El muro de Trump


Donald Trump
  • Cerró parcialmente gobierno de EEUU hasta que le autoricen 5 mil 700 MDD.
  • “Lucharemos para que EU vuelva a ser el sueño americano de todos”: Nancy Pelosi.

Elvia Andrade Barajas/Reportajes Metropolitanos 

Tijuana, Baja California, enero de 2019.- Bajo un mismo cielo, sol, luna y un aire libre, permanecen impasibles los ocho prototipos del muro fronterizo, con que el 45, quiere separar físicamente a esta nación de su vecino del sur, el de forma de cuerno de abundancia con la boca abierta hacia el feroz y poderoso búfalo, cuya prosperidad atrae  a millones de migrantes en busca del sueño americano, que para muchos se torna en su peor pesadilla, incluso para el que desde el 22 de diciembre pasado mantiene cerrado el gobierno estadounidense, sin sueldo a 800 mil empleados federales, hasta lograr que le autoricen 5 mil 700 millones de dólares para construir su ambicionado border wall.

Nancy Pelosi

Frente a las polvosas y empobrecidas colonias tijuanenses Nido de las Águilas y Las Torres, del lado americano, están  los ocho prototipos del muro fronterizo, que pretende ampliar y construir el 45 a lo largo de 3 mil 200 kilómetros de frontera entre México y Estados Unidos, alegando que es un caso de máxima seguridad para el país gringo, el más poderoso del mundo, al que a diario quieren entrar miles de migrantes latinos para mejorar su nivel de vida, porque los gobiernos de  sus naciones, entre ellas, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua y México no han resuelto sus demandas básicas de sus países, provocado crisis de violencia, inseguridad y pobreza que expulsa de sus tierras natales a miles de habitantes.

El presidente izquierdista de México, Andrés Manuel López Obrador, propone un Plan de Desarrollo para Centroamérica y para los más pobres de México, para que se arraiguen en sus tierras natales y que la emigración sea optativa y no por obligación o hambre.

Pero se opone a que México sea un Tercer País Seguro para los migrantes que quieren entrar a Estados Unidos, a fin de que permanezcan aquí mientras tramitan su asilo o visa para EEUU.

Marcelo Ebrard

“Estados Unidos vive una creciente crisis por la ola de migrantes que quieren entrar al país por la frontera con México, que es un ducto para una gran cantidad de drogas ilegales desde metanfetamina, heroína, cocaína y el peligroso fentanilo. Cada semana 300 de nuestros ciudadanos mueren sólo por la heroína», dijo este martes el 45 en un mensaje dirigido a la nación en un momento en que su país sufre una crisis de salud pública por las sobredosis a causa de la adicción que  se ha triplicado desde 1999 hasta 2016 y el país enfrenta una epidemia por el uso persiste de opioides.
Sin embargo, los demócratas se oponen a su pedido y lo acusan de tener como «rehenes» a los estadounidenses desde hace 19 días.

Este jueves está previsto que el 45 viaje a la frontera sur de Estados Unidos. El izquierdista mexicano irá a la frontera norte de México. Su encuentro podría ser en Tijuana o

California, pero hasta hoy no se ha confirmado.

Ocho modelos de muro a escoger

GRANDES CONTRASTES

En tanto, lejos del bullicio del Centro de Tijuana, de la zona roja, de los albergues de migrantes centroamericanos, de la garita de San Ysidro, California, de la de El Chaparral, donde se piden las visas de asilo a Estados Unidos, el viento sopla libre, juguetea sobre ambas naciones, unidas por la propia naturaleza, por el mundo, así nacieron,  juntas, pero una se hizo rica y poderosa y la otra aún lucha contra todos sus demonios: violencia, inseguridad, pobreza, desigualdad, desempleo, deficiencia en su infraestructura urbana y división política entre izquierdistas, conservadores y de centro derecha.
En las colonias Nido de las Águilas y Las Torres se observa el dramático contraste que existe entre Estados Unidos y México.  Ahí se levanta imponente el muro fronterizo de acero, y atrás de las rejas se ven los ocho prototipos.
Del lado mexicano se ve desorden, pobreza, delincuencia, hacinamiento y falta de servicios públicos.  El nivel de vida de sus pobladores es de bajos recursos, a simple vista se observa que muchos sobreviven de actividades ilícitas, entre ellas desvalijar tráileres, que tienen destartalados y en fila o sobre casas y negocios de dudosa procedencia, justo frente al lugar donde están los ocho prototipos del muro fronterizo, en el lado americano, donde el panorama es distinto: se ven hectáreas de tierra desocupada, limpia, con área verdes, parece que todo está en orden y desde ahí huele a prosperidad.

Colonia Las Águilas en Tijuana, BC

MÉXICO NO SERÁ UN TERCER PAÍS SEGURO 

Este violento contraste no pasó desapercibido para el 45 cuando fue a que le mostraran los muros prototipo, para que escogiera el que utilizará en caso de que el Congreso le desbloque los 5,700 millones de dólares que pide para construirlo, a lo que se oponen férreamente los demócratas que desde el pasado 1 de enero de 2019 tienen el control del Congreso estadounidense, que dificultará que el presidente de Estados Unidos logre su obsesivo muro.
“Un muro es una inmoralidad; no es lo que somos como país”, dijo Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara Baja, el pasado 3 de enero luego de tomar protesta del cargo.
“Lo que está creando el presidente republicano no es un muro entre México y Estados Unidos, sino un muro entre la realidad y sus constituyentes, sus simpatizantes”.
En esa ocasión la poderosa mujer norteamericana, rodeada de niños, sus nietos, dijo que el Congreso ahora con mayoría demócrata “luchará para que Estados Unidos vuelva a ser el sueño americano de cualquiera, sin un muro fronterizo de por medio”.

Parecen trapecistas, dijo Donald Trump

Los analistas políticos estadounidenses aseguran que con un Congreso demócrata, la obsesión por el muro, será lo que hunda políticamente al magnate del mundo inmobiliario, ya que así como lo encumbro en las elecciones presidenciales del 8 de noviembre de 2016, lo derrumbará en los comicios del 3 de noviembre de 2020.
Sin embargo, el que asumió la presidencia del país más poderoso del mundo el 20 de enero de 2017, ha colocado como la prioridad de su gobierno el muro fronterizo dejando de lado otros problemas de importancia para Estados Unidos.
El 13 de marzo de 2018 visito San Ysidro, California, para conocer los ocho prototipos de barda, eligiendo uno de acero de nueve metros de altura, seis metros más alto que el que construyeron Bill Clinton y Barack Obama con láminas, que ya lucen viejas y oxidadas, lo que facilita que sean brincadas por los migrantes.
El racista magnate antiinmigrante dice que “parecen trapecistas”, lo que constató en noviembre y diciembre de 2018 cuando un grupo de migrantes hondureños se treparon al muro de acero de nueve metros colocado en las playas de Tijuana.

Migrantes centroamericanos

AUDACIA DE HONDUREÑOS
La vieja valla metálica de Bill Clinton y la de Obama es brincada con facilidad por los indocumentados, entre ellos los altivos hondureños de la caravana que salió de San Pedro Sula el 13 de noviembre 2018, quienes en su desesperación intentaron saltarla a plena luz del día y frente a elementos de la Guardia Nacional de Estados Unidos que repelieron su osadía con gases lacrimógenos, lo que fue duramente criticado por Derechos Humanos y la ONU.
Días después otras familias hicieron lo mismo, con la intención de que los detuviera la Patrulla Fronteriza, para que los llevaran a un Centro de Detención y desde ahí tramitar su asilo.
En diciembre de 2018, el canciller de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, aclaró que “México no ha aceptado en ninguna condición, ni de jure ni de facto, el estatus de Tercer País Seguro para personas que ingresen a nuestro territorio buscando acceder al de los Estados Unidos de América”.
Lo anterior lo dijo en referencia a que el gobierno estadounidense afirmó que México había aceptado ese estatus, por lo que sostuvo que un acuerdo de Tercer País Seguro tiene carácter vinculante y está suscrito por medio de un tratado bilateral, por lo que México no aceptará firmar un documento que lo ponga en esas circunstancias.
El estatus de Tercer País Seguro significa que todos los migrantes, no sólo los centroamericanos sino de cualquier país del mundo, que transiten por México para pedir asilo, sean regresados al país con la única opción de pedir refugio aquí. «Por eso no aceptamos un tratado de esta naturaleza», sentenció Ebrard.
Si se firma un tratado de País Seguro, todas las solicitudes de asilo se tendrían que hacer en México, debido a ello, Ebrard dijo que no se aceptará y éstas se seguirán haciendo en Estados Unidos.

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