Mi única duda es saber si Estados Unidos acabará con el mundo o si el mundo va a acabar con Estados Unidos: Henry Miller
Nutridas protestas contra el presidente de EU en la Unión Americnaa.
Octaviano Lozano Tinoco/Reportajes Metropolitanos
Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos arribó el fascismo, el odio llevado a la práctica política y la ocurrencia nuclear para que ese país sea nuevamente la potencia número uno.
Para el empresario, que actúa como chivo en cristalería, cuidar el medioambiente no le importa, como le tienen sin cuidado otras personas que no sean blancos y estadounidenses, en su torpe idea de que Estados Unidos debe ser primero. Una lógica más bien fascista y que genera encono mundial y reabre el peligro de un conflicto bélico.
Trump es un peligro para el mundo, en México nos recetaron ese lema contra un candidato presidencial para infundir miedo en los electores y permitir que otros ganaran, y esos otros resultaron ser el verdadero peligro para el país y vemos los resultados.
Sin embargo, con Trump eso es una realidad, si sólo observamos sus casi seis meses de gobierno, donde su torpeza se corona con la difusión en su cuenta de Twitter de un video mensaje donde utiliza imágenes de una función de lucha libre, donde él golpea al empresario de ese deporte, pero su rostro lo cubre con las siglas de la cadena de televisión CNN, con la que el presidente ha tenido diferencias.
Con este hecho, es claro que nadie puede decirle al presidente que eso no se puede hacer y se va por la libre como chivo en cristalería destruyendo todo lo que este a su paso.
Sin embargo, la parte más sana de Estados Unidos ha salido a las calles para pedir la salida de su presidente.
El pasado domingo miles de personas participaron en marchas y concentraciones convocadas en 46 ciudades de Estados Unidos para pedir al Congreso que inicie el proceso de destitución del presidente Donald Trump.
Las marchas, convocadas por activistas de derechos humanos, sirvieron además de oportunidad para protestar contra las medidas de Trump en materia migratoria, sus negocios en el extranjero, la posible injerencia rusa en los comicios presidenciales de 2016 y la supuesta obstrucción a la investigación de este caso, entre otros.
«La obstrucción a la justicia y el haber violado la ‘cláusula de emolumentos extranjeros’ son ambas razones constitucionales para que el Congreso investigue y destituya al presidente», declaró Tudor Popescu, del grupo Indivisible CA D-39, principal organizador de la manifestación en Los Ángeles.
La de esta ciudad californiana fue la más numerosa de las convocadas hoy en Estados Unidos, con cerca de 10 mil participantes, según Indivisible CA D-39.
Ese debe ser el camino de Estados Unidos, antes de que Trump acabe con todo.
