las hordas tricolores festejaron como si hubieran ganado ya la Presidencia.

Y sobre el particular, la eliminación del requisito de los 10 años de militancia.

Puede ser, pero también puede ser que no estén distrayendo y el santo dedo apunte a otro candidato, priista de formación, con mejor imagen y, sobre todo, que sea parte del grupo político que gobierna el país.

¿Le suena algún nombre?

Yo nomás le digo que no pierda de vista lo que sucede con el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno, Alito, que está haciendo bien las cosas en su estado y está muy cerca del ánimo del presidente Peña.

Todo puede pasar.

Rafael Marquez
Rafael Marquez

MÁRQUEZ-ÁLVAREZ

Ahora les tocó a Julión Álvarez y Rafael Márquez se acusados por el Tesoro de Estados Unidos de supuestos nexos con la delincuencia organizada.

Y todo porque, según se sabe, se asociaron con un “empresario’’ ligado al cartel de Jalisco, y por lo tanto son considerados parte de la trama de lavado de dinero.

No es la primera vez que un deportista o un cantante se relacionan accidentalmente con personas non gratas.

A Vicente Fernández, Alejandra Guzmán, Joan Sebastián, entre muchos otros, se les ha acusado de cantar en las fiestas privadas de los capos.

La defensa de cantantes ha sido que cuando los contratan ellos no investigan a la empresa que les paga; si no hicieran, entonces no cantarían en casi ningún lado.

Parece que lo mismo le pasó a Julión y a Rafa Márquez.

Este último es quién peor la ha pasado.

Nomás se supo del problema y  perdió patrocinios, fue dado de baja de su club y casi casi puede dar por terminada su fructífera carrera.

Del mundial en Rusia mejor ni hablar, solo que sea como comentarista o auxiliar, pero mientras el Tesoro de EUA no lo borre de la lista negra, se verá como apestado en cualquier estadio y equipo.

Julión dejará de obtener regalías de todas las plataformas, tendrá que cancelar sus decenas de conciertos programados en EU de aquí a que se aclare el asunto –pueden ser hasta 10 años- y muy probablemente los empresarios mexicanos decidan cancelar sus contratos o de plano ya no contratarlo nomás para que no se vean involucrados.

Se supone que ambos son inocentes hasta que se les compruebe su participación en el ilícito del que son acusados, pero en México y en Estados Unidos ya se les enjuició y se les declaró culpables, sin que pudieran defenderse.

Sobre todo en las redes sociales que se han enseñado con los dos, como una venganza del ejército de imbéciles del que hablaba Umberto Eco que tienen acceso a una computadora o a un teléfono más inteligente que ellos.

Ojalá que su caso se resuelva conforme a derecho y no conforme a las circunstancias políticas que marcan la pésima relación entre nuestros presidentes.

Ni hablar.

Rosario Robles
Rosario Robles