El juego perfecto


Ángel Macías, en búsqueda de la hazaña

El 23 de agosto de 1957, un grupo de niños de Monterrey, decidieron buscar la gloria. Para ello enfrentaron muchos problemas, como el racismo y la discriminación.

Durante esa Época, en Estados Unidos, se dejaba sentir, como todavía en este siglo XXI la isupremacía! blanca y, sin embargo, los futuros Pequeños Gigantes nunca tomaron en cuenta, tampoco les afectó cualquier discriminación de la que hayan sido víctimas.

Hoy, 60 años depués, todavía está fresca en nuestra historia deportiva la hazaña de un juego perfecto, lanzado por Ángel MacÌas para asÌ ganar la Serie Mundial de Ligas Pequeñas en 1957*.

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Ángel Macias, lanzó juego perfecto para que los ninos de Monterrey ganaran la Serie Mundial de de 1957
Ángel Macias, lanzó juego perfecto para que los ninos de Monterrey ganaran la Serie Mundial de de 1957

Conozco la historia desde pequeña, he crecido con ella y la he escuchado desde primera fila en un asiento especial; pero creo que hasta ahora que soy mayor comprendo la inmensidad de ella y el gran tésoro que sigue habiendo en ella.

Fue en 1957 cuando unos niños lograron una hazaña de grandes. Más allá de los obstáculos económicos y sociales que enfrentaron, se enfrentaron a algo mucho más grande, a ellos mismos, probándose que no importan las más de 10 mil voces que hay afuera, para ganar solo importa una sola voz, la del corazón que dicta ir a lograr esos sueños.

Después de ganar la Serie Mundial de Ligas Pequeñas, fueron recibidos por el Presidente Eisenhower
Después de ganar la Serie Mundial de Ligas Pequeñas, fueron recibidos por el Presidente Eisenhower

Catorce jugadores, no niños, jugadores porque hicieron historia en un deporte como grandes, y un manager con experiencia pero sin rumbo encontraron la esperanza y el camino en un juego donde probó al mundo entero que con determinación, esperanza y esfuerzo los sueños pueden cumplirse.

La historia se remonta más atrás de ese inolvidable 1957 hacia un tiempo donde un manager apenas estaba en formación. César L. Faz, de familia México-Americana y ciudadano norteamericano pasó sus días de niñez y juventud en San Antonio Texas donde tuvo su primer acercamiento al beisbol, ese deporte que lo enamorarÌa y lo llevarÌa a ser historia. …l mismo cuenta que su pasión y preparación nació en aquel lugar en donde como «príncipe» heredo de su hermano un trabajo como bat-boy en los Misioneros de San Antonio.

Los Campeones Mundiales de 1957
Los Campeones Mundiales de 1957

De aquel trabajó de apariencia sin relevancia absorbió de los grandes los mejores conocimientos sobre jugadas y técnicas en el campo, ya que aunque los Misioneros no eran un equipo de las grandes ligas si eran una pequeña sede de los Cafés de San Luis (Missouri) de quienes tuvo la oportunidad aprender en un asiento de honor sobre ese juego que lo hacía soñar.

El camino del Sr. César L. Faz es sin duda una demostración que no importa lo que tengas preparado para tu vida el destino y Dios te pueden brindar algo mucho mejor. Y asÌ fue, porque tiempo después Èl teniendo ya planeada su vida (al menos por el aÒo de 1955-56) el destino le ofreció, aparentemente, un camino más modesto que lo llevo a las páginas de la historia del béisbol.

También fueron recibidos por el Presidente Adolfo Ruiz Cortines
También fueron recibidos por el Presidente Adolfo Ruiz Cortines

Fue en 1956 que el Sr. Lucky Hasking buscó como manager a César L. Faz y des- puÈs de varias negaciones por parte de Éste hacia entrar como manager de un equipo de la Liga Industrial Infantil de Béisbol en Monterrey acepta la propuesta dirigiendo al equipo de Vidriera Monterrey, y asÌ el destino lanzó su primer jonrón (home run). Sin embargo ese año debido a que las liga apenas comenzaba en la ciudad industrial no pudo participar en el torneo mundial de las ligas pequeñas de USA; pero el destino es caprichoso y pone todo en su punto al momento adecuado y un año más tarde lo que empezó con una primera selección se convirtió en LA SELECCIÓN que marco la diferencia.

Antes de llegar a la selección de jugadores que fue al campeonato mundial, cada jugador comenzó por separado su historia con un equipo local que representaba a cada una de las cuatro industrias que eran benefactoras de la liga pequeÒa industrial de béisbol de Monterrey, para asÌ al final de la temporada interna César L. Faz dio su lista de seleccionados para jugar por primera vez en el torneo mundial de Liga Infantil de Béisbol en Estados Unidos de América.

Más imágenes, menos palabras
Más imágenes, menos palabras

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Los catorce GIGANTES seleccionados fueron: Jess Contreras, Norberto Villarreal, Ricardo TreviÒo, Baltazar Charles, Fidel Ruiz, Gerardo González, José Maiz, Francisco Aquilar, Rafael Estrello, Mario Ontiveros, Roberto Mendiola, Alfonso Cortez, Ángel MacÌas y Enrique Suárez.

Desde entonces, y antes de llegar al campeonato, los GIGANTES demostraron lo grandes que podÌa ser dentro y fuera de la cancha, y es que cuando uno encuentra su pasión detenerse en el camino es imposible.

Su camino empezó el dÌa que iniciaron en alguno de esos equipos que los llevo a la selección poniendo todo de si mismos sin bus- car nada a cambio, solo por el hecho de estar haciendo algo que amaban con el corazón con personas que podían ser ellos mismos sin importar el mundo fuera del diamante.

El libro
El libro

Si bien es cierto que su gran amor al de- porte los llevo a ser campeones, fue su trabajo dentro y fuera del campo lo que los forjo para llegar a la cima. Desde un principio comprendieron que los obstáculos monetarios eran el principal reto a vencer pero eso no iba a desanimarlos y pusieron todo su esfuerzo y concentración en hacer lo que mejor sabían hacer, jugar béisbol.

Para superar los problemas monetarios los muchachos hicieron colectas durante los partidos y en su tiempo libre y aunque Estás no cubrían todos los gastos eso no fue un impedimento para seguir soñando, y asÌ durante su viaje tuvieron la fortuna de contar con personas que los fueron apoyando económica y que también se convertían en sus más grandes admiradores, y ellos no los defraudarían.

Los días de prácticas, esos días que empezaban con el sol y se terminaban cuando ya no habÌa luz solo las estrellas en el firmamento, rindieron fruto cuando se pusieron en marcha a la ciudad de Mc Allen Texas para jugar su primer partido.

Los Pequeños Gigantes con el congresista Lyndon Johnson
Los Pequeños Gigantes con el congresista Lyndon Johnson

El primer partido del torneo fue jugado contra «Las Estrellas de la Cd. de México», muchachos con experiencia ya en el torneo y que tenían ventajas económicas grandes debido a ser hijos de empresarios y que también conocían el deporte de tiempo pues eran ciudadanos americanos asentados en México; contra ellos fue el momento de probar que para ganar solo se necesita corazón y ganar para lograr gran- des cosas; y asÌ fue, vencieron a aquel equipo en contra de probabilidades pero a favor del destino para sorpresa de muchos y de ellos mismos.

Aquel equipo que supuso solo jugarÌa un partido, jugó un primer partido que solo era un comienzo. En ese momento apenas la cima fue vista en el horizonte sin poder ver su inmensidad; y ese esfuerzo al recorrer el camino a pie para llegar al campo de entrenamiento, y esa determinación a no aceptar un negación del destino valió la pena a cada paso dado y a cada gota de esperanza después de esas primeras seis entradas.

*Introducción del editor

El cacher ganador de la Serie Mundial de 1957, junto con su ídolo de los
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