Gran Angular : ¿Olvida AMLO su función central de ser factor de unidad?


El presidente Andrés Manuel López Obrador

Raúl Rodríguez Cortés

 “Sin unidad no hay paz”, dijo Joe Biden el miércoles al jurar como presidente de Estados Unidos. AMLO ha reiterado, una y otra vez, que “la justicia es fruto de la paz” o, dicho de otra manera, que sin paz no hay justicia. Si asumimos como válidas ambas premisas, un silogismo simple nos lleva a la conclusión de que, sin unidad no hay justicia.

Joe Biden

¿Ya habrá reparado en ello nuestro presidente? Porque si la causa que enarbola es hacer de México un país donde impere la justicia, no hay evidencia aun de que avancemos hacia la paz -en su más amplio sentido-, porque está extraviada la unidad nacional donde inevitablemente debe fincarse.

Biden centró su discurso de inauguración como cuadragésimo sexto presidente de Estados Unidos en el asunto más acuciante para su país: la ruptura política y social que desveló su reciente proceso electoral, con expresiones como la violenta irrupción al Capitolio de una turba de fanáticos de Donad Trump, ocurrida dos semanas antes de la transferencia del poder presidencial, para descarrilar el conteo definitivo de los votos electorales que dieron el triunfo al hoy inquilino de la Casa Blanca.

Si bien serenó los ánimos su primer mensaje a la nación como un presidente ecuánime, profesional de la política, conceptuoso -diametralmente opuesto a la vulgar y pendenciera discursiva del ahora expresidente- la misma noche de la toma de posesión y ayer, hubo protestas y disturbios en las ciudades de Portland y Seattle, donde grupos radicales causaron destrozos en las sedes del Partido Demócrata.

La discordia quedó sembrada, en mucho por el discurso tumpiano, y seguramente dará aún más frutos venenosos. Acaso por eso Biden salpicó su discurso con resabios de su guerra de secesión. Cito: “para cuidar la frágil y preciosa democracia”, debemos “terminar con esta guerra civil entre conservadores y liberales”.

¿Le suena? Conservadores versus liberales, es la narrativa, casi todos los días, de las “mañaneras” presidenciales, el sino de la historia mexicana del siglo XIX: la fratricida Guerra de Reforma, la invasión francesa, el Imperio, la restauración de la República, procesos históricos chocantemente simplificados ahora con el “fifís” contra “chairos” o la “mafia del poder” contra el “pueblo bueno”.

Donald Trump

Innegable que, desde el primer intento de tres por ganar la Presidencia, AMLO enfrentó toda la fuerza del Estado y las triquiñuelas de las élites y sus testaferros panistas y priistas, desplegadas para impedirlo, lo que dio lugar a un discurso –y después a un movimiento- contestatario y confrontador. El expresidente Fox intervino abiertamente en las elecciones de 2006, lo que dio lugar a aquella expresión de “¡cállate chachalaca”! que para algunos fue la expresión de intolerancia que lo llevó a “perder” la elección por una nimia diferencia de votos. En la calificación final de aquellos comicios, el TEPJF reconoció que Fox intervino, pero que nada más tantito.

La andanada contra la 4T, también es cierto, ha seguido y se ha intensificado, conforme López Obrador y su mayoría en el Congreso impulsan los cambios que estructuran un proyecto de Nación que choca frontalmente con el de quienes perdieron el poder en las urnas.

Acaso tenga razón el Presidente al decir que está en su derecho de replicar a las críticas. Pero en sus respuestas insulta, amenaza, intimida, cierra el paso al debate racional y respetuoso entre esos dos proyectos de país. Atiza la división, más aun, cuando se niega a acatar la exigencia legal de suspender, para garantizar equidad electoral, la propaganda gubernamental (incluidas las “mañaneras” que, argumenta, son información), y declara que sus adversarios lo quieren callar. Les hace lo que le hicieron y eso que dice no ser de venganzas. La situación cambió: pasó del trapecio del “cállate chachalaca” al de “me quieren tapar la boca”.

Quizás sea pertinente preguntar: ¿No es una función central del Jefe del Estado ser el referente donde confluye la unidad de una Nación? ¿Sería imposible que AMLO encontrara el punto de equilibrio entre su proyecto de cambio y la consecución de acuerdos con sus opositores? ¿Podrán éstos replantear los términos de su relación con el gobierno, más allá de la rabia, la insolencia y la frustración que dejan ver al referirse a él y a sus seguidores?

Se ve muy difícil. Ya veremos cómo se dirime esto en las elecciones federales de junio próximo y en el proceso de revocación de mandato del año entrante. Pero no se olvide: la unidad es necesaria para la paz y ésta para la justicia.

INSTANTÁNEAS:

  1. HACIA LA DERROTA. Para mal de Morena, avanza la consolidación de la candidatura de Félix Salgado Macedonio para Guerrero. La FGR ya dejó en manos de la fiscalía del estado, el desenlace de las dos acusaciones de violación interpuestas contra el impresentable candidato. Sobre la presentada el año pasado por una mujer que asegura fue abusada siendo menor de edad en 1998, cuando Salgado Macedonio era candidato del PRD al gobierno de la entidad, la Fiscalía de Guerrero determinó el miércoles pasado que tomando en cuenta el momento de los hechos, “se ha extinguido la acción penal a favor del acusado”. Falta la otra, ocurrida en 2017 y denunciada ese año por otra mujer que trabajaba en el periódico que en ese tiempo dirigía Salgado Macedonio. La víctima debe solicitar la reapertura del proceso, pero hasta el momento no se sabe de su paradero y acaso por miedo prefiera no hacerlo. Huele a que la va a librar, que será un presunto violador el candidato de Morena y que, si hay conciencia, perderá la elección. Allá Morena.
  2. OTRA JOYITA. Las fiscalías Anticorrupción y General de Oaxaca investigan actos de corrupción por 300 millones de pesos, presuntamente cometidos por Alberto Esteva Salinas, actual director general de Administración de la alcaldía Álvaro Obregón y encargado del despacho de esa demarcación capitalina, tras el permiso solicitado por la alcaldesa Layda Sansores para contender como candidata de Morena por el gobierno de Campeche. Esteva Salinas fue secretario de Seguridad Pública en Oaxaca durante el gobierno de Gabino Cué. Se le investiga por pagar a sobreprecio un equipo de seguridad electrónica para el penal de Tlacolula de Matamoros, en esa entidad, que además presentó fallas en su operación. Como director de Autotransportes Urbanos de Pasajeros Ruta 100 (1994), estuvo en medio del truculento caso que terminó con la quiebra de esa empresa (1995), con la cual se relacionaron los suicidios o asesinatos de quien fuera secretario de Transporte y Vialidad del entonces DDF, Luis Miguel Moreno; y meses después del magistrado Abraham Polo Uscanga.
  3. SESIONES VIRTUALES. Es casi un hecho que el Senado tendrá, a partir de febrero, su primer período ordinario de sesiones virtuales. Ricardo Monreal, presidente de la JUCOPO senatorial, asegura que ese órgano ya se puso de acuerdo para modificar el reglamento de la Cámara Alta y formalizar que las sesiones puedan hacerse en ese formato, con la intención de proteger la salud de los legisladores.

FRENTES ABIERTOS CON LOS

QUE MÉXICO RECIBE A BIDEN

El 11 de enero pasado, tres días antes de que la Fiscalía General de la República (FGR) determinara no ejercer acción penal contra el exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, el canciller Marcelo Ebrard recibió una carta del hasta ayer secretario de Estado norteamericano, Michael Pompeo, copiada para las secretarias mexicanas de Energía, Rocío Nahle y de Economía, Tatiana Clouthier, y también firmada por sus hasta ayer homólogos estadounidenses Dan Brouillette y Wilbur Ross, respectivamente.

Vandalismo en El Capitolio

La misiva no trataba –inferirá usted por las fechas- del espinoso asunto de quien había sido entre 2012 y 2018 el militar de más alto rango en nuestro país, y cuya exoneración aquí de los cargos de narcotráfico y lavado de dinero que le fincó un fiscal neoyorquino con base en una investigación de la DEA, y la posterior difusión del expediente, provocó una airada reacción del Departamento de Justicia estadounidense.

No, la carta de Pompeo se refería a un asunto tan o más conflictivo que el de la cooperación en seguridad y justicia: el de la política energética mexicana. Su contenido, aunque con un lenguaje diplomático cuidado, no oculta una clara amenaza.

Advierte en ella el hasta ayer tercero en jerarquía del gobierno de Trump que “… recientes acciones regulatorias del gobierno mexicano han creado una significativa incertidumbre en el sector energético y dañado en general el clima de inversión” en nuestro país.

Refiere su preocupación por un memorándum fechado el pasado 22 de julio y una reunión del 22 de septiembre con autoridades regulatorias mexicanas, que les notificaron que tenían “instrucciones de bloquear los permisos para proyectos de energía del sector privado, para favorecer a las empresas estatales de energía”.

Pompeo señala que, de ser cierto (no lo da como un hecho consumado), “sería terriblemente preocupante y suscitaría inquietudes respecto a los compromisos asumidos por México en el T-MEC”, pues “además de dañar varios proyectos del sector privado respaldados por Estados Unidos, afectarían cientos de millones de dólares de inversión pública estadounidense en proyectos de energía en México, hechos a través del Banco Norteamericano para el Desarrollo”.

Y remata: “si bien respetamos el derecho soberano de México a determinar sus propias políticas energéticas, estamos obligados a insistir en que cumpla con las obligaciones asumidas en el T-MEC, en defensa de nuestros intereses nacionales que incluyen inversiones financiadas por el contribuyente estadounidense”.

¿No será que la celeridad con que la FGR hizo pública la exoneración de Cienfuegos, la descalificación de la investigación de la DEA con que argumentó la decisión y el hacer público su contenido para demostrar su debilidad, son respuestas a la amenaza energética recibida días antes? Algunos pensarán que la interrogante es descabellada, pero en política no hay casualidades.

Llama la atención que la prudencia con que AMLO confrontó las bravuconadas de Trump hacia México (acaso en atención a aquel refrán de que “perro que ladra no muerde”), no se replique en los términos con que la 4T inaugura su relación con Biden: tardó en felicitarlo por su victoria electoral, ofreció asilo a Julian Assange, endureció las reglas de operación en México de los agentes de la DEA, acusó a la agencia antinarcóticos de fabricarle pruebas a Cienfuegos y no ha ocultado su intención de dar por terminada la Iniciativa Mérida y replantear los términos de la cooperación en seguridad.

¿Son torpezas, son ocurrencias, son decisiones suicidas? Francamente no lo creo. ¿Qué sabrá o está viendo AMLO respecto a lo que será la relación con Biden? Los estilos de éste y de Trump son diametralmente opuestos, pero el análisis de lo que viene para la relación bilateral va más allá ambos, de todas las personas. En el centro están –y sería ingenuo no verlo de esa forma- intereses económicos, comerciales y hegemónicos que siguen siendo los mismos y que para nosotros hoy aparecen como un campo minado. En ellos confluyen asuntos como el de Cienfuegos y el que le refiero aquí de la andanada de presiones que se vienen en materia energética, cuando es claro que la política de la 4T en ese sector privilegia a las empresas del Estado. Si es lo correcto o no, es otro debate.

Hoy, por lo pronto, Joe Biden rendirá juramento como el presidente número 46 de los Estados Unidos, tras un proceso electoral que develó las profundas contradicciones políticas y sociales que vive el vecino país y que, por supuesto, también influirán en los términos de su relación con México. ¡Que la inauguración llegue a buen término!

INSTANTÁNEAS:

  1. PRIORIDADES. Especialistas de la UNAM como el maestro Ignacio Martínez Cortes del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN), el gobierno de Biden presionará a México en migración, seguridad y narcotráfico, además de que apretará tuercas para el cumplimiento de artículos del T-MEC en energía (14.2), valor del costo laboral automotriz (4.B.7.1), derechos laborales (23.6.1), medio ambiente (24.1), anticorrupción (27.2) y outsourcing (31-A). Estiman, además, que buscará alinear su política económica y comercial para reforzar su estrategia de seguridad nacional.
  2. REACTIVACIÓN. En su primer contacto con los medios de comunicación como Secretaria de Economía, Tatiana Clouthier dio a conocer anoche las líneas generales de un plan de reactivación económica para paliar la adversa situación derivada de la pandemia de Covid19. Busca incidir en apoyos al mercado interno, empleo y empresas; en fomentar y facilitar la inversión; en el impulso al comercio exterior; y en la regionalización de sectores. Por lo pronto dio a conocer que se entregarán, antes de que en marzo empiece la veda electoral, 60 mil créditos a la palabra por un total de mil 600 millones de pesos. Veinte mil serán para quienes quedaron fuera de los entregados el año pasado, otros veinte mil para mujeres cabeza de negocios y veinte mil más para pymes. A principios de febrero próximo se lanzará un plan de apoyo adicional para la recuperación económica de pequeñas empresas que se detallará en los próximos días.
  3. CONAGO. A partir del próximo miércoles 27 de enero y por los siguientes cuatro meses, la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich Arellano presidirá la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago). Recibirá la estafeta del gobernador de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras, durante cuya gestión salieron diez mandatarios estatales para conformar la llamada Alianza Federalista. Pavlovich será la segunda mujer gobernadora en presidir a la Conago. La primera fue la exgobernadora de Zacatecas, durante el período 2004-2010, Amalia García Medina.

(rrodriguezangular@hotmail.com , @RaulRodriguezC , raulrodriguezcortes.com.mx )