Es cada vez más complejo el mapa del tráfico de migrantes


La tragedia en San Antonio Texas puso en evidencia que las redes de tráfico de personas operan también en Estados Unidos, señaló Roberto Velasco. Foto Afp

Dora Villanueva / La Jornada

Ciudad de México. Detrás de las múltiples vejaciones que acompañan las travesías de los migrantes que huyen del hambre, la violencia, la falta de oportunidades y la miseria en sus comunidades hay un negocio. Las carencias económicas de unos representan millones de ingresos para grupos criminales de todo tamaño, que ni autoridades de México ni de Estados Unidos –el país de destino que recibe una mano de obra abaratada por el miedo a la deportación– han hecho por sistematizar, o señalar públicamente.

El fenómeno es complejo, atomizado. Tanto agencias estadunidenses como autoridades mexicanas lo reconocen así. Grupos de todo tamaño participan en esta actividad, desde traficantes cercanos a las comunidades y que representan un riesgo bajo, hasta uno de los cárteles de droga más agresivos en el país (https://bit.ly/3AtRger). En ese punto, la política migratoria de manera indirecta está inflando los recursos de grupos criminales que capitalizan la violencia (https://bit.ly/3IgE9Psx).

Roberto Velasco, jefe de la Unidad para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), explica a La Jornada que en las redes de tránsito de migrantes hay un “mapa desafortunadamente cada vez más complejo, confluye a varios países” y, debido a “la posibilidad del negocio, obviamente también se van integrando nuevas personas a estas redes de tráfico de personas”. En entrevista detalla algunos de los trabajos regionales que se llevan a cabo para atender la situación.

–Por el lado de México, de las autoridades mexicanas, ¿hay algún tipo de mapeo sobre qué grupos de la delincuencia organizada están repartidos para facilitar o sacar provecho del tránsito de migrantes tanto en la frontera norte como en la sur?

–Hay bandas y redes de tráfico de personas en toda la región. México no es la excepción. Lo que puso de manifiesto la tragedia tan terrible de San Antonio la semana pasada es que también hay redes de tráfico que están operando en Estados Unidos, en conjunto con estas redes que están en Centroamérica, en Latinoamérica y en México (https://bit.ly/3bSDkR0). La operación que vimos es prácticamente en territorio estadunidense y, de acuerdo a la información que nos ha compartido el Departamento de Seguridad Interior, era un grupo que recogía a las personas en Laredo y las llevaban a casas de seguridad en camiones registrados en Texas. Tanto quien parece ser el líder de la organización como el chofer del camión son ciudadanos estadunidenses. Entonces, lo que estamos viendo es un mapa cada vez más complejo de organizaciones que reclutan a las personas en Latinoamérica, Centroamérica, incluso en terceros países; personas que les ayudan a atravesar el territorio de México, también poniéndolas en un gran riesgo, en cajas en el tráiler, y después una operación en Estados Unidos, la cual –lo que pone en evidencia este suceso– transporta a la gente de la misma manera en esta especie de última milla, poniéndolos en un riesgo evidentemente mortal. Entonces, lo principal que te diría es que es un mapa desafortunadamente cada vez más complejo, confluye a varios países, incluyendo a Estados Unidos. En esta ocasión hay cuatro personas detenidas porque, como se dio a conocer, el chofer de la unidad volvió a la escena de los hechos haciéndose pasar por un migrante, por una víctima, al darse cuenta que no podría escapar por la zona aislada, desértica, en la que se encontraba. Esto lleva a tener la información de su teléfono, de su testimonio y a estas otras personas. Estamos esperando ver si hay más involucrados, continuar las investigaciones del Departamento de Justicia, pero tienen a una serie de personas detenidas que sí estamos seguros van a poder aportar información de gran relevancia para ambos países.

–¿Del lado mexicano tienen identificadas cuántas organizaciones podrían estar participando en esta actividad?

–No tengo una cifra exacta. Creemos que hay distintos tipos de organizaciones. Algunas ayudan a los migrantes a cruzar todo el país desde Centroamérica, pero también hemos visto en el pasado organizaciones de carácter local que en la frontera de México los pasan únicamente a Estados Unidos. Es un mapa complejo y cambiante, porque a pesar de todas las detenciones que se han hecho en distintos episodios en territorio nacional, (debido a) la posibilidad del negocio, obviamente también se van integrando nuevas personas a estas redes de tráfico de personas.

–¿Como parte de las mesas interinstitucionales que hay entre ambos países se trabaja sobre algo en concreto, más allá del tema de migración, visto esto como la participación de una red de tráfico organizado?

–No es una sola red. Son distintos tipos de organizaciones, grupos delictivos de acuerdo con nuestra definición legal y otras que son pequeñas bandas de dos o tres sujetos que pueden estar operando un camión. En fin, hay distintos grados de sofisticación en cada uno de los países. Ahora, sí tenemos un grupo dentro del Entendimiento Bicentenario de Tráfico de Personas, en el cual también participan la Fiscalía General de la República y las distintas autoridades estadunidenses que investigan estos delitos. Y bueno, hemos creado también grupos ad hoc para responder a la tragedia que hubo en Tapachula (https://bit.ly/3nHjCtX) y ahora para esta tragedia que hubo en San Antonio, con la participación de otros países de la región. Estamos también conversando con otros países, Guatemala y Honduras (sobre) si es posible que tengamos alguna especie de grupo permanente de trabajo entre todos los países que estamos involucrados en esta historia criminal, sobre todo muy cruel, porque no es la primera vez que hay una tragedia de esta magnitud, son varios eventos así. Y a pesar de ello, estos criminales continúan metiendo a la gente en esas cajas de tráileres en esas condiciones.