Gran Angular: Las trampas de Trump


Raúl Rodríguez Cortés

      La historia y el sentido común nos recuerdan que en política es posible negociar todo, menos la dignidad. Ese fue el fundamento de las innumerables voces de la sociedad y de toda la gama del espectro político, que pidieron al presidente Peña Nieto cancelar, como lo hizo el jueves pasado, el encuentro programado con Trump para el próximo martes en Washington. No tomar esa decisión hubiera terminado por hundir a su gobierno, después de la retahíla de ofensas que nos ha recetado el emberrinchado inquilino de la Casa Blanca, en la escasa semana que lleva al frente de la que es, todavía, la nación más poderosa del planeta.

Pero más allá del aprovechamiento de su última oportunidad para retomar el liderazgo nacional y salvar su gestión, al presidente Peña Nieto lo asiste esta vez una razón de Estado que los mexicanos todos no debemos perder de vista: la defensa del interés nacional y su razón de ser como nación soberana.

Trump, nadie puede dudarlo a estas alturas, encabeza una embestida contra México. Sus planteamientos y su tono han sido hostiles y ofensivos. Si se tratara de dos países en condiciones similares de fuerza económica, política y militar, los mecanismos diplomáticos aceptados por todos en este agonizante orden internacional, hubieran llevado a que retiráramos a nuestro embajador y despidiéramos al estadounidense, hasta que la situación se normalizara. Pero no somos iguales y la relación es asimétrica Ellos son los fuertes, nosotros los débiles. Nos han invadido en innumerables ocasiones, intervenido impunemente en nuestras decisiones soberanas y robado más de la mitad de nuestro territorio. De ahí que esa asimetría en la relación, fuera atemperada durante años por principios constitucionales de política exterior que nuestros últimos cinco gobiernos se ocuparon de convertir en letra muerta.

En medio de estas reflexiones, llama la atención lo comentado a este reportero por el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno Cárdenas en uno de los recesos de las consultas que, frente a la amenaza Trump, lleva a cabo la Conferencia Nacional de Gobernadores:

“El sometimiento no es diplomacia, el abuso no es política, la vecindad mal entendida no es colaboración y la incondicionalidad no es soberanía, mucho menos dignidad. Ésta debe hacer que 120 millones de mexicanos defendamos a nuestro país como nunca, y apoyemos la razón de Estado que hoy asiste al Presidente”, me dijo el mandatario estatal.

 

PRUDENCIA NO ES DEBILIDAD

Antes, Moreno Cárdenas había hablado ante el Comité de Seguridad de la CONAGO, y dicho que “ante las condiciones que, en las últimas horas, se registran debido a la nueva relación bilateral México-Estados Unidos, hoy en nuestro país es indispensable que prevalezca la razón de Estado y los mexicanos nos mantengamos unidos, sociedad y gobierno, para enfrentar la embestida, las amenazas y el acoso proveniente del norte”.

También había advertido, haciendo eco del sentir de la mayoría de los mexicanos, que un muro, jamás se interpretará como señal de una buena amistad.

Debe quedar claro que la prudencia no es debilidad, de ahí que la actitud y el mensaje del presidente Peña Nieto, es claro y sus palabras llevan consigo un exhorto a la unidad nacional independientemente de ideologías y posiciones políticas, aseguró.

Por otro lado había advertido que “sí Estados Unidos aumenta impuestos a productos importados, lo terminarán pagando los propios estadounidenses; si ellos tienen precios competitivos es porque sus empresas producen en países donde les resulta más barata la mano de obra.

Advirtió que las opciones que deben tener las entidades federativas y el país es conquistar nuevos mercados, mirar hacia otras regiones y poder comercializar nuestros productos y abrir nuevos espacios a los productos locales.

Moreno Cárdenas, también había advertido el peligro que corre la economía norteamericana a mediano plazo luego que el presidente de aquel país Donald Trump firmó en la Casa Blanca un memorándum para retirar a su país del acuerdo TPP y anunciara a empresarios que impondrá en los próximos días aranceles muy altos a productos que crucen la frontera.

GRAN ANGULAR EXPORTACIONES DE MEXICO A EU

OBSESIÓN TRUMPIANA

Con la tan ilógica como estúpida obsesión trumpiana de que México pague un muro que ni quiere ni le sirve; con su comentario de que la negativa a hacerlo, reiterada por Peña Nieto, hacía inútil su programado encuentro; con su anuncio de que aplicará un arancel de 20% a todos los productos que les vende México; y con su amenaza de expulsar a los migrantes malos, el presidente mexicano hubiera llegado de rodillas a su cita en Washington.

Una primera enseñanza de lo ocurrido en los últimos días es que Trump es rudo, intolerante y tramposo. No nos permitamos caer en sus trampas. Son las de un estafador narcisista que por lo visto no ha podido superar el odio que guarda por su origen migrante. El abuelo, Friederich Drumpf (apellido que se americanizó y degeneró en Trump), llegó de Alemania a principios del siglo pasado y acumuló su riqueza con hoteles y posadas que en realidad eran burdeles

Lo del muro es un mensaje para que su electorado lo vea firme, arrojado, cumplidor. Lo del muro es un distractor, pues ya existe desde hace años. Si quiere ampliarlo es su decisión, está en su territorio, aunque sea señal de hostilidad hacia sus vecinos. Pero lo del pago de la mentada pared es una amenaza inaceptable. Las deportaciones han seguido, las más en el gobierno de Obama. Se detienen, intermitentemente, cuando la economía gringa necesita oxígeno. Aun así, la asimétrica relación ha seguido y seguirá, porque es inevitable, como inevitable deberá ser la negociación, aun en el peor de los escenarios.

Ésta debe hacerse en paquete, no parte por partes, como quiere Trump. En esa línea disponemos de muchas cartas. Nosotros, la parte débil, ya resentimos en el tipo de cambio los efectos del diferendo. Ellos lo sentirán más tarde, pero lo sentirán. Poner aranceles a nuestras mercancías será el fin del TLC, pero también la salida de EUA de la Organización Mundial de Comercio. Entonces se le impondrán aranceles a las mercancías que venden al mundo y que nos venden los 50 estados de ese país por más de 235 mil millones de dólares, pues somos, después de Canadá, el segundo destino de sus exportaciones.

Esta última, al igual que las élites políticas y su diplomacia, se sienten profundamente agravados por su hepático Presidente y temen que los encamine a una catástrofe internacional. Eso ha convertido a Trump, de acuerdo con los servicios de inteligencia rusos, en un potencial blanco de atentado al interior mismo de Estados Unidos.

La situación es difícil y muy compleja. Lo que sigue, en nuestro caso, es la definición de una estrategia nacional, con un liderazgo presidencial apoyado por todos, que defina escenarios y marque el rumbo que, como nación, deberemos tomar para sobrevivir. (rrodriguezangular@hotmail.com , @RaulRodriguezC , ralrodriguezcortes.com.mx )