En Acción Nacional se quitan máscaras; pugna entre blanquiazules.
Grabación filtrada revela jaloneos para Presidencia de Cámara de Diputados.
Ari Salgueiro
Ahora si se le apareció el demonio al dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya.
Hasta ahora el novel dirigente blanquiazul, quien precisamente hace un año, por estas fechas, asumió su cargo, había tenido, gracias a una buena dosis de suerte, un reinado tranquilo.
Sin embargo ya se le hizo bolas el engrudo, pues se metió en lo que menos le conviene, una pugna con un histórico de su partido.
Resulta que entre los compromisos que Anaya hizo para ganar apoyos que lo llevaran a la dirigencia nacional panista, uno de los más importantes fue el que logro con Gustavo Madero, a quien le ofreció la presidencia de la Cámara de Diputados.
Compromiso hasta cierto punto normal, sobre todo si se considera que Madero es el maestro político de Anaya.
Hasta ahí todo marchaba bien, el problema vino cuando a Anaya le entro el gusanito por ser el candidato de su partido a la Presidencia de la República en 2018. Evidentemente también pidió el apoyo de su padrino… pero ahí se topó con pared.
Madero, con mejor cálculo político le dijo no al joven político lo que puso iracundo al queretano de 37 años, quien espero pacientemente para vengarse de su antes mentor.
Y la oportunidad de hacerlo le llego apenas esta semana cuando decidió sepultar políticamente a Madero, negándole la presidencia de la Cámara de Diputados y dándosela en cambio a Javier Bolaños y Guadalupe Murguía, seis meses cada uno.
Más allá de las pocas luces y la escasa prosapia de estos dos legisladores, en la decisión de Anaya de inmediato se notó un tufo de revancha y un intento de dar un golpe de autoridad por parte de Anaya, quien nunca pensó que su decisión fuera refutada y mucho menos evidenciada públicamente.
Pero las tradicionales formas panistas le valieron al chihuahuense, quien no se limitó a acusar a Anaya de haber falta al acuerdo que tenían para la presidencia de San Lázaro, tampoco tuvo empacho en asegurar que tiene secuestrado al PAN con el único interés de ser el candidato presidencial en 2018.
Y para aderezar este banquete de intriga y traición, está la grabación que esta semana también se dio a conocer de una conversación entre la ex panista Brenda Ruiz y el diputado Federal Jorge Triana en la que se da cuenta de los manejos y jaloneos para la presidencia de la Cámara de Diputados.
Luego de que se descubrieron los malos manejos en la elección de la Presidencia de la Mesa Directiva de San Lázaro, que la próxima semana asume funciones, los dirigentes del partido salieron a tratar de enfriar los ánimos, con tan poca fortuna que la oleada de indignación ya se extendió hasta las bases panistas.
Si, aun cuando se han esmerado en tratar de ocultarlo, el descontento por la forma en que ha llevado su primer año en la dirección del partido podría costarle caro a Anaya.
Por lo pronto la fractura es inminente, sobre todo con el frente que ha comenzado a formarse con el soporte del panismo rancio que no quiere al queretano como su candidato presidencial y se inclina notoriamente por Margarita Zavala, no solo esposa del ex presidente Felipe Calderón, también nieta de uno de los fundadores del partido.
Porque los calderonistas no se van a quedar cruzados de manos y quien los haya dado por muertos desconocen de política, pues están más vivos que nunca y trabajando por la candidatura de la ex primera dama.
En fin, al parecer Anaya no calculó bien los alcances de su venganza y ahora tendrá que enfrentar no sólo a una contrincante fuerte, ahora la encontrara mucho más avispada y lista para enfrentarlo con todo su arsenal.
Además deberá encontrar una forma eficaz de enfriar los enardecidos ánimos de su militancia que lo había escogido por manejar una bandera de limpieza y claridad en los manejos del partido.
Así que ahora los panistas, que se sentían ya en caballo de hacienda rumbo a 2018, van a tener que darse un baño de realidad y resolver sus crisis internas antes de mostrarse nuevamente con un sólo frente sólido y habrá que ver como toma el electorado todo este cochinero que no hace sino demostrar que en todos lados se cuecen habas.