Inmarcesible: El socavón


Gerardo Ruiz Esparza

Canto a los que han de venir. Canto a los que han de conocer
y respirar a pulmón lleno nuestro vasto cielo por fin libre,
Teodosio Pieridis

Pobladores de Chipitlán, cercano al lugar, advirtieron de la tragedia.

Epccor y Aldesa, las constructoras, eluden la responsabilidad.


Octaviano Lozano Tinoco/Reportajes Metropolitanos

El gran socavón que se abrió en el llamado Paso Exprés de Cuernavaca, obra inaugurada el 5 de abril con una inversión pública de más de 2 mil 213 millones de pesos, y que se registró a las 5:40 horas del miércoles 12 de julio en el kilómetro 93 en dirección a la Ciudad de México, deja ver claramente la situación del país, donde dos personas murieron al caer su automóvil en el hoyanco, pero eso no le importa al gobierno federal ni local, mucho menos a Aldesa, la empresa constructora de esa obra.

Porque ahora se disputan la culpa de ese trágico accidente, que se convierte en un “hecho criminal” que enluta a una familia mexicana, causado por la corrupción e impunidad que gobierna a la nación.

El secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, aseguró que el socavón se originó por una falla en el drenaje ubicado debajo del Paso Exprés, por lo que el agua reblandeció el subsuelo.

Sitio de la tragedia
Sitio de la tragedia

La constructora Epccor, que colaboró en la construcción del Paso Express de Cuernavaca junto con la compañía Aldesa, se deslindó de los problemas en la obra y responsabilizó al gobierno de Morelos, a cargo de Graco Ramírez, por la falta de mantenimiento y limpieza del drenaje en la zona.

A su vez, el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de Cuernavaca (Sapac) informó que no tuvo participación en la construcción ni diseño de cauces que componen los 14.5 kilómetros de la ampliación de 4 a 10 carriles del Paso Express.

Graco Ramírez
Graco Ramírez

ADVIRTIERON DEL PROBLEMA

Sin embargo, reportes de prensa, afirman que pobladores de Chipitlán, próxima a la construcción, denunciaron que el muro de esa carretera estaba a punto de colapsar, debido a que un riachuelo estaba provocando deslaves en la misma zona del socavón.

Denuncian que un socavón menor había ocurrido el pasado 21 de junio sobre el carril de baja velocidad, a la altura del Conalep. Los vecinos afirmaron que “al construir el Paso rompieron el tubo que permitía el paso del agua debajo de la autopista”.

Un oficio firmado por el ayudante municipal de Chipitlán, Mario Meneses Pozo, y recibido en la SCT el 3 de julio, afirmaba que “debido a las fuertes lluvias y al mal trabajo realizado en el tramo de el Paso Express, entre el Conalep y Privada Camelina, el muro que se levantó en esa área está a punto de colapsarse, porque el tubo, que se encontraba en estado obsoleto, no fue sustituido por uno que fuera apto para dicha área. El caudal que baja de la

barranca Santo Cristo que corre por debajo de este tramo, ha provocado inundaciones”.

Aquí es que nadie salió por lo menos a pedir disculpas por ese hecho trágico, nadie presentó su dimisión, porque al parecer la bola de la culpa no ha caído en el personaje más débil, para que el daño al sistema corrupto e impune al país no sufra tanto daño. ¡Pobre México! ¡Pobre país¡

Prueba de la denuncia
Prueba de la denuncia