El Diluvio: Un poco más de la mariguana


Yo quisiera inscribir toda esta discusión sobre el futuro legal de la mariguana, a la cual el Presidente ha designado como coordinador, al subsecretario de Derechos Humanos, que es el señor licenciado Roberto Campa, yo lo quisiera inscribir en algo un poco más amplio como  la modernidad.

Parece  algo absurdo, pero quiero hablar de la modernidad contemporánea, porque hay otras modernidades, la modernidad como aspiración o la modernidad como definición, porque no es lo mismo la modernidad al  modernismo. Al menos no lo fue en los movimientos de la literatura del Siglo XX.

Pero en México en muchos aspectos parece como si estuviéramos viviendo los balbuceos o los trastabilleos de una “nueva democracia” a la cual aspiramos, la democracia de una modernidad globalizada, cuando no hemos terminado de consolidar ni siquiera la modernidad anhelada y descrita  a fines del siglo pasado.

Las sociedades urbanas contemporáneas en el mundo globalizado occidental tienen un elemento aun no incorporado del todo por nosotros en  nuestra vida;  el paso de la democracia representativa, expresada  en la composición de los órganos electorales  y el arribo al poder de personas designadas, de diputados, de personas representantes de  otros y sin crear la  gran meta de la modernidad no lograda,  la democracia participativa.

O sea, que las decisiones públicas y la creación de políticas públicas no sean monopolio de las autoridades, por muy genuinas, legítimas y legales como sean, sino a partir de un consenso frecuente expresado en un mecanismo plebiscitario casi permanente. Opinar para todo. Referéndum, consulta pública. Son las diversas formas que tiene esta participación. Todo ese anhelo de participación nos convierte a todos en actores, promotores, o frenos, o contrapesos… Vigilantes, sensores y censores;  veedores, oidores. Todo cuanto se  quiera.

Esto es consecuencia –en parte–, de un deterioro de la imagen de  los señores legisladores, presuntos representantes, digo presuntos porque nunca se les ha probado lo contrario.

Pero no solamente esto limita la acción de la autoridad en tanto los procesos legislativos.

El hecho mismo de que la legalización de la mariguana, que eso fue lo que hicieron en la Corte y que no le den tantas vueltas, provenga del Poder Judicial y no del Poder Legislativo, con la obligatoriedad a que empujan al Poder Ejecutivo,  demuestra que no es un asunto únicamente de representatividad electoral derivada a los órganos legislativos.

cardona  ma. elena morera

A PROPÓSITO DE…

Un ejemplo aquí, en la Ciudad de México, de ahorita.

Esta obra, muy interesante, por otra parte, del Corredor Cultural Chapultepec.

Ahí no pasa por la Asamblea Legislativa, ahí no pasa por el Congreso Local como se llamaría en otro estado, ahí pasa porque diez señores de la Condesa, de la Roma o de la Juárez, o 20 o 100 que sean, quieren opinar, quieren intervenir y quieren cambiar un proyecto al cual ellos le ven todos los defectos, sin darse cuenta de que el principal defecto de ellos es que ellos no lo pueden hacer y el Gobierno, con una sociedad con capital privado, sí lo puede hacer.

Entonces caemos en algunos intentos de participación que únicamente se convierten en barreras o en frenos. Así pasó con el aeropuerto de Fox, para no ir demasiado lejos. Todo mundo quiso opinar, algunos querían impedir, otros querían bloquear y lo lograron. Resultado: tenemos 30 o más años de atraso con los aeropuertos.

Ahora, en este caso de la marihuana, estamos realmente metidos en la conjugación de los absurdos. Nada de lo que este debate al cual hoy el Presidente se suma, que ya venía siendo una idea hasta del ministro Cosío, que lo expresa muy inteligentemente y de manera muy abundante en un artículo que publicó en la revista Proceso.

Bueno, ese debate ya está resuelto, al menos está resuelto por la Corte. La Corte no va a poder caminar para atrás. Porque ni modo que nos digan ahora que todos los argumentos de la defensa lúdica de la dignidad humana expresada en el ejercicio de tu voluntad, era un error.

Esto ya está concluido. Este es un debate que llueve sobre lo mojado. Pero mojado no es suficiente para navegar sobre ese charco.

Pronto vamos a ver las derivaciones de esta decisión en materia carcelaria y en materia de acción policíaca, y vamos a ver la nube de amparos por venir porque esto ya es un recurso de procedimiento.

Hay un detalle bien interesante: los beneficiados con este amparo a su favor, decretado por la Corte, sentenciado por la Corte, los cuatro miembros  del grupo SMART, esta sociedad de autoconsumo, etcétera, que proceden todos de «México Unido contra la Delincuencia», son abogados, activistas, en fin, “derechohumanistas”, ya pusieron a disposición de quien resulte interesado, una especia de machote, formulario para que, si van a protestar o van a solicitar amparos semejantes lo hagan; habrá una tormenta de amparos, una lluvia intensa, torrencial, de amparos. Pues por lo menos que lo hagan bien.

Es decir, ellos ya ganaron, ya saben el camino, ya se equivocaron en su momento, corrigieron, en fin y, finalmente, lograron. Entonces, lo primero que están poniendo a disposición de quien así lo deseé, de estos grupos de autoconsumo de marihuana, es proceder a solicitar, de la manera correcta, el permiso procedente ante la Cofepris, que es el organismo de la Secretaría de Salud que determina si te da o no permiso, en este caso, de cultivar marihuana.

Te lo van a negar porque el permiso sólo fue para cuatro, te lo van a negar, entonces, con esa negativa, tú vas y te amparas en un tribunal de circuito y después ahí las cosas seguirán. Este llegó a la primera sala porque era un tema de enorme relevancia que, así juzgó la Corte, debiera ser público, vamos, ventilado públicamente por su importancia. No todos los amparos van a llegar a la primera sala.

No lo necesitan, porque ya la Corte pronunció dos palabras que son irreversibles en cualquier otro proceso. La Corte ya habló de anticonstitucionalidad de las normas que limitaban lo que ellos han amparado. Y la inconstitucionalidad es como el embarazo: o la señora está embarazada o no está embarazada.

Y una ley, o es constitucional, quiere decir apegada a los principios de la Constitución, o no lo es. No tiene que ser anticonstitucional, con que sea inconstitucional es suficiente y ellos ya dijeron que todo esto era inconstitucional.

Bueno, y también ya dijeron otra cosa. Ya dijeron que es un asunto de derechos humanos. Y si hablamos de derechos humanos, hablamos de situaciones absolutamente determinantes, totales, incontrovertible.

Los Derechos humanos no se negocian, ni se pierden, ni se acaban, ni terminan; son eternos, perdurables, permanentes, inmutables, inextinguibles.

Entonces, en estas dos situaciones, lo siguiente, como dijo hoy en alguna entrevista que le escuché a María Elena Morera, que es una de las gentes que patrocinaron todo esto. Bueno, es cosa de tiempo, pero esto ya está hecho.

Entonces, los argumentos que se usaron para la marihuana van a ser los mismos que se usen para cualquier otra cosa.

Y este anhelo de participación colectiva hasta para modificar desde un pequeño grupo de mexicanos tan notables como los señores ministros de la Corte que son bien poquitos, son el 0000000000000000000.1 de la población de este país. Bueno, pues estos señores ya dijeron lo que tenían que decir.

Que lo dijo la primera sala. Pues sí, pero la primera sala ahí está tomándose las atribuciones que ya se tomó, ¿cuáles son? Las que la ley le confiere.

Entonces creo que este debate va a ser hilarante, como si todo el mundo estuviera hasta el “queque”, porque todo mundo va a estarse riendo, yo me voy a reír ahí, de los argumentos en favor y de los argumentos en contra. Va a ser de carcajada que estés debatiendo una cosa que ya es cosa juzgada, ya. Una sala fundamental del más alto tribunal de este país ya dijo, ya para qué queremos seguir debatiendo, discutiendo y alegando.

cardona    Cofepris