Rafael Cardona
Por muchas razones, algunas de las cuales trataremos de explicar, llama la atención el honor concedido a Alberto Bailleres en el Senado nacional a través de la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez, presea esta cuyo significado es el más alto entre las distinciones cívicas del país. O lo era hasta antes de prostituir la condecoración a un simple reparto de partidos en la cual cada año cada quien hace cuanto en gana le viene.
Por eso premian el dulce, el chile y la manteca.
Pero esta condecoración es notable sobre todo porque hay algunos aspectos discutibles en la vida del señor Bailleres.
Por ejemplo, rápidamente recordemos lo ocurrido hace unos cuántos años, en las oficinas de enorme tienda y conjunto urbano recientemente reinaugurado en Moliere, en la ciudad de México.
Bueno, pues simplemente llegaron las autoridades y penetraron al edificio, tiraron una puerta, se metieron a buscan a buscar ¿qué? Se metieron a buscar 11 millones de dólares.
La industria Peñoles, propiedad del señor Bailleres ha contaminado notablemente la ciudad de Torreón y se habla de un envenenamiento por plomo. Se ha publicado un estudio del Texas Center For Policy Studios, en el cual se explica cómo las empresas de ese grupo son causantes del envenenamiento por metales pasados.
Pero eso no bastó para que los señores del PRI y los del Partido Verde se fijaran en don Alberto, quien además es el promotor del ITAM, es una escuela de altos estudios económicos, financieros y es el «think tank” de una muy buena parte del Gobierno y de los empresarios de esta globalizada época mexicana.
Pero hay un aspecto para recalcar por lo insólito, por primera vez se otorga la Medalla Belisario Domínguez a un empresario de plazas de toros y ganadero de toros de lidia, porque si bien el Partido Verde ha sacado a los animales de los circos, no ha sacado a los toros de las plazas.
Parece muy raro cómo el Partido Verde, dizque preocupado tanto por el bienestar de los animales a los cuales ha sacado de los circos, debido a una vocación de proteger la vida de los irracionales, sin meter en eso sólo a los tucanes y demás especie
Pero le dan por primera vez la Medalla Belisario Domínguez, que es el grado máximo de reconocimiento a las virtudes republicanas y hasta el heroísmo, la defensa de la vida democrática, como le paso al senador Domínguez a un señor que tiene decenas de plazas de toros en el país y es prácticamente amo del duopolio taurino de México junto con los señores Alemán.
¿Cómo se relaciona este afán de ruedos, banderillas estoques y pasamanería con la historia de don Belisario. Pues quien sabe. Recordemos.
Domínguez pagó con su vida haber escrito un discurso, ya ni oportunidad tuvo de decirlo. Pobre don Belisario, él iba a la tribuna del Senado y lo prendieron a media calle y se lo llevaron, lo secuestraron, fue un caso de desaparición forzada y apareció en Coyoacán, malherido primero y muerto después; lo cual fue una cosa espantosa. En fin.
El señor Bailleres ha firmado en España la Fusión Internacional por la Tauromaquia y se asoció con los empresarios Simón Casas y José Cutiño, para hacer un imperio taurino iberoamericano, precisamente en los tiempos en que en la propia España, en Cataluña, al menos, se están prohibiendo las corridas de toros, como aquí se han prohibido en Sonora y en Coahuila.
Es un detalle interesante, un poco anacrónico, pero finalmente otros méritos debe tener el señor Bailleres, como haber fundado el ITAM, que es una escuela muy importante, una escuela formadora de cuadros de alto nivel para las empresas, para el Gobierno, para todos.
LA MOTA
Finalmente nada más un comentario rapidísimo de las drogas:
Hay que atender al ministro Cossío, este amparo no resuelve las cosas, hay que ir a un gran futuro debate nacional sobre el enfoque de la prohibición de todo lo demás y en salud pública, ahora que hasta el senador Domínguez si pudiera hablar diría «soy totalmente Belisario».
ANARQUISTAS
Leo parte parte del comunicado de los anarquistas cuya actividad de sabotaje destruyó varias unidades del Mexibús.
Dice:
«Las ciudades crecen exponencialmente devorando las montañas y las zonas salvajes, la mancha urbana cubre preocupantemente los territorios del coyote, del venado, de los halcones, usurpando su hábitat orillándolos a una vida en cautiverio y reduciendo la vida silvestre a miserables reservas naturales ecológicas.
“La consecuencia de que toda esta forzada extinción y devastación somos nosotros y nuestros actos en defensa de todo lo salvaje».
La Secta Pagana de la Montaña –autora de los atentados–, advierte que si la civilización destruye la naturaleza, ellos responderán de la misma forma y rematan con la frase «‘Fuego y explosivos contra la civilización'».
Parece que hay un estado mental altamente peligroso cuando se convierte en un motor de actividad social y es el delirio.
A mí me parece que estas argumentaciones son absolutamente delirantes, son producto de un desfase entre la lógica y la apreciación superficial de tantas cosas.
Por ejemplo, cuando estas personas dicen que las ciudades crecieron exponencialmente devorando las montañas y las zonas salvajes y la mancha urbana cubre los territorios del coyote, del venado y de los halcones.
Entonces dices: muy bien, ¿por qué no haber planteado esto hace dos mil años?
Seguramente los que hoy se preocupan por todo esto, no estaba ahí hace dos mil años, pero no es posible reducir cualquier argumentación de asociar lo político o histórico, a los territorios del coyote.
O sea es exhibición de una ignorancia brutal, porque ni siquiera es el respeto a un equilibrio en la ecología, los recursos naturales, la fauna silvestre, es simplemente un pretexto brevemente, ni siquiera llega a ser anarquista.
A mí me parece que es de una puerilidad, de un infantilismo absoluto. Es un poco no encontrar una causa y buscar una causa donde no existe, cuando la mayoría de los seres humanos del planeta, digamos del planeta que conocemos como sociedades industriales o en proceso de industrialización, vive en zonas urbanas, no es posible regresar a decir que queremos la cueva, otra vez la cueva y tener la convivencia con la pureza del mundo natural y del mundo salvaje silvestre.
Yo creo que estas personas, a lo mejor son unos precursores, a lo mejor ellos son precursores del resultado final de la legalización de las drogas.