Gran Angular : La huida de Anaya, entre el cinismo y la carcajada


Ricardo Anaya Cortés
  • Carambola de tres bandas el relevo en la Segob.
  • Cuatro senadoras de morena vestidas y alborotadas.

Raúl Rodríguez Cortés

Vicente Fox Quesada

No hay precedente de político alguno que hubiere anunciado públicamente que se fuga del país porque fue citado a declarar sobre ciertos delitos de los que lo acusan, como lo hizo este fin de semana el panista Ricardo Anaya Cortés.

Su principal argumento es que AMLO pretende meterlo a la cárcel a la mala porque no quiere que vuelva a ser candidato presidencial, porque ha sido muy crítico de su gobierno y porque, en consecuencia, se asume como un perseguido político.

Si la intención de Anaya es victimizarse para fortalecer sus aspiraciones políticas, la lógica aconseja que enfrente el proceso, desmonte las acusaciones y si, aun así, es injustamente encarcelado, convertirse en el formidable opositor a López Obrador que hasta ahora no ha surgido y que requiere el país.

Por una persecución política, mañosamente sustentada en el muy menor desacato de un fallo judicial que ordenaba no construir una calle para comunicar a un hospital, AMLO fue desaforado y estuvo a punto de ir a prisión en 2006.

Tan sabían correligionarios panistas de Anaya que encarcelar al hoy Presidente lo habría hecho un mártir, condición que aumentaría exponencialmente el respaldo ciudadano a su candidatura, que pagaron la fianza para evitar su detención el mismo día en que Vicente Fox y su procurador Rafael Macedo de la Concha no tuvieron más remedio que retirar la endeble acusación. Es del librito: ir a la cárcel siendo inocente, fortalece políticamente.

Rafael Macedo de la Concha

Los cierto es que aquella acusación contra AMLO, no se compara ni tantito con las que le enderezan ahora al excandidato presidencial del blanquiazul: asociación delictuosa, lavado de dinero y cohecho, según la denuncia del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya Austin.

Pero aún más: lo que fue la PGR y ahora la FGR traen en la mira desde hace tres años al exdirigente nacional del PAN y expresidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, por denuncias del gobierno priista de Enrique Peña Nieto y de sus propios correligionarios panistas, en el marco de la disputa por el control del partido y por la candidatura presidencial de 2018.

En aquella campaña política, ya investido Anaya como candidato de la coalición Por México al Frente, el aún panista y presidente de la mesa directiva del Senado, Ernesto Cordero Arroyo lo acusó de operaciones con recursos de procedencia ilícita. De ahí derivaron las investigaciones y posteriores acusaciones de participar en una presunta red de lavado de dinero mediante la compra-venta de una bodega en Querétaro, con el empresario Manuel Barreiro Castañeda.

Alberto Elías Beltrán

Tocó llevar a cabo la investigación al entonces encargado del despacho de la PGR, Alberto Elías Beltrán, de lo que se valió Anaya para acusar al gobierno de Peña Nieto de persecución política para descarrilar su candidatura.

Javier Lozano, otro ex panista vinculado a Felipe Calderón, pero para entonces ya incorporado a la campaña priista de José Antonio Meade, le preguntaba a Anaya cómo siendo en esa época diputado federal sus ingresos le alcanzaban para tener a su familia viviendo a todo lujo en Atlanta y tener guardaditos para operaciones inmobiliarias.

Todos los personajes que interactuaron en aquel caso sobre el que finalmente la PGR determinó no ejercer la acción penal “por no existir aún suficientes datos de prueba”, y mucho otros más, aparecen en la acusación de Lozoya Austin sobre los sobornos ordenados para la aprobación de la Reforma Energética y que le referí aquí en agosto del año pasado (https://bit.ly/3mv7U6r). Sobre Anaya dice específicamente que el exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray le ordenó sobornarlo con seis millones 800 mil pesos que le fueron entregados en el estacionamiento de la Cámara de Diputados.

Lugo filtraron el video que documentó el modus operandi de los cohechos (https://bit.ly/3zffc1z) donde aparecen personajes menores cuyas declaraciones hoy tienen en la cárcel al exsenador blanquiazul José Luis Lavalle.

Anaya está en Atlanta, nos aseguran. Su cita judicial será atendida por sus abogados, la cual por cierto se pospuso. Y para el pasado miércoles 25 a las 14:30 horas se esperaba la comparecencia ante un juez Federal del Altiplano del exdirector de Pemex, Carlos Treviño Medina, que también fue pospuesta, a quien también se imputará por los supuestos sobornos que recibió de Lozoya Austin para sacar adelante la reforma de marras, lavado de dinero y asociación delictuosa.

INSTANTÁNEAS:

  1. EMBARRADOS. Son muchos los embarrados en las acusaciones de Lozoya, aunque muy pocos los casos que se han podido judicializar. Hoy se sabe, por ejemplo, que el procesado exsenador panista José Luis Lavalle, junto con el también exlegislador panista y exsecretario de la Función Pública, Salvador Vega Casillas, fueron paseados a todo lujo por el senador priista que presidía la Comisión de Energía, David Penchyna Grub, meses ante de la aprobación de la Reforma Energética. Este último –según las acusaciones de Lozoya- fue el encargado de entregar los cohechos a los legisladores. La pregunta es sí los agarraron todos porque en la Cámara de Diputados votaron a favor 209 legisladores del PRI, 107 del PAN, 28 del Verde y 10 de Nueva Alianza. En contra votaron PRD, PT y Movimiento Ciudadano.

    Javier Lozano
  2. LAYDA. Hoy en la mañana y hasta terminar, se llevará a cabo el recuento total de votos de la elección de la gubernatura de Campeche ordenada por el TEPJF. Así la ven en el círculo interno de la gobernadora ya electa y con constancia de mayoría Layda Sansores: La resolución del Tribunal fue extraña, por decir lo menos; MC pedía la apertura de 13 distritos y se acabó por ordenar la apertura de todos (21); en siete de cada diez casillas ya se había recontado y en los tres restantes no había problemas; luego entonces, se refrendará el triunfo. El TEPJF tiene la última palabra.
  3. EL ENEMIGO EN CASA. Algo extraño parece estar ocurriendo en Naucalpan tras las pasadas elecciones del 6 de junio. En el Palacio de Gobierno del Estado de México han registrado como detonan conflictos con más celeridad. Se trata de manifestaciones de personal sindicalizado, policías, comerciantes ambulantes y hasta transportistas. Fuentes del municipio aseguran que es su director de Gobierno, Mauricio Aguirre, es el oscuro personaje que está dejando crecer todo tipo de problemas. Explican que su animadversión al secretario de gobierno del estado, Ernesto Nemer es públicamente conocida y que, en ese contexto, difundió vía Twitter hace unos días su apoyo a la huelga de hambre que realizó su exjefe, el exalcalde de Toluca, Juan Rodolfo Sánchez y acusó a Nemer de “estar en campaña”. Todo indica que la munícipe Patricia Durán tiene al enemigo en casa.
  4. SENADO. Después de dejar la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, se convirtió en la presidenta de la mesa directiva del senado, con ello dejó en el camino a Malú Micher, quien declinó participar en la elección para tal cargo en este primer año de la LXV Legislatura del Senado y a las senadoras Bertha Caraveo, Imelda Castro, Marybel Villegas y Ana Lilia Rivera.

¿LLEGÓ LA HORA DE NEGOCIAR PARA AMLO?

La salida de doña Olga Sánchez Cordero de la secretaría de Gobernación y su regreso al Senado hizo una carambola de muchas bandas. Hay que decir primero, antes de referirlas, que los Presidentes –al menos desde Salinas de Gortari- usualmente hacen cambios de sus encargados de la política interior. CGS tuvo tres secretarios de Gobernación, Ernesto Zedillo cuatro, Vicente Fox dos y Felipe Calderón cinco, sin perder de vista que dos tuvieron trágicas muertes. Solo Peña Nieto conservó al mismo titular de Gobernación durante todo su sexenio. Pero esa fue la excepción de una regla no escrita con la que se planta cara al natural desgaste de ese importante cargo y se da cauce a los necesarios ajustes en la conducción política del país.

Carlos Treviño Medina

Lo importante, en este caso, es que la remoción de la ministra de la Corte en retiro puede leerse como el reconocimiento de AMLO de que es momento de la negociación política, de que exactamente a la mitad de su gobierno no puede ni debe mantenerse en el conflicto político permanente como estrategia para llevar a buen puerto su pretendido proyecto transformador.

La confrontación con diversos actores de la vida nacional, un día sí y otro también, ha llevado al país a niveles de polarización ya insostenibles y riesgosos. Es preciso negociar, operar políticamente, más obligado ahora por la nueva conformación del Congreso que al recomponer sus fuerzas ya se deja ver como un dique a las reformas legislativas que la 4T se ha planteado para el segundo tramo del sexenio.

¿Echaron a doña Olga o ella decidió irse? Aunque parezca contradictorio puede verse desde ambos ángulos. Su gestión no fue protagónica ni determinante en la operación política. La hicieron a un lado el propio Presidente y su poderoso consejero jurídico, Julio Scherer, con quien siempre disputó la interlocución con las fuerzas políticas representadas en el Congreso y con el Poder Judicial, afín éste último a su conocimiento y buena relación por haber sido ministra de la Corte. Perdió, entonces, esa batalla y dejó de serle funcional al Presidente.

Por otro lado, sin embargo, no era desconocido su desacuerdo con algunos puntos centrales de la reforma del Poder Judicial, sobre todo con el artículo transitorio que planteó  alargar la gestión del ministro Arturo Zaldívar como presidente de la Corte. Algunos de sus cercanos y aliados políticos fue que ella planteó al Presidente su deseo de dejar el cargo. ¿Una desencantada más?

En cualquier caso, el objetivo del cambio es poner en Gobernación a un operador político fuerte –un poco la mano dura de los secretarios de antaño, pero conciliadora, confiable y leal, hasta donde las ambiciones sucesorias lo permitan- función que venían desempeñando el propio Scherer y Marcelo Ebrard.

Emilio Lozoya Austin

Pero el personaje escogido para llegar al Palacio de Covián fue el gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, a quien López Obrador ya había sugerido que incorporaría al gabinete. Hace poco más de un mes se refirió a él como “un cuadro, un profesional, un buen gobernante, una buena persona, un hombre íntegro, una gente honesta”. Tal es la percepción presidencial, aunque el bajo perfil del mandatario tabasqueño no ha dejado ver con claridad sus capacidades de operador político.

Lo que parece indudable es que Adán Augusto López ha mostrado una lealtad a toda prueba (condición que López Obrador reclama como dogma a sus colaboradores), fundada en una sólida amistad que es prolongación de la que sostuvo con su padre, el ya extinto notario público Payambé López Falconi, uno de los pocos tabasqueños que desde 1980 mostró su apoyo al hoy Presidente.

El vínculo, incluso, involucra a la hija de Paymbé y hermana de Adán Augusto, Rosalinda, a la sazón esposa del gobernador de Chiapas, Rutilo Escandón y nombrada por AMLO Administradora General de Auditoría Fiscal del SAT.

El hielo que había congelado la relación de AMLO con Ricardo Monreal tras los resultados en la ciudad de México de las elecciones del pasado 6 de junio, parece que ayer empezó a derretirse. El líder parlamentario del Senado y presidente de la Junta de Coordinación Política recibió una llamada telefónica tempranera en la que AMLO le notificó que Sánchez Cordero se reincorporaba a su escaño senatorial, pero no como una más, sino como una propuesta para encabezar la mesa directiva del primer año de la LXV Legislatura.

Monreal acusó recibo de la instrucción y empezó a operar. Por su oficina desfilaron los coordinadores parlamentarios de la oposición y horas más tarde le dio la bienvenida a la ya en ese momento exsecretaria de Gobernación.

David Penchyna Grub

Pasado el mediodía, habló con las senadoras de Morena que habían hecho pública su aspiración de presidir al Senado: Ana Lilia Rivera, Freyda Marybel Villegas, Imelda Castro y Berta Caraveo. Las cuatro –aseguran fuentes de la cámara alta- mostraron su institucionalidad y unidad en torno al proyecto de la 4T. Avalaron que doña Olga sea inscrita por la fracción mayoritaria de Morena como aspirante a presidir la mesa directiva, donde estimaron haría un gran papel por su experiencia y conocimiento de las leyes en su reconocida trayectoria como ministra de la Corte. Pero eso lo definirán hoy los senadores morenistas y si transita una negociación aparentemente ya amarrada, pasado mañana domingo se votará en la plenaria de la nueva Legislatura.

La coyuntura le vino a Monreal como “anillo al dedo”, por citar al clásico, ya que no solo reactivó su comunicación con el Presidente, sino que aprovechó la coyuntura para ratificar el respaldo de la mayoría de los senadores de su partido para seguir siendo su líder y continuar al frente de la Junta de Coordinación Política.

Y aquí es donde se vislumbra otra lectura que cruza por el adelantadísimo proceso de sucesión presidencial al que por razones políticamente naturales (la cartera de SEGOB), pero también de lealtad y amistad, se ha incorporado Adán Augusto López.

Adán Augusto López

AMLO ha mostrado con toda claridad su respaldo a la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaun y hasta ayer, muchos analistas políticos veían al ex rector de la UNAM y hoy embajador de México en la ONU, Juan Ramón de la Fuente, como el plan B del Presidente. Esa ecuación, al igual que las que tienen que ver con Marcelo Ebrard y Esteban Moctezuma, se alteraron con el nombramiento en Gobernación de Adán Augusto López. ¿Será el verdadero plan B de López Obrador?

Sus cercanos aseguran que Adán Augusto sí ha hecho cálculos de carácter sucesorio y, como siempre en política, llega con adversarios y partidarios. En un primer vistazo dentro del gabinete tiene en su paisano Octavio Romero, director de Pemex y muy amigo también de AMLO, a un histórico adversario. Por el contrario, de acuerdo con su círculo interno, mantiene una relación fluida con las Fuerzas Armadas, dada su gran relación con el general en retiro Audomaro Martínez Zapata, director del Centro Nacional de Inteligencia.

Por eso le digo que este cambio en el gabinete es una carambola de muchas bandas. Y en Palacio Nacional aseguran que vienen otros.

(rrodriguezangular@hotmail.con , @RaulRodriguezC , raulrodriguezcortes.com.mx ).