Control del flujo migratorio, prioridad de Biden en cumbre trilateral


El presidente de EU, Joe Biden, y el representante demócrata por Texas, Henry Cuéllar, en la frontera entre Estados Unidos y México en El Paso, Texas. Foto Ap

David Brooks, corresponsal y Jim Cason, especial para ‘La Jornada’ / La Jornada

Nueva York y Washington. El presidente Joe Biden se vio obligado este domingo hacer escala en la frontera con México antes de llegar a la Ciudad de México para la cumbre con sus contrapartes mexicana y canadiense, dejando claro que el manejo de la migración y lograr mayor cooperación de Mexico para el control de la frontera sur de Estados Unidos son las prioridades políticas para el mandatario estadunidense en esta gira.

Los republicanos han forzado a que el tema del control del flujo migratorio permanezca al centro del debate político-electoral nacional, y aunque según los voceros de la Casa Blanca la agenda en las reuniones con el Presidente Andrés Manuel López Obrador es más amplia e incluye cooperacion económica y comercial, la lucha anti-narcoticos y cambio climatico entre otros, todos saben que el asunto migratorio es la preocupación política principal para Estados Unidos.

El fracaso del gobierno de Biden en promover una reforma migratoria real, ofrecer una respuesta a la situación en la frontera y no sólo no cumplir con su promesa electoral de anular todas las medidas antimigrantes de su antecesor sino ahora ampliar algunas de las mismas estrategias de Donald Trump tiene a la Casa Blanca a la defensiva.

Es en este contexto que se produce su anuncio casi a última hora de la escala en El Paso, Texas, la primera visita de Biden en sus dos años como presidente a la frontera.

Según cifras oficiales, se han registrado más de 2.3 millones de arrestos de inmigrantes efectuados por la Patrulla Fronteriza en la frontera sur en el año fiscal 2022 (el cual concluyó a fines de septiembre) – el número más alto jamás registrado y un incremento de 37 por ciento repceto al año anterior. La cifra incluye múltiples intentos de las mismas personas. Muchas de las expulsiones se han realizado bajo el llamado Título 42 que se impulsó bajo el pretexto de la pandemia del covid-19 – algo que expertos afirman es una violación de la ley internacional que garantiza el derecho a solicitar el asilo.

El jueves pasado, Biden anunció una serie de nuevas medidas que incluyen restricciones severas al asilo en Estados Unidos para provenientes de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití combinado con nuevos programas para facilitar el proceso para inmigrar de manera legal – incluyendo hasta 30 mil en total de esos cuatro paises pero solo si llegan con autorización previa y por avión (Ley para la frontera).>

Lo que no se dice oficialmente es que tres de esos países son sujetos a políticas estadunidenses diseñadas para promover condiciones económicas y sociales adversas con el objetivo de instigar un cambio de régimen, las cuales están nutriendo este éxodo hacia Estados Unidos. Así, la mayoría de los migrantes recientes provienen de Venezuela, Cuba y Nicaragua. El otro país, Haití, sufre condiciones de deterioro que están directamente relacionadas con la historia de políticas e intervenciones estadunidenses ampliamente documentadas.

El paquete de medidas anunciadas por Biden fue criticado por defensores de derechos de inmigrantes y agrupaciones de derechos humanos, algunos que lo denunciaron como en parte una continuación de algunas de las medidas anti-migrantes de su antecesor Donald Trump, mientras que fue rechazado por conservadores como algo insuficiente para resolver lo que todos llaman una “crisis” en la frontera. “El conjunto de medidas están orientadas a limitar y frenar el ingreso de personas a Estados Unidos. Se busca forzar forzar que las personas huyan de manera planificada y ordenada, lo cual es un contrasentido”, comentó Oscar Chacon, director ejecutivo de Alianza Américas, red de 56 organizaciones de inmigrantes en 18 estados.

Dentro del anuncio de estas medidas el jueves pasado, Biden y la Casa Blanca informaron que algunas partes de esta iniciativa incluían nuevos acuerdos con el gobierno de López Obrador, incluyendo que México aceptara hasta 30 mil migrantes mensuales de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití expulsados por Estados Unidos al intentar cruzar de manera ilegal o si sus solicitudes de asilo son rechazadas.

Las medidas de Biden también imponen una condición de que migrantes que no solicitan asilo a los países por los cuales pasan rumbo a Estados Unidos no podrán solicitar asilo en Estados Unidos, algo que antes se llamaba “tercer país seguro”, y que México ha rechazado anteriormente.

Biden informó que en operaciones conjuntas, “nuestros oficiales de la patrulla fronteriza se incorporan a patrullas mexicanas para detectar y hacer redadas de las operaciones de contrabando de personas”, algo que ha resultado en más de 7 mil arrestos en los últimos seis meses. A la vez, informó que se han establecido “patrullas conjuntas” de policías en México y Guatemala para detectar y compartir información sobre la ubicación de contrabandistas.

Para Biden, todo indica que lograr concretar acuerdos con Mexico para asistir en reducir el flujo migratorio a la frontera estadunidense será la prioridad mayor de su gobierno en la cumbre. Casi 60 por ciento de los estadunidenses reprueban el manejo de inmigración de Biden, según el promedio de sondeos reportado por Real Clear Politics.

Los otros temas

A la vez, la visita de Biden a México se realiza entre alertas oficiales de su gobierno para ciudadanos estadunidenses sobre las condiciones de inseguridad en el país vecino, notas en medios estadunidenses sobre el brote de violencia en torno a la captura de Ovidio Guzmán, y amplios reportajes recientes en medios nacionales sobre conflictos y fracasos bilaterales sobre la cooperacion anti-narcóticos que concluyen que la estrategia de López Obrador no ha brindado resultados, y acusando que México es responsable por el envío del fentanilo que está causando la muerte de casi dos tercios de los 107 mil estadunidenses por sobredosis de drogas cada año.

En la agenda de Biden en su visita, según la Casa Blanca, están las disputas comerciales que han brotado desde la firma del nuevo tratado de comercio trilateral conocido como TMEC. Entre las más prominentes están las quejas de Washington y Ottawa sobre la reforma energética, y más recientemente, la disputa de Washington en torno al plan mexicano de prohibir la importación de maíz genéticamente modificado.