La Tía Justa: De porras y porro


El gobernador Alejandro Murat Hinojosa signa convenio con el IMSS.

Encarcelan y fichan a ex gobernador Rodrigo Medina; ordenan liberarlo.

Adrián Trejo

Sobrinos y sobrinas, una semana de sustos y sobresaltos que provocaron que hasta se me espantara la leche.

Dejen aventarles una pregunta: ¿qué hubieran hecho ustedes en el lugar del presidente Enrique Peña con la invitación –fallida- del porro Donald Trump?

La reunión, como ustedes sabe, se canceló el jueves luego de que el porrín de marras enviara un mensaje, vía twitter, de que si México no aceptaba pagar la construcción de su famoso muro “entonces no tenía objeto la reunión’’ y que ésta –o sea la reunión-, se reprogramaría cuando nuestro país “tratara con respeto a Estados Unidos’’.

Casi me vomito ante tal cinismo –no lo hice porque luego sale en la revista Quihúbo que lo hago por anorexia y que quién sabe qué.

El centro del debate cambió; ya no fue si debía ir o no, sino qué posición tomar ante la insolencia y el maltrato del que ha sido objeto nuestro país.

 

BROTARON EXPERTOS

Y, como sucede en estos casos, los expertos en relaciones internacionales, en geopolítica, en comercio internacional, surgieron por millones en las redes sociales.

Hubo quienes casi casi pedían que le declaráramos la guerra al güero zanahoria hasta quienes aseguraban que lo más mejor sería devolverle golpe por golpe, es decir, impuesto por impuesto, ladrillo por ladrillo.

En las redes comenzaron a circular cadenas que pedía dejar de consumir en establecimientos como el Walmart, el McDonald ´s,  dejar de consumir Coca Cola, no comprar autos de marcas estadounidenses, etcétera, etcétera.

No comparto esa opinión.

De hecho es darse un balazo en un pie.

Cierto que muchas firmas son estadounidenses pero sus trabajadores, en el 99% de los casos, son mexicanos.

Walmart es uno de los principales empleadores en México; puede uno estar o no de acuerdo con sus políticas de negocio y laborales, pero en el momento en el que la cadena comience a perder, cerrarán tiendas y muchas comunidades de todo el país lo resentirían.

Igual pasa con los autos, o con las hamburguesas o los cafés que hay en cada esquina.

¿Por qué saco esa conclusión?

Échenle un ojo a las estadísticas sobre empleos del IMSS y del INEGI.

No se puede boicotear el empleo de nuestros compatriotas y menos en este momento.

Lo que está a la vista es otra andanada de agresiones del porro hacia nuestro país.

Pero mi percepción es que este conflicto ha unificado a la dispersa sociedad mexicana y a su también atomizada clase política.

La última ocasión en la que ese mismo ánimo se percibió fue en 1938 cuando el general Lázaro Cárdenas expropió a compañías inglesas y canadienses la industria petrolera.

Podemos aprovechar la coyuntura y lograr entre los partidos políticos y la sociedad un verdadero, auténtico, único, pacto por México, independientemente de los colores, equipo de futbol, religión, preferencia sexual o lo que sea.

Lo importante desde luego es rescatar el valor de la unidad.

Y si no es ahora, ¿entonces cuándo? ¿Cuándo bombardeen una ciudad fronteriza?

ti justa rodrigo medina

NO TODO ES TRUMP 

La vida del país, sin embargo, continúa.

En el ámbito local, o sea de mi amada Oaxaca, habrá que destacar el hecho de que el gobernador recién estrenado, Alejandro Murat, hizo lo que debió hacerse desde hace varios años para evitar el desgarriate que trae el sistema de salud estatal.

Murat firmó con el director del IMSS, Mikel Arriola, un convenio mediante el cual el estado le entra al sistema de compras consolidadas de medicamentos.

¿Qué significa esto?

Que la Secretaría de Salud estatal ya no será la encargada de comprar los medicamentos para los hospitales locales, proceso que siempre estuvo empañado con la sospecha de la corrupción.

El proceso se hará mediante licitaciones a nivel federal lo que en sí constituye un acto de transparencia del actual gobierno estatal además de que le permitirá el ahorro de algo así como 700 millones de pesos al año.

Nada mal.

Además, Murat anunciará la continuación de la construcción de las dos autopistas pendientes, que le cambiarán el rostro al estado.

Y hay más planes en cartera. Lo interesante del asunto es que no son solo planes en el papel; la mayoría tiene una avanzada negociación tanto en los aspectos financieros como políticos y sociales.

Cierto, es muy poco tiempo para poder diagnosticar con mayor certeza el comportamiento de este gobierno, pero en los números y en los proyectos –todos aterrizables con buena voluntad y el capital necesario- se ve bien.

Dejemos que transcurra el tiempo.

 

UNO MENOS… O ¿UNO MÁS? 

El miércoles pasado un juez de control ordenó el encarcelamiento del ex gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, acusado de haber favorecido a la armadora Kía con beneficios fiscales por 3 mil 200 millones de pesos en perjuicio de las arcas estatales.

Medina fue internado en la cárcel de Topo Chico pero, presten atención, ni habían pasado 24 horas cuando un juez federal le enmendó la plana a su contlapache y ordenó liberar no a Willy, sino a Medina que gozaba de un amparo.

Pues con todo y su amparo, que por cierto se lo hicieron rollito, Medina fue fotografiado con el uniforme naranja del penal y fichado como delincuente.

No estamos defendiéndolo, ojo, no se confundan ni se hagan bolas; jueguen otro juego pero ese no.

Lo que se cuestiona es ¿cómo puede ser posible que un juez ignore los procedimientos legales que cualquier pasante se sabría de memoria?

Puede que la justicia declare culpable a Medina o puede ser que no, pero no deja de molestarme ese tufo a revancha que se huele en sonados casos de políticos lo que hace que todos, de verdad todos, desconfiemos en un sistema penal que debía ser transparente.

¡Guácala!