El colapso de Pemex


Contralínea

A José Antonio González Anaya le toca administrar el desastre que dejó su antecesor Emilio Lozoya Austin, en Petróleos Mexicanos (Pemex), y continuar la privatización del sector de los hidrocarburos. En días pasados, el nuevo titular de la petrolera recibió un análisis que no deja lugar a dudas respecto del colapso en el que se encuentra la empresa. Se trata del Informe del resultado de la fiscalización superior de la Cuenta Pública 2014, elaborado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).

El escenario de crisis en la petrolera no sólo tiene que ver con la caída en los precios del petróleo o con los recortes multimillonarios ordenados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Incluye una reducción exponencial de las reservas probadas de hidrocarburos y el aumento de las importaciones de energéticos a un mercado que debería abastecer.

En el caso de las reservas de crudo del país, el informe de fiscalización revela que les queda una vida de tan sólo 10 años; por lo que en 2026 se habrá agotado el potencial petrolero de México.

A esta situación se suma el adelanto de la apertura total a la iniciativa privada de las importaciones de hidrocarburos que anunció el presidente Enrique Peña Nieto el 22 de febrero pasado, y que se publicó 1 día después en el Diario Oficial de la Federación. Situación que augura la inminente muerte de la otrora paraestatal más importante de México.

 

CAÍDA DE LAS RESERVAS

De la auditoría de desempeño 14-6-47T4L-07-0287 practicada a Pemex Exploración y Producción se desprende que las reformas energéticas de 2008 y 2013 no repercutieron positivamente en los indicadores de los procesos de exploración y producción de petróleo crudo.

Respecto de la reforma de 2008, textualmente señala que ésta no contribuyó pues “de 2009 a 2013, las reservas totales de petróleo crudo por descubrimientos disminuyeron 29.5 por ciento y las de gas natural se redujeron en 45.2 por ciento; la producción de petróleo registró un decremento de 3.1 por ciento, al pasar de 2 mil 601.5 a 2 mil 522.1 millones de barriles diarios, debido a la declinación natural de Cantarell y a los retos operativos para aumentar la producción en otros proyectos; y que la de gas natural se contrajo en 13.1 por ciento, de 6 mil 534.3 a 5 mil 678.9 millones de pies cúbicos diarios”.

En 2014, la situación tampoco mejoró. Según los auditores, la incorporación de reservas probadas de petróleo crudo equivalente de 837.2 millones de barriles fue inferior en 52.8 por ciento a lo registrado en 2009.

Por este motivo, apunta el informe de fiscalización, se alcanzó una tasa de restitución de reservas probadas de 67.4 por ciento, la cual fue inferior en 36.9 puntos porcentuales respecto de 2012, año en que se restituyó más del ciento por ciento de las reservas.

Señala que al ritmo de explotación actual y en el caso de que no se incorporen reservas en los próximos años, las reservas probadas se agotarán en 10.1 años.

Estos resultados, indica la auditoría de desempeño, repercutieron en la producción de petróleo crudo y gas natural al obtener 2 mil 428.7 millones de barriles diarios y 5 mil 757.8 millones de pies cúbicos diarios, respectivamente, las cuales disminuyeron 9 y 16.8 por ciento respecto de 1992 y 2008, lo que influyó para que Pemex Exploración y Producción dejara de suministrar crudo súperligero al Sistema Nacional de Refinación desde 2011.

EL COLAPSO   PEMEX LA QUIEBRA

INCREMENTO DE IMPORTACIONES

De acuerdo con la Auditoría Superior, en 2014 Pemex no garantizó un superávit en la producción de petróleo crudo y gas natural suficiente para cubrir la demanda de petrolíferos, gas, petroquímicos básicos y no básicos del país, por lo que se recurrió a crecientes importaciones.

Este incremento también se dio porque las reservas incorporadas disminuyeron, así como la restitución de las mismas, lo que afectó la producción de petróleo crudo y gas natural. Esto debido principalmente a deficiencias operativas en la perforación y terminación de pozos exploratorios y de desarrollo, cuyos resultados afectaron tanto la incorporación de reservas como la extracción de hidrocarburos.

Aunado a ello, indica el máximo órgano de fiscalización, los descubrimientos de reservas en yacimientos de aguas profundas y de shale no han sido significativas.

Respecto de la competitividad, indica que aunque Pemex Exploración y Producción logró optimizar los costos de descubrimiento, desarrollo y producción, estos resultados en conjunto provocaron que la demanda nacional de petrolíferos, gas y petroquímicos básicos y no básicos no fuera satisfecha.

 

PROBLEMAS URGENTES

Los problemas a los que se enfrenta González Anaya no acaban ahí. Otra área sensible que no puede ignorar en Pemex Exploración y Producción es la referente a que esta filial no cumplió con oportunidad y eficiencia las metas de perforación y terminación de pozos exploratorios en 2014, cuyos resultados fueron inferiores en 68.6 y 64.2 por ciento, respectivamente, a lo previsto.

Además, indica la auditoría de desempeño, se registró una disminución de 79 por ciento en la perforación y 76.7 por ciento en la terminación de pozos exploratorios en relación con 2004. Estos resultados provocaron un decremento en 11.4 puntos porcentuales en el éxito exploratorio respecto de 2007, por lo que se afectó la incorporación de reservas de petróleo crudo y gas natural.

Según los auditores, a partir de 2010 la filial enfocó su estrategia exploratoria a yacimientos en aguas profundas, la cual no obtuvo los resultados esperados: la incorporación de reservas en este tipo de yacimientos disminuyó 42.7 por ciento respecto de 2012.

Otro rubro en el que falló la petrolera es el de la eficiencia operativa en las actividades de producción. En este punto, Pemex Exploración y Producción instrumentó estrategias de recuperación de petróleo crudo y gas natural, pero en 2014 la perforación y terminación de pozos de desarrollo disminuyó en 63.6 y 59.5 por ciento, respecto de lo registrado en 2009 y 2010, cuyos resultados no repercutieron en un incremento de estos hidrocarburos.

En 2014 tampoco se registró producción de yacimientos de shale, a pesar de que se tenía programada la producción de shale gas, debido a que la Comisión Nacional de Hidrocarburos canceló el proyecto de gas y aceite en lutitas, ya que Pemex Exploración y Producción no realizó los estudios pertinentes.

Esto es parte del escenario de crisis que enfrenta el nuevo director de Pemex en medio de un nuevo y multimillonario recorte presupuestal.

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