León García Soler*
Del Nudo mixteco a la Sierra Madre occidental se escuchó el rugido del parto de los enanos en busca de aliados, de cualquiera otra especie que se asociara, integrara una manada capaz de hacer olvidar la afamada carga de los búfalos inmortalizada cuando el PRI era no sólo hegemónico sino “partido único” en busca de adversarios de mentiritas que acompañaran al penoso PAN empeñado en monopolizar la oposición. Hoy bailan al compás que les toquen los partidos del pluralismo financiado por el Estado y pagado en última instancia por los mexicanos que han de padecer la clonación de enanos a modo.
Aliados de la misma calaña. Pero sobre todo, que respondan a la formidable frase con la que el autor del dinosaurio que cuando despertó todavía estaba ahí: “Desde pequeño era yo muy pequeño”, dice en párrafo autobiográfico el formidable Tito Monterroso. Y ahí va en la marcha de los cangrejos la izquierda dispersa que se dice moderna y marginó a los obreros, campesinos y soldados para dar todo el poder a… un académico inorgánico que nunca militó en la izquierda. Es más, a pesar de su cercana amistad con el sacrificado Luis Donaldo Colosio, Agustín Basave es la rara avis del vuelco, una que no anidó en el PRI ni voló del tricolor rumbo al poder compartido en el ayuntamiento contra natura del PAN y el PRD, al que ahora impone condiciones y lleva al lecho de los extraños compañeros que hace la política.
Todo sea por liquidar a los herederos de los sedicentes herederos del PRI que nació con el cambio generacional cuando la revolución degeneró en gobierno. Bajo esa bandera desfilan las camisas rojas desteñidas y las azules con un blanco ya no tan virginal. De qué se quejan los perredistas a los que la sicofancia de los Chuchos despeñó hasta el cuarto lugar en las elecciones de medio sexenio; en las que todos los de la pluralidad obtuvieron menos votos que en las elecciones federales previas, pero vieron al PRI volver a hacerse de la mayoría en San Lázaro, levantarse y andar de la mano de los verdes que cosechan sin barbechar ni sembrar; y con las criaturas de Elba Ester Gordillo cuando s elecciones de medio sexenio;o los que servían sin barbechar ni sembrar, con las criaturas de Elba Ester Gordillo cuando ésta era la maestra milagrosa y recibía de Felipe Calderón lo que pidiera. Incluido el ISSSTE que sirvió a Miguel Ángel Yúnes para redondear fortuna política y de la que sirve para hacer política.
Yúnes se desprendió del tronco del PRI con la prisa de todo buen oportunista. Y se fue apropiando de la oposición yúnica, la viable dicen los que hoy buscan el desquite y han decidido unir el destino del PRD y del PAN en las playas de Boca del Río, sin acordarse de Sayula ni de los años en los que Miguel Ángel Yúnes operaba el gobierno de Patricio Chirinos en Jalapa y encarcelaba a Dante Delgado. Hora del parto de los montes en Zongólica: Desde la celda de la cárcel, Dante, hoy dueño del Movimiento Ciudadano, derrotó a los candidatos de Patricio Chirinos. Y Yúnes organizó recepción de travestís a Cuauhtémoc Cárdenas en el Café de La Parroquia.
A quién le importan ahora las idas y venidas en la tierra de Dios y María Santísima. Ante todo, a los del PRI que no quieren dejar las playas a las que cantó Agustín Lara y donde hoy se escuchan todavía las décimas y los sones a lo largo del Papaloapan. Y a los vecinos oaxaqueños que han pasado estos años en el desamparo de un gobierno tímido y ausente de uno que desde pequeño era ya muy pequeño. Mal anda el sistema plural de partidos que acogió a tránsfugas del PRI y ahora busca emigrados del partido dispuestos a vestirse de ratón en el parto de los montes democráticos; en la cruzada genética y frenética de los de especies pequeñitas dispuestas a todo para alcanzar la victoria y derrotar al PRI ahí donde nunca hubo relevo de esos que quitan el poder a un priísta para ponerlo en manos de un priísta arrepentido.
O cínico. Hoy está de moda cambiar de chaqueta cada amanecer. Y en el PRI se reúnen los aspirantes en torno a Manlio Fabio Beltrones para jurar fidelidad y asegurar que no desertarán del partido si no los hace candidatos. Ah, en el PAN hay una íntima tristeza reaccionaria. Ni el pobrecito al que hicieron líder de la fracción panista en el Senado llega a la elección de este domingo amparado con el manto jesuítico que extiende Abascal. Y para colmo llueve lodo en la elección que hubo de hacerse porque el Trife anuló la de calendario.
Nadie se queja.
Rafael Moreno Valle, hijo y nieto de priístas, rinde su último informe en Puebla bajo palio. Con la bendición de la pluralidad de la república laica que entona a coro: “Mi nombre es Legión”.
Juárez no debió de morir…
*especial para El Correo de Oaxaca
