La Tía Justa: Andrés Manuel López Obrador


Andrés Manuel López Obrador

Por Adrián Trejo

Por esta vez las encuestas no se equivocaron y ganó quien las encabezó de principio a fin.

Sobrinos y sobrinas cumplidos, ciudadanos responsables y comprometidos con la democracia, el nuevo presidente será tabasqueño.

Y como no se veía desde los setentas, el presidente para el periodo 2018-2024 tendrá la mayoría absoluta en las Cámaras de Diputados y Senadores para hacer las modificaciones constitucionales que crea convenientes.

El todopoderoso, pues, llegará legitimado por el mayor porcentaje de votos que haya registrado un candidato presidencial, cerca de 30 millones de votos.

Yo no se ustedes, pero aún cuando se preveía que ya saben quien ganaría las elecciones, la sorpresa fue el margen con el que ganó y la forma como aplastó, literalmente, a los llamados tres grandes: PRI, PAN y PRD.

Salvo por Guanajuato, que ganó el PAN aliado con el PRD, todo el país se pintó de guinda.

Ya lo saben porque lo han leído y ustedes siempre están al tanto de la información, pero no deja de sorprender, por ejemplo, que el PRD haya perdido el gobierno de la capital del país y el hecho de que no tendrá ni un diputado al primer Congreso que tendrá la Ciudad de México.

Carlos Urzóa

NI UNO SÓLO

Como sorpresa es que el PRI sólo ganó la senaduría de Yucatán y Morena ganó 24 de 32 posibles; que el PRI tendrá menos diputados que el PT y que el PES y que el PRD esté en riesgo de perder su registro nacional, al igual que el propio PES, el Verde Ecologista, Nueva Alianza y el Movimiento Ciudadano.

Y aunque el ganador ha dicho que no habrá imposiciones desde el Congreso –ajá-, contará con la mayoría suficiente y los aliados necesarios para ocuparlos en caso de necesitar la mayoría calificada para alguna modificación constitucional, por ejemplo.

La mayoría calificada son las dos terceras partes de cada Cámara, por si andaban buscando en Google qué era eso.

Así que con este panorama, el escenario político nacional cambió drásticamente como cambiará también la administración federal, esperemos que para bien.

Alfonso Durazo

SECRETARÍA DE SEGURIDAD

De entrada, ya pueden ir apuntándose si quieren trabajo en la nueva Secretaría de Seguridad Pública Federal que se creará a partir del 1 de diciembre próximo.

Esta Secretaría fue creada por Fox, utilizada por Calderón -¿se acuerdan de Genaro García Luna?- y desaparecida por Peña Nieto.

Sus atribuciones fueron llevadas a la Secretaría de Gobernación que no sólo se encargó, durante este sexenio, de la seguridad interior sino de la seguridad pública con los resultados que mucho hemos visto y otros muchos han padecido.

Pues bien, la súper Secretaría de Gobernación, que se hizo obesa con Peña, perderá el control de la seguridad pública, incluido el control del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), que desaparecerá como lo conocemos y será reemplazado por otro organismo “que no se dedique a espiar a políticos o ciudadanos para beneficios personales, de grupo o de partido’’, según explicó Alfonso Durazo quien será el nuevo secretario de Seguridad Pública.

¿Qué va a quedar entonces de Gobernación?

Muy poco, según se ve.

También el nuevo gobierno prevé que se descentralicen algunas Secretarías como la Sagarpa y la Sedesol, entre otras, y que estén más cerca de la gente que realmente necesita resolver un asunto del campo o de los programas para abatir la pobreza y no tengan que venir de algún lugar de la sierra a la capital del país.

Suena bien, pero también es cierto que ello generará serios conflictos laborales, pues muchos trabajadores actuales seguramente no querrán mudarse de domicilio ya sea por las escuelas de los hijos o por el trabajo del cónyuge o simplemente por economía.

Suponemos queridos sobrinos, que el equipo del candidato más votado estará analizando ya las alternativas a esos posibles conflictos laborales.

Y está también la promesa de reconstruir las seis refinerías que tiene el país y que se están cayendo a pedazos y la de construir por lo menos una nueva, a pesar de que en el mercado internacional la cosa es al revés.

No habrá gasolinazos, prometieron

Son promesas de campaña, desde luego, pero algo tendrá que cumplir inmediatamente a su arribo al poder el nuevo presidente para no desencantar a los millones de mexicanos que creyeron en él.

Por lo pronto su próximo secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, ya declaró que no habrá “gasolinazos’’, pero que el precio de los combustibles se incrementará de acuerdo con la inflación mensual.

Eso estaba haciendo Calderón desde el 2008, hasta que el año pasado la actual administración decidió que fuera el mercado internacional el que definiera los precios de las gasolinas, el gas y el diesel.

Lo bueno es que en el 95% del país las elecciones transcurrieron en paz, como de ser, y en el 5% restante, Puebla por ejemplo, serán los números los que pongan en paz a los que con violencia reclaman lo que no ganaron en las urnas.

Así que chiquillos y chiquillas, prepárense para el México que viene.