La Ley de Herodes, Juan Vargas y la «enorme» fortuna de Margarita García García


Alejandro Moguel

En Oaxaca, la versión femenina de Juan Vargas ¿lo recuerda? El protagonista de La Ley de Herodes, lo reedita Margarita García García. A uno lo sacaron del basurero, a la dama en mención, de un plantón, que para el caso de Oaxaca es muy similar, pues convierten el Zócalo en un verdadero cuchitril.

Su historia es una muestra de que el autoritarismo, la corrupción y la ambición del poder no es únicamente de la clase gobernante que representó el PRI durante muchos sexenios. Aquí, la podredumbre política también surge de otros partidos, como lo fue Convergencia, hoy agónico Movimiento Ciudadano.

Resulta que ahora la señora Margarita García García se presenta como pudiente defensora de los derechos de los oaxaqueños y hasta se dice responsable de un desplegado en un medio de circulación nacional. Parece broma, pero así es.

Quien se acuerda de la dama, que vendía zapatos en abonos para completar sus ingresos de modesta burócrata –trabajadora de gobierno– puede dudar de lo que aquí se escribe, pero es cierto, la señora Margarita García, presume hoy de su pecunia, producto quizá de la corrupción, esa que al igual que Juan Vargas, descubrió a lo largo de su corta carrera política.

La señora Margarita García, fue detenida por rijosa. Junto con integrantes del Consejo Indígena Popular de Oaxaca-Ricardo Flores Magón, mantenía un plantón en el Zócalo de la ciudad y tenía además algunas cuentas pendientes con la justicia.

En su paso por la cartera de previsión social en el sindicato de burócratas conoció cómo la corrupción se impone y el hambre es canija. Señalada de vender algunas plazas y de ofertar algunas otras, comenzó así una incursión en la política que debido a personera de Alberto Esteva Salinas, el súper secretario de Gabino Cué.

Ulises Ruiz

Primero fue regidora, después se integró a la directiva de Convergencia, después saltó a la diputación y de ahí a la función pública. Sorpresivamente de todos estos cargos la dama se hizo millonaria. ¿Usted cree? Mientras la gran mayoría de oaxaqueños trabaja apenas para medio vivir, esta señora dice ahora que tiene mucho dinero y que por sus preocupaciones por Oaxaca lo gasta en desplegados.

Lo cierto es que la señora miente. Ni es millonaria ni tiene la capacidad intelectual para redactar un desplegado, mucho menos para pedir que en Oaxaca no se violente la ley, que ella misma en distintas ocasiones ha trasgredido.

Habrá que recordar solo dos casos: Cuando atacó a ladrillazos al conductor de un camión durante un bloqueo y cuando presionó a la familia de los deudos de un accidente automovilístico para firmar el perdón. ¿No es eso trasgredir y atentar contra la ley? No solo eso, su actitud bien podría configurar uno o varios delitos y al que comete un delito se le llama delincuente.

Pero no solo eso, cuando fue legisladora la señora se olvidó de su estatus de casada y en un abierto romance con Rosendo Mendoza Marín, hizo hasta lo imposible por destituir al munícipe de San Francisco Chindúa electo en los comicios de 2010. Valiéndose del fuero, logró la destitución e impuso a Rosendo como administrador municipal de ese pueblo, de donde dicen es originaria, y compartió con él una relación cuasi matrimonial, sino también los recursos de ese empobrecido ayuntamiento.

El desacuerdo entre la pareja hizo que en el 2013, la diputada lo destituyera, hasta movilizó a la gente y dividió al pueblo para remplazarlo.

Sus desatinos eran cuestionados por sus compañeros legisladores pero preferían llevar la fiesta en paz con esta mujer despechada que le importó poco la paz de una comunidad con tal de cobrar sus resentimientos personales.

Margarita García

Siempre al lado de Alberto Esteva, en los últimos años ha ocupado puestos de bajo nivel con los cuales obviamente no obtiene la fortuna que presume, aunque creó una organización a través de la cual obtiene apoyo de varias personas a las que les cobra por bajarles proyectos.

Dicen en los corrillos políticos que una prestigiada comunicadora, abogada y experta en derecho electoral le redactó la carta a la señora, orientada por un equipo de súper asesores que acompaña al ex gobernador Ulises Ruiz, a quien le debe, según ella misma, haber salido libre de la cárcel pues le dispensó los delitos en que incurrió con la toma de CORTV en 2006. Sí que debe estar agradecida la señora para ahora ser mandadera no solo de Alberto Esteva, sino de Ulises Ruiz.

Margarita García García quiere volver a ser diputada y asegura a quien quiera escucharla que Alberto Esteva será candidato al gobierno de Oaxaca, nada más lejano de la realidad política, pero tristemente no encuentra acomodo en ningún partido político por sus antecedentes negativos, al igual que su jefazo, como le daba en llamarle durante los gabinetes operativos, a los que por cierto dejó de asistir sin dar ninguna explicación, aunque siguió cobrando.

Es verdaderamente penoso que mientras haya mujeres que se esfuerzan por darle decoro a la política, en Oaxaca haya personas como Margarita García que solo se sostienen como rémoras. Bastante provecho le ha sacado a la victimización que hace de su persona, autonombrándose perseguida política y ahora, quiere engañar a todos con su nueva faceta de millonaria, pues si como dice tiene dinero de sus cargos públicos, es un reconocimiento público de que ha lucrado con el dinero del pueblo ¿o no? Y créame que no soy misógino.

Alberto Esteva Salinas