Cocodrilos chimuelos y grandes citas


El presidente Andrés Manuel López Obrador
  • Al presidente López Obrador lo culpan de todo lo malo que le pasa a México.
  • Grandes frases emitidas por grandes personajes; pocos de ellos en suelo azteca.
  • El oficio del periodismo, sus grandes historias, logros y certificación de estudios.

Reportajes Metropolitanos

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Seguimos con esos genios.

Al señor de las mañaneras sólo falta que lo responsabilicen de que los cocodrilos estén chimuelos. Y lo acusen de quitarles el pico a las aves. Ni modo, así está la leva.

Veamos que más se les ocurre.

Y para los de casa. Que se sienten soñados. Ponemos un ejemplo a seguir. Antes recordarles que no aprobamos los chistes políticos. Porque hemos visto a muchos de ellos ser elegidos.

Winston Churchill un político con muchas buenas frases en su haber.

Sin embargo, una favorita es su explicación sobre por qué la democracia, con todos sus defectos, sigue sólida.

La pronunció durante un discurso ante la Cámara de los Comunes el 11 de noviembre de 1947:

«De hecho, se ha dicho que la democracia es la peor forma de gobierno, a excepción de todas las otras formas que se han probado de vez en cuando».

Larga vida a una democracia. Muerta, pero no se ha dado cuenta.

El ex senador Bob Dole era conocido por su lengua afilada, y durante la Cena Anual del Gridiron Club de 1983, celebrada en Washington DC, contó una historia sobre cómo un día vio a los tres ex presidentes, Gerald Ford, Jimmy Carter y Richard Nixon. Uno al lado del otro, y no pudo evitar comentar:

«¡Mira! No escuches el mal, no veas el mal… y el mal».

Buena, senador. Muy atinado.

Golda Meir fue la primera ministra de Israel, y esta fue una de sus frases más famosas, citada por primera vez en el New York Times, el 18 de marzo de 1969, para poner a sus compañeros diplomáticos en su lugar:

«No seas tan humilde, no eres tan genial».

Lyndon B Johnson trigésimo sexto Presidente de los Estados Unidos, durante una entrevista realizada en 1964, no pudo evitar notar las similitudes entre ser el Presidente y ser un burro:

“Ser presidente es como ser un gato, en una tormenta de granizo. No hay nada que hacer sino pararse allí y tomarlo».

Pero seamos justos, señor presidente. Al menos para el burro, ¡la tormenta termina!

Hemos guardado la mejor frase de Patricia Schroeder para el final. Cuando a esta congresista de los Estados Unidos le preguntaron sobre su mandato, cómo podía ser congresista y madre al mismo tiempo, su respuesta prácticamente lo cubrió: «Tengo un cerebro y un útero, y uso ambos». Ahí queda eso.

Hubiéramos querido transmitir frases de nuestros políticos. Pero no encontramos ninguna digna de usar. Ni ninguno digno, de mencionar.

Hasta ahora.

La Olivetti color beige

NO OLVIDAMOS LA OLIVETTI

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Un abrazo solidario al colega Rafael Cardona Sandoval.

Con su progenitor Rafael Cardona Lynch, trabajamos juntos en la XEW. Nosotros, durante diez años, a las 15.15, diario, transmitíamos por los micrófonos “Agenda Confidencial”.

El, gerente de la estación, acaba de fallecer.

Recordamos que en 1946 comenzamos en la redacción de Excélsior, Reforma 18, y debemos confesar que también, cuando don Armando Rivas Torres, jefe de información nos hiciera aspirante a reportero tampoco hemos olvidado nuestras máquinas de escribir.

(Bueno ayudante del que cubría policíacas, Alberto Ramírez de Aguilar, un genio del que aprendimos casi todo).

Conocimos, usamos, primero la famosa máquina de escribir Royal, luego la CS Smith y la Olivetti. Eran mecánicas. Vinieron las eléctricas y ahora tenemos el internet

Tenemos en casa un ejemplar de cada una.

Nos lo recuerda otro colega.

Así lo platica quien comenzó en El Nacional:

En las mañanas, cuando la enorme sala de redacción estaba vacía, en silencio, sólo se oía el teclear: asdfg ñlkjh qwert poiuy.

Ascender de ayudante de redacción a reportero de guardia, implicaba en los años 70 un gran avance para cualquier aspirante a periodista.

Una alternativa para acreditar conocimientos

SIN CLASES DE MECANOGRAFÍA

Para cubrir esa plaza se le asignaba al nuevo una máquina. En mi caso fue una Olivetti color beige que comencé a conocer como a mis propios dedos. Ésta comenzó a ser parte de mi vida y la velocidad adquirida era la misma de la de quien me dictaba al teléfono, bien sea enviados especiales o corresponsales. La universidad no impartía mecanografía ni taquigrafía pues eran consideradas materias propias para señoritas, así que el reportero se inventaba ambas.

Asdfg ñlkjh…la velocidad en la máquina Olivetti color beige, fue creciendo.

Con el tiempo vinieron las giras de trabajo, los viajes con misiones especiales y en todas esas ausencias me esperaba la vieja máquina Olivetti color beige, a la que había logrado inmovilizar y proteger de extraños con un candado aplicado al “carro”.

Mi dilecto, admirado y predilecto amigo Antonio Aspiros, reportero y escritor, ha dicho que “no se puede concebir periodista sin máquina de escribir”. Y añade que esa empatía es un caso muy común entre cierto tipo de periodistas bohemios que se encariñan con una máquina, se identifican con ella y hasta piensan que mucha de su efectividad se la deben a “su máquina”.

Las redacciones de los viejos periódicos no se podrían imaginar sin el ruido de las teclas contra el papel que se deslizaba en un rodillo de caucho. Algunas secciones, y sobre todo las oficinas administrativas de los diarios, tenían máquinas de escribir que eran verdaderas antigüedades.

Rafael Cardona Lynch

Hasta que llegó la modernidad.

Una tarde, frente a la puerta del periódico estaban amontonadas decenas de máquinas de escribir, nuevas y viejas. Todas iban al deshuesadero.

¡Habían llegado las computadoras!

Pareciera que la vieja máquina de escribir Olivetti color beige me hubiera llamado para que apurara el paso.

– ¡Alto ahí! –grité angustiado- ¡No muevan nada!

Corrí como desesperado hacia el elevador, pero estaba siendo ocupado por los cargadores de muebles; así que tuve que utilizar la escalera. Subí los cuatro pisos hasta la oficina del director.

Sin audiencia, sin anuncio alguno, entré y la solté:

-Mi máquina Olivetti color beige no se mueve de mi lugar. Han sido más de 15 años junto a mí. Es mi esposa, mi amante, mi compañía, es…”

– Calma Octavio García Abrego, baja y que te devuelvan la máquina; aunque claro, ya no estará en tu escritorio; estará en tu casa.

Teodoro Rentería Arroyave

En mis pesadillas, durante los breves espacios de descanso que logro, me llega el sueño recurrente en el que aparece solitario mi escritorio en medio de la enorme nave que era la redacción, vacío, desocupado, y ha desaparecido mi máquina de escribir Olivetti color beige.

Despierto, angustiado; volteo la vista hacia el mueble donde está mi vieja máquina de escribir; tranquilizado, cierro nuevamente los ojos e imploro por otra pequeña muerte temporal, esto es, una o dos horas extras de sueño.

Cuando me encuentro frente a esa máquina Olivetti color beige, pegándole a las teclas, estoy seguro de que el escribir -como el leer-

me permite gozar del único derecho que le queda al ser humano en estos tiempos: la lucidez.

Muy buen recuerdo. La nuestra Olivetti, es color verde. Y no se fuma. craveloygalindo@gmail.com

¿LA FIESTA BRAVA?

Hubo manoletinas y una largada por lo alto llamada cordobesa; además de capotazos, galleos y una chicuelina que hizo exclamar al público “bravo por el Hermoso” (que así gustaba le dijera la familia) Ole…ooole…ooole gritaba el respetable hasta desgañitarse.

Golda Meir

El semoviente perdió su capacidad de ataque por lo que Venancio tomó de la cocina un cuchillo filetero y en un desplante increíble hundió el fierro por la cerviz del Labrador hasta la empuñadura.

Sin embargo, fue dar estocada por cornada, pues el mataor recibió en salva sea la parte una última tarascada.

El respetable no se cansaba de gritar: torero…torero…torero. Cortó al perro las dos orejas, no así el rabo que ya le había sido extirpado por el veterinario cuando aún era un cachorro.

La Pilarica (esposa del estoqueador) las infantas (que atrás de los Pirineos, donde está Europa, se llaman princesas) y Audifaz, el chofer, lo llevaron en hombros por el improvisado ruedo rumbo al portón que es por el que salen los grandes de la fiesta brava.

Mientras, don Cucufato el portero sacaba el cadáver del podenco por la portilla trasera.

Adiós Firulaís, adiós. Fue una tarde de toros sin astas, cornamentas, pitones o cuernos. Sin traje de luces, pero con mucho salero. “

Sólo añadiríamos la calificación del experto José Antonio Aspiros Villagómez:

Patricia Schroeder

“Es una de las más estupendas crónicas que he leído u escuchado, y vaya que fui seguidor de Paco Malgesto y Pepe Alameda (su escritorio contiguo al mío en El Heraldo de México) y hasta de Carlos Septién García, cronista taurino con los sobrenombres de El Tío Carlos y El Quinto en la época que yo nací, y cuyo trabajo reunió en el libro Crónicas de toros que algún maestro nos sugirió leer para conocer su estilo en ese género, y que aún se consigue en Mercado Libre”.

Ambos, según un neófito de la fiesta de Cuchares, se merecen orejas, rabo y salida en hombros.

Así se dice.

PROFESIÓN DE LOS PERIODISTAS

Carlos Ravelo, afirma:

La lucha que hemos dado desde hace un cuarto de siglo por la profesionalización del periodista, es referida por el licenciado Teodoro Raúl Rentería Villa, con la que obtuvo su maestría..

Su tesis, es la historia de la “Evaluación en Línea para Obtener la Licenciatura en Periodismo por el Sistema de Reconocimientos de Saberes Adquiridos”.

Calificada por el Sínodo en examen profesional, público y abierto, le valió la titulación con Mención Honorífica de “Maestro en Docencia y Ambientes Virtuales”, por el Instituto Latinoamericano de esta ciudad capital.

Lyndon B Johnson

El ahora maestro Rentería Villa, que también es licenciado en derecho, plantea además la titulación en línea virtual con los más modernos métodos que aseguran su viabilidad.

Una nueva etapa en esta lucha gremial por la profesionalización del periodista.

Nosotros, como decanos de la primera generación, en noviembre de 2012, al recibir nuestro título, como 119 colegas más, públicamente rendimos homenaje al personaje iniciador hasta su consecución, el colega, amigo, hermano don Teodoro Rentería Arroyave.

Días, semanas, meses y años dedicó su vida, desde 1994 para lograrlo. Aún persiste.

El vástago explica en su tesis que el gremio organizado, empezó primero en el Club Primera Plana en 1994, cuando en el mundo se empezaba a discutir la viabilidad del ahora moderno método, titulación por medio de “Reconocimiento de Saberes Adquiridos”.

Ya en el 2012 con la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, calificada por la Secretaría de Educación Pública, SEP, como Institución Evaluadora, los comunicadores pudieron, añadimos, obtener Título y Cédula Profesional.

No olvidamos nosotros que la solicitud primaria la presentó su padre Teodoro en 1994 ante el que fuera secretario del ramo, licenciado en derecho y periodista, Fernando Solana Morales, quien en forma solidaría con sus colegas abrió dicha posibilidad.

Por cuestiones políticas, Solana Morales, renunció a dicho posición para obtener un escaño de liderazgo en el Senado de la República.

Lo sustituyó José Ángel Pescador Osuna quien hizo suyo el proyecto que fue abortado por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari.

Francisco Rubiales “Paco malgesto”

Ya en el poder Ernesto Zedillo Ponce de León, al final de su mandato y cuando era su secretario de Educación Pública Miguel Limón Rojas, por la presión internacional, se firmó el Acuerdo Secretarial 286 que legalizaba la titulación por Reconocimiento de Saberes Adquiridos, sin precisar licenciaturas.

Años más tarde, cuando el primer gobierno de la frustrada “renovación” del Poder Ejecutivo con Vicente Fox Quesada del Partido Acción Nacional, PAN, su secretario del ramo, Reyes Silvestre Tamez Guerra, expidió el Acuerdo 328, por medio del cual se precisaban las licenciaturas para dicha titulación.

En el documento, lo absurdo, se excluyó la licenciatura en Periodismo, no obstante que fue dicho gremio quien históricamente inició ese proceso.

A finales del siguientes sexenio, y cuando el secretario fue el doctor José Ángel Córdoba Villalobos, se abrió el proceso para los comunicadores.

Con periodistas reconocidos del Club Primera Plana y la Federación de Asociaciones de periodistas de la República Mexicana, FAPERMEX, como Instituciones valuadoras, 1078 comunicadores confiaron en el proceso y más del 97 por ciento se tituló y obtuvo su Cédula Profesional.

Muchos colegas ya obtuvieron su postgrado.

Los Rentería Arróyave y RenteríaVilla plantean además establecer la titulación en línea virtual con los más modernos métodos que aseguran su viabilidad.

Resumimos con orgullo que es una nueva etapa en esta lucha gremial por la profesionalización del periodista.

craveloygalindo@gmail.com