Guerras y terremotos


Terremotos en Chile a principios del siglo pasado
  • Escalofriantes cifras nos recuerdan los peligros que penden sobre México.
  • La verdad sobre la forma en que se gestó e inicio la Independencia nacional.
  • Panistas y priistas realizaron en libros de texto atentado contra nuestra historia.

Alberto Vieyra Gómez/AMN

¿Qué son más mortíferas, las guerras mundiales o los terremotos?

Pare oreja porque le daré datos escalofriantes:

Las dos guerras mundiales del siglo XX (1914-1918 y 1939-1945) arrojan un total de casi 89 millones de muertos y en conjunto los 12 terremotos más mortíferos ocurridos en el globo terráqueo entre 1700 y 2017, suman escasamente 327 mil 801 muertos, menos de medio millón, aunque las secuelas del terror han medio matado a millones.

Estos son los doce terremotos más fuertes y mortíferos en la historia contemporánea de la humanidad:

El primer terremoto del que se tiene registro ocurrió el 26 de enero de 1700 estremeciendo a EEUU y Canadá con magnitud de 8,7 grados y con unas cuantas decenas de muertos.

Terremoto de Bengkulu, Sumatra el 24 de noviembre de 1833 con magnitud de 8,8 a 9,2 grados los muertos se estimaron en muchos, sin precisar cuántos.

Terremoto de Arica -Chile, 13 de agosto de 1868 con magnitud de 9 grados y 25 mil 000 muertes.

Terremoto de Ecuador y Colombia 31 de enero de 1906 con magnitud de 8,8 grados y mil muertos.

Terremoto de Kamchatka, Rusia 4 de noviembre de 1952 con magnitud de 9 grados y 22 muertos.

Terremoto de Valdivia, Chile 22 de mayo de 1960 con magnitud de 9,5 grados Richter y de 5 mil 700 a 10 mil 000 muertos. Es el único terremoto que ha cimbrado a todo el planeta tierra.

Terremoto de Alaska, EEUU 28 de marzo de 1964 con magnitud de 9,2 grados Richter y 128 muertos.

Terremoto de México 19 de septiembre de 1985 con magnitud de 8,1 grados Richter con saldo de 45 mil 000 muertes, aunque oficialmente el gobierno de Miguel de la Madrid solo contabilizo 5 mil 400 muertos.

Terremoto de Indonesia 26 de diciembre de 2004 con magnitud de 9,3 grados Richter y con un saldo escalofriante de 229 mil 866 muertos.

Terremoto de Chile 27 de febrero de 2010 con magnitud de 8,8 grados Richter y 524 muertos.

Terremoto de Japón 11 de marzo de 2011 con magnitud de 9 grados Richter y con un saldo de 15 mil 836 muertos.

Terremoto de México 19 de septiembre de 2017 con magnitud de 7,1 grados Richter y 331 muertos registrados.

Chile y México tiene algo en común, están sentados en un barril de pólvora, es decir, que se ubican en el cinturón volcánico del Pacifico y tan mortíferos son para los chilenos los terremotos como para los mexicanos.

Años antes de que el italiano Giusseppe Mercalli (1850-1914) y el norteamericano Charles Francis Richter (1900-1985) dieran a conocer sus famosas tablas sísmicas en las que se mide la intensidad de los temblores y los terremotos, nuestros antepasados en las culturas mesoamericanas solían medir la intensidad de los movimientos telúricos por medio de rezos en los que se podían escuchar muchos padres nuestros y muchas aves marías.

Sismo de septiembre de 1985 en México

EL MÉXICO DE LA TIRÁNICA OPRESIÓN

¿Sabía usted que la Independencia de México se gestó en España hace 210 años? Se cumplen ya 208 años de que el oprimido pueblo de México se sacudió las cadenas de la tiránica opresión y yugo español.

De los casi 6 millones de habitantes que existían en México, tan sólo en la capital de la Nueva España había, según el geógrafo alemán Alexander Von Humbold, más de 30 mil parias hambrientos y harapientos. ¿De qué es capaz un pueblo hambriento? ¡De todo incluyendo una guerra de Independencia!

Había más de 10 mil esclavos, en su mayoría mineros. La tierra estaba en manos de 2 mil 700 terratenientes, particularmente la Iglesia católica. La miseria era ya insostenible y los impuestos del 8 por cierto eran arrajatabla principalmente contra los de abajo, el colapso era inevitable.

Solidaridad de Méxicanos en 1985

¿CÓMO INICIÓ EN MÉXICO LA INDEPENDENCIA?

Aunque usted no lo crea se gestó en España. En el mes de marzo de 1808, las tropas de Napoleón Bonaparte Ramolino entrarían incontenibles a España. Esa nación no contaba con ejército y sería el nacionalismo del pueblo español el que más tarde derrotaría a Napoleón El Grande. El rey Carlos IV se preparaba para abdicar la corona en favor de su hijo Fernando VII. Pero en el mes de abril, tanto éste como su padre huían como viles cobardes de España para refugiarse en la frontera francesa. La cabeza del imperio de la cristiandad había caído. Carlos y Fernando abdicaban en favor de Napoleón, que automáticamente se convertía en el rey de España y de sus colonias en América.

Ante el descabezado imperio, sería el pueblo español el que el 2 de mayo iniciaría la resistencia en Madrid contra las fuerzas invasoras napoleónicas.

Sismos en septiembre de 2017 en el Istmo de Tehuantepec

Napoleón pondría a su hermano José Bonaparte como el nuevo papas fritas de la monarquía española. ¡Poco le duró el gusto!

Los ciudadanos en todas las provincias españolas se darían a la tarea de conformar juntas para preservar la soberanía de la nación y liberar al país de los invasores franceses.

En América, la caída de la monarquía española se convirtió en una imparable ebullición social que quería sacudirse 300 años de yugo español.

La reflexión política fundamental era que, en ausencia del Rey, los pueblos de América eran independientes de España y podían mandarse solos. ¡Que pantalonsotes de aquellos compatriotas!

Se forman dos corrientes políticas o partidos, “el europeo” que buscaba a toda costa que todo siguiera igual y el partido de “los criollos letrados mexicanos” liderado por Francisco Primo de Verdad y el cura Francisco de Azcárate que buscaban cambiarle a México hasta el modito de andar a partir de la elección de criollos en los ayuntamientos y acabar con la tiranía, corrupción e impunidad, implantada por los espanofilos.

PRIMEROS PADRES DE LA PATRIA

Sí, en esencia, serían Azcárate, Fray Melchor de Talamantes, un cura peruano y Francisco primo de Verdad “los primeros padres de la patria”. Entre 1808 y 1810, tan sólo en Valladolid, hoy Morelia; Guadalajara y Ciudad de México y otras poblaciones, se produjeron un total de 108 levantamientos armados por la Independencia.

¿Pero sabía usted que además del cura Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mandarte y Villaseñor, serían más de 200 curas criollos los que iniciaron la liberación de México de la tiranía española?

¿Qué otros mexicanos patriotas le entraron a los cocolasos para que hoy tengamos un México Independiente de España, pero dependiente de Estados Unidos?

Josefa Ortiz de Domínguez

CONSPIRACIÓN HISTORICA

¿México es un pueblo de traidores? ¿Quiénes traicionaron la causa independentista de México? Haré un poco de historia.

En 1808 y tras la caída de la monarquía española, la llamada Nueva España se convertiría en un avispero sediento de libertad. La reflexión de los enciclopedistas y criollos letrados mexicanos era que “en ausencia del rey, la nación recobra inmediatamente su potestad legislativa, como todos los demás privilegios y derechos de la corona”.

Sí, Fray Melchor de Talamantes, un cura de origen peruano, se convertiría en el primer religioso que abrazó la causa independentista de México. Daba cátedra en materia de tesis filosóficas sobre la libertad de los pueblos.

Ese mismo año, con los seudónimos de Toribio Marcelino Fardanay e Yrsa, escribió dos discursos filosóficos dedicados a los integrantes del Ayuntamiento, encabezados por Francisco Azcárate y Francisco Primo de Verdad, en los que Talamantes consideraba que “el pueblo debe tener una representación nacional mediante un congreso y la sociedad tiene derecho a ser libre e independiente de cualquier otra nación”. Esas ideas libertarias en aquella época merecían la hoguera del Santo Oficio.

En 1809, Melchor de Talamantes sería la segunda víctima de coloniaje, pues sus ideas estaban incendiando a la Nueva España. Un año antes, Francisco Primo de Verdad había sido aprendido y asesinado. Francisco Azcárate salvaría el pellejo de milagro y le tocaría vivir los primeros años del México independiente. En rigor, Fray Melchor de Talamantes, Primo de Verdad y Azcárate se convertirían en los primeros padres de la patria.

A partir de 1808, en la Nueva España se conspiraba en todas partes. ¡Había sed y hambre de libertad! Un total de 108 levantamientos armados se produjeron entre 1808 y 1810. A los conspiradores no se les daba tregua a pesar de que lo hacían en la clandestinidad. Las primeras conspiraciones planeaban un levantamiento armado nacional que estallaría en San Juan de los Lagos, Jalisco, pero los sanguinarios esbirros del Ejército virreinal olfateaban cualquier rincón donde conspiraban.

Fue así como disfrazadas de tertulias literarias, el corregidor de Querétaro, Miguel Domínguez, y su esposa, Josefa Ortiz Girón, reunían en su casa a militares, curas, encabezados por Hidalgo, miembros de la guardia de la reina, ricos comerciantes y hasta funcionarios virreinales para hablar de la Guerra de Independencia que se pensaba estallar inicialmente el 3 de octubre de 1810. Pero como nunca faltan los traidores, serían el presbítero José María Sánchez y los comerciantes Epigmenio y Emeterio González los que denunciaron la Conspiración de Querétaro. Daba inicio la cacería de insurgentes.

¿Sabía usted que con tres golpes de tacón doña Josefa Ortiz Girón alertó a los insurgentes sobre la traición?

A esos golpes de tacón respondería uno de sus criados que partiría inmediatamente a San Miguel Allende al anochecer del 15 de septiembre para alertar al cura Hidalgo y demás complotistas que la conspiración de Querétaro había sido descubierta y había que estallar la guerra. La madrugada del 16 de septiembre Miguel Hidalgo decidió declarar la GUERRA a los gachupines, para darles en su madre patria.

Los españófilos dirían después que Hidalgo se refería a España como la madre patria

UNA CONSPIRACIÓN

Eran las 11:00 con 30 minutos del lunes 13 de septiembre de 1847, cuando unos 5 mil efectivos del ejército norteamericano tomaron a sangre y fuego el Castillo de Chapultepec, resguardado por 49 cadetes del Heroico Colegio Militar y una decena de combatientes voluntarios, así como del Batallón de San Blas al mando del coronel Felipe Santiago Xicoténcatl.

Era el último reducto que se suponía estaría fortificado por el ejército mexicano para evitar que los invasores Yanquis arribarán al Centro de la Cuidad de México y hondearán la bandera de las barras y las estrellas desde las 8:00 de la mañana del 15 de septiembre de 1847 en Palacio Nacional.

Misteriosamente, los altos mandos del ejército azteca se replegarían hacia San Antonio Abad para permitir que el ejército gringo entrara como juan por su casa.

Libros de texto, deformado su contenido por malos mexicanos

ENTRE VERDADES Y LAS ALEGORÍAS

Sólo esos 59 muchachos de entre 15 y 18 años se batieron como los valientes, a pesar del mal parque que más bien pareciera de utilería y sin contar con que el director del Colegio Militar el general Mariano Monterde, sospechosamente estaba ausente ese día, pretextando problemas de salud, igual que otros subalternos de alto rango. El mando del Colegio lo había tomado el general Nicolás Bravo héroe de la Independencia Nacional quien cayó herido y envuelto en la bandera nacional, episodio que se erróneamente se le adjudica a Juan Escutia, un joven Nayarita que estaba de visita en el Colegio Militar y de quien se dice que se envolvió en la enseña Tricolor lanzándose al vacío. Eso fue una alegoría que un poeta le dio al episodio para darle tintes extremos de nacionalismo.

La realidad, según historiadores que escribieron los apuntes para la historia, Juan Escutia se batió como un león feroz y valiente a las puertas del Colegio Militar. Se cuenta que cuando el general norteamericano William J. Worth pudo llegar hasta las puertas del Colegio, lo primero que hizo fue hincarse ante Juan Escutia para besar su frente y exclamar ¡Se bateó como un león y era apenas un niño!

El resto de la historia es harto conocida. El 2 de febrero de 1848 a los pies de la Guadalupana en el Tepeyac y contando con el aval de los conservadores Panistas de aquella época, encabezados por el interino presidente de la república Manuel de la Peña y Peña se firmarían los Tratados de Guadalupe Hidalgo, mediante los cuales arteramente Estados Unidos le arrebataría a México 2 millones 547 mil 242 km², casi el 62 por ciento del territorio azteca.

MALAS ACCIONES DE PANISTAS Y PRIISTAS

Y entonces ¿Dónde está la conspiración? Mire usted, tanto Panistas, Priistas y norteamericanos acordarían allá por la década de los ´70 en una perversa conspiración borrar de los libros de texto gratuitos de la SEP aquel episodio lleno de nacionalismo, en el cual Juan Escutia, Agustín Melgar, Fernando Montes de Oca, Francisco Márquez, Juan de la Barrera y Vicente Suárez, ofrendaron sus vidas por la patria mexicana.

La conspiración México-Norteamérica tenía como finalidad, además, colapsar el espíritu nacionalista de los mexicanos. Se trataba de que Estados Unidos no fuese visto como el gran villano de la película. Por ello los Panistas conservadores siempre han negado la existencia de los Niños Héroes de Chapultepec, pero la historia es la historia, y aunque Adolfo Hitler solía arrancarle páginas a la historia, en México habrá siempre mexicanos bien nacidos que recordaremos tan épicas páginas que son la razón de nuestra existencia y que todo ha sido obra de una perversa conspiración México- Estadunidense. ¡Vaya monumental traición de eso malos mexicanos que tienen nombre y apellido!