Herencia


Asume Alejandro Murat gubernatura de un estado devastado en todos los rubros.

Ofrece diálogo para terminar conflictos, no será comparsa de ningún grupo, advierte.

Ari Salgueiro

 Hay paradojas lamentables…

Una de ellas es la que se vive en  Oaxaca, uno de los estados vergel en México y a pesar de ello, uno de los más pobres y desvalidos en el país.

Han sido años de conflictos, de robos y demagogia, los que han llevado a Oaxaca a un verdadero colapso.

La devastación económica, política y social sufrida en los últimos años no necesita ser relatada, es evidente y ha sido suficientemente cronicada en los últimos años.

Gabino Cué, el gobernador que llevó la alternancia a la entidad, fracasó rotundamente y terminó doblegado por la CNTE, el ente magisterial que se ha convertido en una verdadera loza para el desarrollo del estado.

Son, nada más y nada menos 16 mil 200 millones de pesos los que dejo de deuda pública Cué a su salida del gobierno, cuatro veces más que la deuda con la que inicio su mandato.

Hubo innumerables irregularidades que se presentaron durante la administración de Cué, quien llegó al gobierno por medio de una alianza encabezada por el PAN y el PRD.

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ENDEUDAMIENTO DE LA ENTIDAD

De acuerdo con los registros, fue durante la administración de Gabino Cué cuando se comenzó a recurrir a la deuda directa de corto y largo plazo, lo que disparó el endeudamiento a niveles inusitados, pues de acuerdo con registros oficiales, durante su gobierno el saldo estimado de la deuda aumentó 76.6 por ciento, contra 23. 4 por ciento que tuvo en administraciones pasadas.

Pero además del ineludible tema financiero está el asunto de la educación, que en Oaxaca representa una terrible herida abierta y supurante.

Para muchos en esa entidad el tema es una verdadera mina de oro y se pescaron de la Reforma Educativa para revitalizar una lucha magisterial que ya tenía un tufillo podrido.

Durante meses la Sección 22 se agarró como pudo del asunto para tratar de mantener sus privilegios y el control del IEEPO.

Sin embargo, la presión del gobierno Federal y la opinión pública obligaron a Gabino Cué a unirse a la cruzada contra el sitio que tenía la CNTE sobre el estado de Oaxaca.

Porque durante años el gobernador oaxaqueño tolero o es más, se hizo de la vista gorda ante el ultraje que los “pseudomaestros” cometieron contra la entidad sumiéndola en un estado de total indefensión y miseria.

El golpe maestro a la CNTE se dio el 22 de julio de 2015 cuando el gobierno Federal prácticamente obligó a Gabino Cué a decretar una reforma al Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca con el que se sacó, literalmente, a militantes de la Sección 22 de mandos claves del órgano de control educativo del estado.

Evidentemente la decisión originó una rebelión por parte  de la CNTE, la cual se aplacó cuando se detuvo a varios de los principales cabecillas del movimiento magisterial.

Hasta entonces todo marchaba sobre ruedas, sin embargo los hechos del 11 de junio de este año en Nochixtlan, que dejaron un saldo de ocho muertos y 200 heridos, han complicado una solución definitiva al asunto.

Por eso no es de extrañar que los grupos inconformes en el estado, incluidos maestros, médicos, enfermeras, transportistas y demás hayan recibido con tres días de protestas al nuevo gobernador del estado.

Murat, ha dicho que se mantendrá abierto al dialogo para poner fin a los conflictos con todos los que se sientan agraviados, pero también ha dejado claro no será permisivo ni mucho menos será comparsa de ningún grupo de choque.

Así lo demostró desde los primero minutos de su mandato cuando sorprendió a todos al juramentar el cargo apenas poco después  de medianoche.

El nuevo gobernador aseguró que lo hizo porque decidió comenzar a trabajar desde el primer minuto de su administración para rescatar del ostracismo a Oaxaca y evitar cualquier tipo de enfrentamiento

Habrá que ver si los numerosos grupos de inconformes, que han hecho de la protesta su modus vivendi en Oaxaca reciben el mensaje o si buscarán perpetuar los conflictos.