Todo lo que vemos o parecemos es solamente un sueño dentro de un sueño. Edgar Allan Poe
Selfie con Trudeau, prioridad de legisladoras mexicanas.
Ignoran contaminación que generan mineras canadienses.
En TLCAN Canadá no es el problema, dicen a D. Trump
Octaviano Lozano Tinoco/Reportajes Metropolitanos
Como siempre la clase política mexicana realizó otro papel de genuflexión con el imberbe primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, quien realizó una visita oficial al país y regresó a su nación sin un reclamo de su posición sobre el TLCAN y la depredación que realizan en México las mineras canadienses.
Todo se fue un pedirle fotos y acercarse para que les diera un saludo, como el regreso del Quetzalcóatl esperando en tierra azteca. Fue indignante la manera en que la clase política vilmente se arrodillo ante un político de cuarta, sólo porque es galán o carita.
Se les olvidó que Trudeau busca convencer al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de que se centre en México como la fuente de los problemas para la reforma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)
CANADÁ NO ES EL PROBLEMA
En su reciente encuentro en Washington, el premier canadiense, le dijo a Trump “que Canadá no es el problema de Estados Unidos”.
Antes de la entrevista Trump-Trudeau, la ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Chrystia Freeland, afirmó que el premier le explicaría a su contraparte estadounidense que Canadá no es el problema en las conversaciones para actualizar el TLCAN.
“Para recordarle que Canadá es en realidad el mayor mercado para Estados Unidos. Somos su mayor cliente”, aseguró.
Otro punto que pasó de noche entre la clase política mexicana. Canadá controla las concesiones mineras en el país, con siete grandes compañías que dominan el negocio del oro y otros metales.
El país de la hoja de maple tiene en nuestro país un trato privilegiado y se localizan en poblaciones de mayoría indígena.
Entre ellas se encuentran: Metallica Resources en San Luis Potosí; Minefinders en Chihuahua; Great Panther en Guanajuato; BlackFire en Chiapas; Torex Gold en Guerrero; Alamos Gold en Sonora; Vista Gold en Baja California Sur; Continnum Resosurces en Oaxaca, Linea Gold Corp en Chiapas y Oaxaca; Gold Group en Veracruz; Almaden Minerals en Puebla; Fortuna Silver en Oaxaca; Araganout Gold en Baja
California; Excellon en Durango; First Majestic Silver Corp en Coahuila y Zacatecas; Gabfer en Colima y Samalayuca en Chihuahua.
Según el informe “El impacto de la minería canadiense en América Latina y la responsabilidad de Canadá”, las actividades mineras propician el despojo y desplazamiento forzado de los legítimos propietarios mexicanos y cuando estos intentan defender sus derechos, las propias empresas los niegan de manera directa o a través de sus estructuras de fuerza ilegales.
En Zacatecas grupos ambientalistas responsabilizan a la compañía Goldcorp de contaminar los mantos freáticos y de afectar la vida silvestre por sus actividades en la mina Peñasquito. Y eso es un asunto de tantos de la contaminación que las mineras canadienses están provocando en todo el territorio nacional.
Pero es mejor tomarnos una selfie con Trudeau, que lo demás no tiene importancia.
