DE PE A PA : Catástrofe climática en el planeta


Cambio climático en el mundo
  • Escasez de agua en el orbe alerta sobre futuro de la humanidad.
  • Falta del vital líquido en Nuevo León mueve a reflexión general.
  • Participación e influencia de la masonería en política mexicana.
  • Son o han sido masones el 90 % de presidentes de nuestro país.

Alberto Vieyra Gómez/AMN

Escasez de agua en Nuevo León

El cambio climático comienza a provocar los primeros desastres que presagian la catástrofe planetaria. La inconciencia humana está causando estragos por todo el mundo. Los mares convertidos en gigantescos basureros; lagos y ríos contaminados; selvas depredadas; deshielo de gigantescos glaciares y hasta un boquete en la Antártida que ya destruyo la capa de ozono y que podría tardar hasta 80 años en restaurarse, siempre y cuando ya no contaminemos nuestra casa común: La madre tierra.

Ya suman más de 3 mil 400 millones de personas que padecen la escases de agua, es decir el 45% de los habitantes de este planeta sufren los estragos de la escases de agua; el 70% del planeta sufre de una sequía jamás vista; las lluvias se escasean en algunas regiones de la tierra y en otras se precipitan de manera histórica, como es el caso de Pakistán donde este año ha llovido lo que llueve en 8 años, es decir que el agua les llega hasta la barbilla y qué dieran los habitantes de Nuevo León, donde la escases de agua en México deja sentir sus primeros conflictos sociales por la escases del vital líquido. El agua es un recurso natural no renovable y regarla, es tanto como apostar a la catástrofe que viene. Urge que tomemos conciencia de no desperdiciar el agua, porque pensándolo bien, si el agua se acaba, la vida también.

Samuel García

El punto medular está en la conciencia que no es otra cosa que la capacidad del conocimiento de discernir entre el bien y el mal o lo que es lo mismo distinguir si estamos contaminando a nuestro planeta, la catástrofe que viene nos cobrará a todos la factura. ¿Se imagina usted un planeta yermo y convertido en un gigantesco desierto?

Algunos inconscientes chinos expertos en levantar murallas han llegado a decir que “si los mares se crecen, el agua salada invadirá amplias zonas costeras a nivel del mar, ellos levantarán murallas, pero eso nos habla más bien de una fanfarrona soberbia que refleja la puritita inconciencia humana.

La Ciudad de México, los siete estados norteños fronterizos con Estados Unidos y muchas otras entidades de la república, además de Nuevo León saben ya lo que es desperdiciar el agua. Algunos destorlongados gobernantes como Samuel García han sugerido a la gente que “recen para que llueva”. No, la cosa no es de rezos sino de conciencia pues México y el mundo atraviesan por un problema hídrico de grandes proporciones. La mayoría de los gobernantes populistas, demagogos y mentirosos prometen llevarles agua, pero habrá que decirles a esos pulpos chupeteadores que se disputan en elección tras elección nuestros dineros públicos que “Dios da el agua, pero no la entuba”. Se necesita mucho dinero para llevar a cabo obras hidráulicas de gran calado que sirvan a las futuras generaciones. Eso lo saben los hombres de estado que piensan en las futuras generaciones y no en las próximas elecciones.

Dios da el agua pero…

Así que lo que se necesitan son grandes obras hidráulicas para llevar incluso, el agua del mar a nuestras ciudades y colonias. Sí, escucho usted bien, agua del mar que tendrá que ser tratada para convertirla en agua dulce, como ya ocurre con Arabia Saudita, la única nación en el mundo que consume agua del mar.

Que le parece si juntos reflexionamos sobre cuántos litros de agua consumimos diariamente. ¿Qué tanta agua podremos ahorrar? ¿Qué tanto podemos dejar de contaminar no tirando basura en la vía pública? Recordemos que una ciudad limpia no es porque barran todos los días, sino porque sus habitantes no tiran basura y no contaminar nos habla de pueblos cultos, con altos valores y nobles virtudes.

EL OJO QUE TODO LO VE

En 1929, en el Palacio Nacional se inauguró la antigua Cámara de Diputados en la que, en 1857 se aprobaron las leyes de reforma a cargo de 36 diputados federales.

Desde su inauguración en ese recinto parlamentario rindieron protesta más de una decena de presidentes de la república entre ellos Antonio López de Santa Anna Pérez de Lebrón, Lucas Alamán, Valentín Gómez Farías y Benito Juárez hasta que en 1872, fue destruido por un incendio ese majestuoso salón de estilo neoclásico que contaba además con una gran cantidad de símbolos masónicos. Hacía más de un siglo que dicho recinto permanecía en desuso y resguardo por parte de la Secretaría de Hacienda, pero después de una manita de gato con pintura antisísmica, el presidente Andrés Manuel López Obrador lo mostraría en sociedad para que sus corcholatas gastalonas de nuestros dineros públicos se tomaran la foto este lunes 22 de agosto. Sí, están descaradamente en campaña electoral rumbo al 2024 y desafiando al Árbitro Electoral de México que les ha dicho en todos los tonos, incluyendo a AMLO que le bajen de tono a su proselitismo porque están violando la ley, pero como ese es su deporte favorito lo dicho por el INE les entra por una y les sale por la otra.

Ojo masónico

Un símbolo masónico que dejaría a todos con el ojo cuadrado y la boca abierta viendo hacía arriaba es el que se conoce mundialmente como el ojo que todo lo ve, el ojo de la providencia que los masones en el mundo conocen como la vigilancia y providencia de Dios sobre la humanidad. Ese ojo que todo lo ve está en la parte alta del recinto parlamentario de Palacio Nacional y si hablara nos diría que las corcholatas de AMLO están muy chindinguas.

Recuérdese que desde la conformación de la república que se constituyó oficialmente como Estados Unidos Mexicanos en 1824, el quehacer político y económico en México fue dominado por la masonería. Incluso, varias de las luchas que se libraron entonces por el poder ocurrieron entre yorkinos y escoceses, es decir entre liberales y conservadores. Benito Juárez pertenecía al rito escocés y en casi todas las instituciones y construcciones que se erigieron durante los gobiernos masónicos aún prevalecen esos símbolos la espada y el ojo que todo lo ve, de los que por desgracia la mayoría de los jóvenes de hoy, no saben nada.

Corcholatas bajo el «ojo de Dios»

Ese símbolo masónico del <ojo que todo lo ve> nos deja muchas lecturas: Una de ellas está en la Universidad Autónoma del Estado de México atestada de éste símbolo a la que han pertenecido la mayoría de los politicastros que conforman el Grupo Atlacomulco, entre ellos Enrique Peña Nieto a quien el actual presidente AMLO también masón a tendido su manto protector sobre Peña Nieto en el caso de la desaparición de los normalista de Ayotzinapa y ello nos explica también que será intocable en lo que resta de este sexenio.

Los símbolos masónicos nos dicen también que entre los masones no se pueden matar, ni envenenar, ni denunciar penalmente, sino protegerse utilizando aquella máxima de la política azteca de tapaos los unos a los otros.

INE

En México el 90% de los presidentes y hombres ilustres que conformaron esta nación son masones. Entre ellos Miguel Hidalgo, Morelos, Aldama, Jiménez, Vicente Guerrero, Benito Juárez, Venustiano Carranza, Sebastián Lerdo de Tejada, Plutarco Elías Calles, Lázaro Cárdenas del Río y tal y tal. Y en Estados Unidos hablamos de los presidentes masónicos como George Washington, Roosevelt y la mayoría de quienes conforman el poderoso cinturón de la Biblia norteamericana como los Rockenfeller, petroleros texanos, dueños de armadoras automotrices, etcétera. Todo son masones y aunque usted no lo crea en la televisión hemos visto los personajes masónicos como los Picapiedra.