Raúl Rodríguez Cortés
Pese a los vaticinios de violencia, la elección de gobernador transcurrió sin sobresaltos. El conteo oficial de votos deberá concluir este domingo para validar, como es previsible, lo que hace una semana marcaron los resultados preliminares: la recuperación del PRI del gobierno del estado.
Los resultados preliminares surgidos del PREP con 99.94 por ciento de las actas computadas, dieron el triunfo a Alejandro Murat, candidato de la coalición conformada por los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Verde Ecologista (PVEM) y Nueva Alianza (NA), con 32.03 por ciento de los votos, siete puntos porcentuales más que José Antonio Estefan Garfias, de la coalición integrada por los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD) que registró el 24.96 por ciento de los sufragios.
Le siguieron Salomón Jara de Morena, con 22.81 por ciento de la votación y Benjamín Robles Montoya, del Partido del Trabajo (PT) con 10.93 por ciento de los sufragios. .
El PREEP, además, indica que de las 25 diputaciones locales de mayoría relativa, la coalición integrada por los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Verde Ecologista de México (PVEM) obtuvo 15; mientras que la de PAN y el PRD tendrá siete asientos en el congreso oaxaqueño y Morena contará con tres diputaciones.
La diferencia entre el candidato triunfante del tricolor y el de la coalición PAN-PRD, parece lo suficientemente amplia como para revertir el resultado.
Tan es así, que el propio gobernador Gabino Cué ha declarado ya que el resultado deberá aceptarse, en tanto que el aspirante petista, Benjamín Robles Montoya regresó ya a su escaño en el Senado de la República.
El que se niega a aceptar los resultados y amaga con impugnar, es José Antonio Estefan Garfias que cada vez parece quedarse más solo. Su padrino, el panista y actual secretario de gobierno en Puebla, Diódoro Carrasco ha optado por el silencio, y no se ve que el morenista Salomón Jara vaya a emprender alguna reclamación.
Si se llega a la impugnación, pues ya resolverán los tribunales. Lo que parece claro es que la ingobernabilidad que trajo a Oaxaca la colación PAN-PRD con Gabino Cué, quien había arraigado como el candidato del cambio, decepcionó a los oaxaqueños que regresan al PRI al poder precisamente para eso, garantizar la gobernabilidad.
Más allá de la victoria en Oaxaca, Alejandro Murat se alza como uno de los pocos activos del tricolor, tras la derrota sufrida en las elecciones del pasado tres de junio. De doce gubernaturas el PRI solo ganó cuatro, la de Oaxaca. Y fue victoria y recuperación de plaza.
CERRADAS JORNADAS ELECTORALES
Una primera lectura de los recientes procesos electorales, más allá del evidente triunfo del PAN y la dura derrota del PRI, es que, como ya ocurrió en las tres últimas presidenciales y sus concurrentes legislativas federales, prevaleció la incertidumbre respecto a los resultados. Muy atrás han quedado esos tiempos en que todos sabíamos de antemano quién sería el triunfador: siempre el PRI-Gobierno, con excepciones contadísimas, desde que se fundó el tricolor en 1929 hasta que perdió la mayoría absoluta de la Cámara de Diputados en 1997 y la Presidencia en 2000.
Las del 5 de junio fueron, en la mayoría de los casos, elecciones cerradas, sin que hasta antes de conocer los resultados preliminares, se supiera con claridad el nivel de participación que, para entonces, se consideraba bajo en la ciudad de México, donde la mala comunicación política del INE y los partidos y sus candidatos, llevó a que los capitalinos no supieran con claridad que debían elegir listas partidista o aspirantes independientes, para elegir a 60 de los cien integrantes de la Asamblea que aprobará la primera Constitución de la capital del país. Porque los otros cuarenta (que tampoco sabían los votantes bien a bien), ya fueron designados: catorce por la Cámara de Diputados, catorce por la de Senadores, seis por el Jefe de Gobierno y seis por el Presidente.
MORENA, PRIMERO EN LA CD. DE MÉXICO
Las tendencias marcaron la reafirmación de Morena como primera fuerza política en la ciudad, posición lograda apenas en los comicios del año pasado, y la consecuente abolladura del PRD en su principal bastión político nacional. Ya veremos más adelante las posibles sorpresas de los independientes y las posiciones que mantengan o recuperen el PRI y el PAN, relegados por los capitalinos desde el triunfo perredista de Cuauhtémoc Cárdenas en 1997.
Soy de los que creen que un estatus político más autónomo en la ciudad de México es una reivindicación de los derechos de quienes aquí vivimos y un logro histórico largamente acariciado. Por eso otros ganadores de los comicios de ayer en la CDMX son sus habitantes y, por supuesto, el Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, promotor, desde su campaña, de la Reforma Política y de la redacción de la Constitución de la Ciudad de México. La creación de la Asamblea Constituyente es una oportunidad histórica para redactar una constitución que llene de orgullo a los capitalinos, y el esquema acordado para su conformación, junto con los elegidos ayer, garantiza una pluralidad que, a su vez, nos daría un pacto social incluyente, como lo ha reiterado Mancera.
Morena y Andrés Manuel López Obrador, su presidente, deberían asumir como propio ese sendero de inclusión, y si en sentido contrario a lo que se preveía, no resultan tan favorecidos por el voto capitalino, muy mal harían en sacar a sus bases a marchar y sumarse a la protesta magisterial de la CNTE, con la que han formalizado pactos de apoyo. Un altísimo costo tendría para AMLO volver a bloquear Reforma o cualquier otra vía principal de la capital del país.
Así que bien por Mancera, quien cumple con un compromiso político y, de paso, le pone un estate quieto a líder del PAN en la ciudad de México, Mauricio Tabe, cuyas huestes andan de capa caída porque su campaña electoral “pégale a Mancera”, no rindió frutos ni con el apoyo, desde el Senado, de Mariana Gómez del Campo, la sobrina de Felipe Calderón.
Por lo demás, la gran expectativa se centró en Veracruz donde se realizó una cerradísima elección entre Héctor Yunes (PRI), Miguel Ángel Yunes(PAN-PRD) y Cuitláhuac García (Morena). Yunes resultó el ganador de acuerdo con el PREP.
En los otros estados los preliminares arrojaron lo siguiente: Quintana Roo para el PAN-PRD, Aguascalientes PAN, Durango PAN, Tamaulipas PAN, Zacatecas PRI, Tlaxcala PRI, Chihuahua PAN, Hidalgo PRI, Sinaloa PRI y Puebla PAN-PRD.
NUEVA NORMATIVIDAD AMBIENTAL Y EL TIO LOLO
Todos los automóviles de la ciudad de México, Hidalgo, Estado de México, Puebla y Tlaxcala podrán circular si pasan la nueva verificación vehicular. El tema es que la pasen conforme a los nuevos criterios más rigurosos de la norma oficial emergente (NOM-EM-167-SEMARNAT-2016), expedida ayer por la SEMARNAT, descontando, por supuesto, que la corrupción no se vaya a ocupar de encontrar, como siempre, la manera de “brincarla”.
Las autoridades confían en que la corrupción será evitada con una nueva tecnología que la norma emergente llama Sistema de Diagnóstico a Bordo, que utiliza aparatos llamados OBD II. Son monitores computarizados que se conectan directamente a la computadora del vehículo y que revelan, en una prueba de dos o tres minutos de duración, si cualquiera de sus seis códigos de falla, se excede en las emisiones permitidas.
¿Es realmente imposible manipular los resultados de la OBD II? No, responden empleados y técnicos de Verificentros consultados por este reportero. “No es la perfección”, contestan socarronamente. Ya tienen, entonces, el antídoto para esta norma emergente que entrará en vigor hasta el próximo primero de julio, y con eso la llave para que otra vez te cobren el “brinco” y todos, igual de corruptos, lo paguemos.
El OBD II, además, va a tener problemas con la lectura de varios vehículos, pues no los lee todos. Para que se pueda utilizar esa tecnología, los vehículos deben contar con computadora. Los modelos de 1994 en adelante, son los que la traen, aunque los verificadores aseguran que a algunos modelos no se les encuentra la conexión. En esos casos, la norma prevé que se verifique con el sistema dinámico (los actuales dinamómetros), lo que nos remite a un problema denunciado en esta columna: la norma vigente (que será la que continúe una vez que deje de aplicarse la emergente anunciada ayer el próximo 31 de diciembre, o el 31 de junio de 2017, si es que deciden ampliarla por seis meses), obliga a una calibración periódica de los dinamómetros, exigencia que nunca ha sido cumplida porque las autoridades aun no han elaborado los protocolos para hacerlo ni determinado cuales serán los laboratorios autorizados.
La norma emergente le busca una salida a ese fraude, pues en el transitorio nueve dice con un cinismo irritante: “en el supuesto de que no existan laboratorios de calibración acreditados, para llevar a cabo la auditoría de calibración estática y dinámica… la auditoría de calibración podría ser realizada conforme los procedimientos establecidos por las autoridades responsables de los Programas de Verificación Vehicular Obligatoria (PVVO)”.
Por otro lado, y ya habrán de pronunciarse los juristas, el secretarioPachiano caería en una violación constitucional, pues hay una norma emergente que aplica en seis estados (los de la megalópolis) y otra que sigue vigente en el resto del país, la NOM-047-SEMARNAT-2014. ¿Puede haber dos normas oficiales al mismo tiempo, así sea una emergente?
El caso es que con los nuevos criterios los hologramas de verificación serían:
- El holograma azul, para vehículos eléctricos e híbridos que podrán circular todos los días y quedarán totalmente exentos de la verificación.
- El holograma doble cero, para vehículos nuevos. Éstos, al salir de la agencia deberán verificarse para obtenerlo. Podrán circular todos los días hasta por cuatro años, pero a los dos, deberán volver a verifica para circular sin restricción los siguientes dos años.
- El holograma cero. Los vehículos con posibilidad de someterse a la prueba lectora del Sistema de Diagnóstico a Bordo OBD II (de 1994 a 2015 a saber), podrán aspirar a este holograma con el que podrían circular todos los días los siguientes seis meses, después de los cuales deberán volver a verificarse. Pero ojo: los niveles de emisiones permitidos para este holograma se reducen en 83% respecto a los actuales, lo que endurece la prueba.
- Holograma uno. Lo podrán obtener todos los vehículos que no pudieron someterse al monitoreo OBD II (del 2006 para atrás) mediante el dinamómetro. Los niveles de emisiones permitidos en este caso también se redujeron sustancialmente.
- Holograma dos. Para vehículos antiguos y de carburación.
¿Realmente mejorará con esto la calidad de un aire que nos mata lentamente? Por lo pronto parece que jugamos al “tío Lolo”. (rrodrguezangular@hotmail.com , @RaulRodriguezC , raulrodriguezcortes.com.mx ).
