De Pe a Pa: ¿Corona de espinas o de oro y plata?


De espinas

Incongruencias entre origen de la religión cristiana y su estado actual. (balazo)

  • Jerarcas de la Iglesia la ponen al servicio de naciones y ricos y poderosos.
  • Flavio Valerio Aurelio Constantino y su visión sobre la religión católica.
  • Voto de más 32 millones de jóvenes mexicanos decidirán nuestro futuro.
  • Candidatos les doran la píldora a las nuevas generaciones pero no cumplen.
  • Los caprichos de Donald Trump y sus escasas probabilidades de realizarlos.
  • Presidente de EU se conflictúa peligrosamente contra el tigre asiático.

Alberto Vieyra Gómez/AMN

¿Fue, Jesucristo, el fundador de la iglesia católica o la religión cristiana? ¿El Jesús de Nazaret deseaba una iglesia rica a imagen y semejanza de los imperios capitalistas poderosos y de las monarquías que lucen coronas de oro y plata?

No, la iglesia cristiana que Jesucristo añoraba, era una iglesia humilde para servir a la gente humilde.

La prueba de ello es que Jesucristo uso, en vida, solamente pobres túnicas de algodón y sandalias de cuero de camello. Su indumentaria era humilde, según las cuestiones bíblicas. Y su única corona fue de espinas y no diamante, menos de oro y plata.

¿CUÁNDO ACONTECIÓ EL CAMBIO DE RUMBO?

Entonces… ¿Dónde y quién fue el que convirtió a la religión cristiana o católica en un imperio a imagen y semejanza de los imperios poderosos?

En el año 313 después de Cristo, Flavio Valerio Aurelio Constantino, convertido en emperador romano, veía con preocupación la inminente caída de su imperio. Por aquellos años, los cristianos eran perseguidos rabiosamente. Los anteriores emperadores de Roma habían sido sanguinarios contra el cristianismo.

Constantino se percató que a religión cristiana crecía agigantadamente. Vio cómo, de 40 mil fieles, el rebaño de Jesucristo aumentaba a más de 6 millones 300 mil. Así las cosas, el joven Constantino, de escasos 31 años, decidió legalizar la religión cristiana para salvar a su imperio. Y lo salvó, sólo que creó una iglesia opulenta y poderosa en la que, hasta hoy, sus máximos dignatarios no conocen la pobreza y la humildad.

La razón por la que los obispos católicos visten como príncipes con talares constelados de adornos de oro, plata y piedras preciosas, está en esa herencia imperial romana de Constantino.

De diamantes

AL SERVICIO DE RICOS E IMPERIOS DEL MUNDO

El propio Constantino y su familia, se convirtieron de la religión pagana a la religión crisitiana, incluso, fue bautizado en el 321 y, por los dignatarios de esa iglesia en su lecho de muerte, se le daría el estatus de “Santo”.

Desde entonces, la iglesia católica o cristiana ha sido el gran poder al servicio de los ricos y los imperios como el de Carlomagno, Carlos V, el de Margaret Tacher, Angela Merkel o Donald Trump, una filosofía totalmente opuesta a la de Jesucristo, quien no veía con buenos ojos a las bribonas oligarquías que explotan al ser humano, y desde entonces nos llega aquella máxima de que: “Es más fácil que pase un camello por el ojo de una aguja a que un rico entre en el reino de los cielos”.

Mi colega periodista Ángel Trejo, en un artículo titulado “La verdadera historia de la iglesia Constantina” hace una pregunta que no tiene desperdicio: ¿Qué pasaría si Jesucristo volviera a la Tierra un día de estos? Correría de sus templos a todos los obispos hipócritas, barberos de los ricachones y a todos los pederastas ¡Los sacaría a patadas por impostores y carentes de fidelidad a sus principios! ¡Les recordaría que negó el acceso a los ricos al reino de los cielos y que lo primero que han estado haciendo estos señores es ponerse al servicio de estos bribones, porque no hay rico extremo que no haya hecho su fortuna con base en abusos de explotación contra sus trabajadores y los consumidores de mercancías y servicios.

Flavio Valerio Aurelio Constantino

NUESTROS JÓVENES

Hasta el 2017, había en México, cerca de 32 millones de jóvenes de entre 18 y 29 años, que representan, de acuerdo con el INEGI, el 27 por ciento de la población mexicana, y será este universo de sangre joven la que habrá de decidir el futuro de la nación mexicana en las próximas elecciones presidenciales del primero de julio.

Este es el gran botín electoral de México.

¿Cómo, los candidatos presidenciales, se ganarán la suprema voluntad de nuestros indignados jóvenes que no encuentran oportunidades de realización plena después de haberse quedamos las pestañas en las universidades, y muchos de ellos con licenciaturas, maestrías y hasta doctorados?

NEGRO FUTURO; CERO OPORTUNIDADES

El criminal modelo económico neoliberal ha convertido a las universidades de México y buena parte del mundo en gigantescos campos de concentración de jóvenes sin oportunidades y con un futuro incierto. Y todo gracias a una nefasta clase política que ha enterrado el estado social, cambiándolo por un estado económico.

Este infame fenómeno ha conformado una catástrofe social que, a nivel nacional y mundial amenaza con peligrosos estallidos sociales, pues millones y millones de jóvenes conforman un mundo de fracasados bien estudiados.

De acuerdo con el mismo INEGI, el 57 por ciento de la población mexicana vive de la economía informal, entre ellos, muchos millones de jóvenes, sobre todo de la llamada generación Millennial que nación entre 1980 y 1993, junto con el nacimiento del Internet.

Ejercen su derecho al voto

¿Y LOS CANDIDATOS?

La catástrofe de nuestros jóvenes no es cualquier cosa, por ello, los candidatos que buscan la silla presidencial tendrán que ser muy inteligentes para ganarse, con verdades o mentiras, la suprema voluntad de la juventud mexicana. ¿Cómo? Solamente ofreciéndoles empleos dignos, bien pagados y con todas las de la ley, pero no de la maldita ley que reformó el panista y borrachín Felipe Calderón y que convirtió a los jóvenes de México en los nuevos esclavos del capitalismo salvaje y acabó con los derechos laborales.

Cuando menos, 7 millones y medio de jóvenes, a los que, por cierto, ese borrachín ex presidente les dio el título de la generación de los NINIS, es decir, aquellos jóvenes que ni estudian ni trabajan, esperan con ansia una oportunidad para salir del hoyo.

Conchudamente, y con fines meramente populistas y electoreros, cuando menos dos candidatos les ofrecen el oro y el moro, es decir, bajarles, el sol, la luna, las estrellas en pleno día, a través de dádivas que solamente ultrajan la dignidad humana.

¿De dónde van a sacar tanto dinero para 32 milllones y medio de jóvenes? ¿No sería mejor que les ofreciera empleos que pongan fin al injusto reparto de la riqueza?

¿Los jóvenes de México aceptarán que ese candidato, o el corrupto que se viste de azul y que promete una renta básica para todos los mexicanos ultraje su dignidad ofreciendo dádivas del poder para que unas bribonas oligarquías sigan robando desde el gran poder político de México? Lo que prometen ambos mecías es algo sencillamente mentiroso.

¿Terminarán nuestros jóvenes por ser convencidos con mentiras y más mentiras que buscarán ultrajar su dignidad humana?

CAPRICHO OBSESIVO DE BESTIA DEL NORTE

No hubo poder humano ni divino que frenara al güero loco, Donald Trump, de materializar su caprichoso y obsesivo plan racista por construir el muro entre México y Estados Unidos, según él, con fines de seguridad nacional.

Finalmente, el congreso gringo le otorgó 1600 millones de dólares que sólo le servirán como un juguete para hacer mucha bulla y para medio reparar la mitad del muro que construyó Bill Clinton, toda vez que, con ese puñito de dólares, sólo podría construir unos 160 kilómetros de muro de una altura de 9 metros y dos de profundidad, que de nada servirán para el ingenio de los mexicanos.

La frontera México-Estados Unidos tienen una extensión de 3 mil 169 kilómetros, pero ¿De verás, de verás creerá, el güero loco, que con ese maldito muro evitará que, a Estados Unidos, lleguen toneladas y más toneladas de cocaína y demás estupefacientes para calmarles los humos a más de 40 millones de drogos norteamericanos? ¿Y con ese muro se frenará la migración latina y mexicana hacia el país de las barras y las estrellas?

No, la droga llegará por mar, cielo, tierra y hasta por el internet. Y por más metros que tenga el cochino muro Trumpiano, los latinos y especialmente los mexicanos seguirán en busca del sueño americano, legal o ilegalmente, pues son tan necesarios y urgentes para la economía norteamericana, que sólo un loco como Donald Trump, no se da cuenta de semejante idiotez.

FAMOSA FRASE DE VICENTE FOX

Hasta el filósofo y científico Vicente Fox fue capaz de vislumbrar y decir que “… los mexicanos son tan necesarios para la economía norteamericana, porque son los únicos que hacen los trabajos que, ni siquiera, los negros quieren hacer…”.

¿El muro “de la seguridad nacional”, evitará que los gringos le quemen las patitas a satanás a mañana, tarde y noche? Pues no. ¿Qué pasaría en Estados Unidos, el día que más de 40 millones de narco dependientes no tengan acceso a las drogas, incluyendo prominentes personalidades y políticos? Pues seguramente, ese día estallaría una revolución social de grandes proporciones en Estados Unidos, un apocalipsis que pondría al descubierto que hay un mal necesario o un círculo vicioso que se tiene que cumplir, llueva, truene o relampagueé a pesar del maldito muro trumpiano.

Ese es el fondo del asunto, pero, Donald Trump y los racistas republicanos endulzan los oídos de los odiadores blancos haciéndoles creer que el origen de todos sus males son los mexicanos y, en particular, los capos de la droga que, de acuerdo con documentos públicos y libros, gozan de la protección de los estados norteamericano y mexicano.

Así que estamos ante un combate hipócrita contra el cáncer de las drogas, porque repito, estamos ante un mal necesario, un asunto de seguridad nacional para los Estados Unidos para que no le truene el cuete porque sus drogos no tengan estupefacientes.

La obsesión trumpiana no tiene límites. Es un capricho de un individuo loco, no sólo contra la migración latina, sino de todas las latitudes del mundo, pues habrá que recordarle que Estados Unidos se conformó como una nación de migrantes, incluyendo la racista raza aria, los blancos pecosos.

Nos odia el güero loco y como los mexicanos ya no tienen ni siquiera al Chapulín Colorado que los defienda, menos al gobierno de la república que los defienda, pues ellos desafiarán eternamente a la bestia trumpiana quien ahora amenaza con echar a los dreamers. Dice: “Recuerden, DACA, los demócratas los abandonaron, pero yo no”. Sólo es pura bulla, pues recuérdese que la corte norteamericana ya dio que mientras haya juicios de dreamers, Donald Trump se quedará con las ganas de echarlos del país de las barras y las estrellas.

Este año, en México y Estados Unidos hay elecciones, y en caso de que los demócratas arrasen en el congreso, Trump tendrá sus días contados en la Casa Blanca.

Jóvenes valientes

TRUMP JUEGA CON LUMBRE

El imperio norteamericano avanza vertiginosa y peligrosamente hacia su destrucción. El país más poderoso de la Tierra, económica y militarmente, tiene una deuda pública mundial por más de 21 trillones de dólares, y China se ubica como la principal nación tenedora de bonos de deuda pública del tesoro norteamericano por un valor de 1.15 billones de dólares, después de haber desplazado a Japón, otro tigre asiático al que Norteamérica le adeuda 1.13 billones de dólares.

El enloquecido reloj de la deuda pública norteamericana, marca, a un ritmo vertiginoso haciendo imposible contabilizar, exactamente, cuánto aumenta por minuto la deuda pública norteamericana, a razón de aproximadamente un millón de dólares por minuto. A pesar de esa monstruosa deuda que a cualquier mortal le quitaría el sueño y lo volvería loco, los norteamericanos ni sudan ni se acongojan.

Y para colmo, el güero loco, Donald Trump, se da el lujo de declararle a China, su principal acreedor en el mundo, una guerra comercial imponiéndole, por decreto, aranceles del orden de más de 60 mil millones de dólares por la venta de acero y aluminio a los Estados Unidos.

La bestia Trumpiana les carga las pulgas a los chinos y quiere que sean esos ojitos de ojal, los que carguen con el mayor peso de la reciente reforma fiscal en la que Donald Trump les bajó a los súper ricos el impuesto sobre la renta en más de un 10 por ciento.

China, por su parte, advierte que también impondrá aranceles, es decir, monumentales impuestos, a todas las mercancías de manufactura Made in USA.

El proteccionismo comercial norteamericano emprendido por Donald Trump, un hombre que según los estudiosos del carácter en el mundo, no está capacitado para ser presidente de la nación más poderosa de la Tierra, está cavando a una monstruosa velocidad, el fin del llamado imperio de las barras y las estrellas.

Pero, además, Donald Trump juega con lumbre, y no son pocos los que avizoran una guerra nuclear China- Estados Unidos por la supremacía militar y económica; China es la segunda potencia económica mundial, tan sólo por debajo de los Estados Unidos.

China se arma hasta los dientes día con día. Un dato formidable lo constituye el Nirydio, un metal que, hasta la década de los 70 del siglo pasado, solamente había sido descubierto por Estados Unidos con fines militares, y de fabricación de otros artefactos de inmenso valor en la industria automotriz.

Cuando China descubrió que en su territorio existía mucho Nirydio, se dio a la tarea de comprar a la empresa norteamericana que procesaba este enigmático metal, y hoy, es China, la que le vende armamento a los Estados Unidos y tiene agarrados a los gringos, incluyendo a la bestia trumpiana, de donde más duele.

Todo eso nos habla de malos presagios para el mundo. ¿Será capaz la bestia trumpiana catalogada como el tercer anticristo, llevar al mundo a una tercera guerra mundial, que sería el apocalipsis para la humanidad?