Jesús Helguera, una vida de almanaque


Jesús Helguera

Se cumplieron 49 años del fallecimiento del prolífico artista. 

  • Su herencia artística está integrada por más de 600 valiosos cuadros.
  • Subestimado en algún momento en 1980 fue revalorada su obra.

De la Redacción

Familia mexicana

El pasado 5 de diciembre se cumplieron 49 años del fallecimiento de Jesús Helguera. De  entrada el nombre no nos dice mucho, pero quienes ya peinamos canas recordamos en nuestra ya prolongada existencia haber visto por lo menos una o varias de las obras de ese prolífico pintor mexicano, sí me refiero a esos hermosos calendarios que en los años 50’s, 60’s, 70’s y hasta 80´s adornaron las paredes de comercios, peluquerías, bares e innumerables hogares mexicanos. En las décadas mencionadas ¿quién no tuvo un Helguera en su casa? Eso era fácil porque los calendarios los regalaban.  Recordemos como se inició esta historia.

Jesús Enrique Emilio de la Helguera Espinoza nació en Chihuahua el 28 de mayo de 1910. Hijo de español y mexicana fue un genio del oficio pictórico; ha sido el pintor más representativo del arte calendárico en la historia de México. A la edad de 7 años emigró junto con su familia a España, donde recibió su formación inicial. Ya desde temprana edad dio muestras del genio que poseía. A los 9 años el director de la escuela primaria en que estudiaba le dio la responsabilidad de ser maestro de dibujo y encargarse de realizar ilustraciones y mapas que facilitaran el aprendizaje.

Retrato en su estudio

A los 12 años ingresó a la Escuela de artes y Oficios, para de allí pasar a la prestigiosa Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y completar su formación. Trabajó afanosamente en Madrid y Barcelona como ilustrador, hasta que consiguió una plaza de maestro de artes plásticas en Bilbao.

VUELVE A MÉXICO CASADO

Y CON DOS HIJOS

Regresó a México ya casado con Julia Gonzáles Llanos y sus hijos María Luisa y Fernando, dos años después del estallamiento de la guerra civil española, arribando por barco a Veracruz hacia finales del año 1938.

Coloridos trajes regionales

Al llegar a México trabajó para la revista “Sucesos para Todos” posteriormente y hasta su muerte, trabajó como artista exclusivo de Cigarrera La Moderna, S.A. de C.V., empresa que se publicitaba en calendarios que tanta fama cobraron durante el México de los años cuarenta y cincuenta del siglo XX. En efecto, no había ferretería, fonda, consultorio médico, taller, cantina, hogar o despacho que no tuviese alguna pared ornamentada con un calendario de Jesús Helguera.

SINGULAR SISTEMA

DE TRABAJO

Modesto siempre en su manera de ser, pues jamás se sintió artista ni pretendió exhibir sus originales, recibía cada año un guion literario en el que se le especificaba el tema, el lugar, los personajes a representar y los elementos componentes del cuadro;

Publicidad cervecera de la época

una vez que se discutía y se aprobaba, él lo interpretaba y le imponía su propio sello. Helguera viajaba a los lugares indicados por el guión con su equipo de trabajo, compuesto por dos camarógrafos, un guionista y un auxiliar, se realizaban las tomas fotográficas necesarias de la escena, particularmente de la arquitectura, la flora y la fauna propias del sitio escogido, y una vez en su taller trazaba a lápiz los bocetos que darían lugar al original.

LOS GRANDES MAESTROS Y

FIGURAS DEL CINE NACIONAL

Admirador fiel de los muralistas mexicanos Rivera, Orozco y Siqueiros, así como del Doctor Atl y de Rufino Tamayo, Helguera fue poseedor de una gran cultura visual que plasmó en cada uno de sus lienzos: “el detallismo”.

Rebozo blanco

Así surgieron sus personajes mestizos e idealizados que recordaban a las damas y galanes del cine y de la canción ranchera de la época como Gloria Marín, María Elena Marquéz, Tito Guízar, Pedro Infante y Pedro Armendáriz, quienes en El rebozo, El mes de María, La oración de la Tarde, Orquídeas para tí, La Despedida, entre otros, dieron vida a lugares como las huastecas potosina y tamaulipeca, los campos chicleros de Quintana Roo, las montañas de Guerrero o Michoacán y los remansos fluviales de Veracruz, Tabasco y Chiapas.

RESALTANDO LA

NACIONALIDAD

En ese taller nació el mito de nuestra nacionalidad; valientes guerreros y bellas princesas aztecas, Hidalgo, Morelos, Cuauhtémoc, Guerrero, próceres de nuestra nación cobraron vida gracias al excelso dibujo que también recreó las tradiciones, valores y sentimientos del mexicano, enmarcados en paisajes como la huasteca potosina y tamaulipeca, los campos chicleros de Quintana Roo, las montañas de Guerrero o Michoacán y los remansos fluviales de Veracruz, Tabasco y Chiapas, todo, con la expresividad de su pincelada y vibración de sus texturas. Varios posaron para estos cuadros entre ellos, su esposa y sus hijos.

Herencia española

CARLOS MONSIVÁIS EMITIÓ

OPINIÓN SOBRE EL ARTISTA

La textura, colorido, realismo y disposición de los personajes de la obra de Helguera, ejercían un gran atractivo en el gusto popular. De ahí que, como dice Carlos Monsivais en El encanto de las Utopías dentro del Catálogo de la Exposición Identidades mexicanas, fue “un pintor de cabecera de las multitudes, que vivió siempre un doble reconocimiento, la admiración de la mayoría y la referencia irónica de la minoría”.

TAMBIÉN RECIBIÓ

DESCALIFICACIONES

Y es que la producción artística de Helguera, con sus paisajes paradisíacos, su gran capacidad fabuladora, su arte popular que nos remonta a principios de siglo, y sus escenarios tan dulcemente artificiales, fue descalificada por los amantes del arte puro con el despectivo calificativo de kitsch; lo redujeron a un simple pintor de almanaques, denominación que aceptó sin dificultades, sin afectación ninguna, consciente siempre y, sin falsa modestia, de que el grueso de la población y de sus múltiples admiradores, no sólo adquirían las reproducciones de sus obras, sino que las exigían y las disfrutaban con gusto verdadero.

Bendición de los animales

En una época de muy escasos afectos culturales en materia de artes plásticas, de pocos museos y de ausencia de bibliotecas, Jesús Helguera supo encarnar en su obra artística las sensaciones placenteras de lo bonito.

REVALORAN SU OBRA;

SU ARTE POR EL MUNDO

Revalorada en 1980 con una gran exposición en el Museo de Bellas Artes, inaugurada por el presidente Miguel De la Madrid, la presente obra pictórica de Jesús Helguera pertenece al patrimonio del grupo Pulsar Internacional cuyas oficinas se engalanan muy a menudo con todo o parte de sus 26 óleos originales. Con frecuencia la muestra viaja al extranjero.

Belleza y patriotismo

Gracias a esa aceptación internacional, España, Francia, Holanda, Estados Unidos, Canadá, Rusia y otros países y ciudades del mundo, han sabido del estilo único de Jesús Helguera y de las tradiciones mexicanas.

Don Jesús Helguera falleció el 5 de diciembre de 1971 dejándonos como herencia más de seiscientas pinturas. Su obra está repleta de detalle, colorido y contenido metafórico. Sus lienzos se basan en diferentes temas de entre los cuales destacan: la cultura mexicana, que nos recuerdan las famosas películas del siglo de oro y a los grandes actores de esa añorada época; los toreros y mujeres españolas, que reflejan su maestría a través de vestimentas características; el México prehispánico, en los que se relata parte de la historia de nuestra nación y las pinturas religiosas, en las que encontramos rostros llenos de fe y esperanza.