Con casi 25 años de edad, se extingue la esperanza de conservar la especie.
Agencias
La Dirección General de Zoológicos y Vida Silvestre de la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) del Gobierno de la Ciudad de México confirmó el fallecimiento de “Bantú”, el único gorila de tierras bajas occidentales del Zoológico de Chapultepec, antes de ser trasladado al Zoológico de Guadalajara, donde se reproduciría con dos hembras de ese lugar.
El organismo señaló que se habían llevado a cabo los preparativos de traslado de acuerdo con los protocolos médicos veterinarios internacionales establecidos por la Asignación de Zoológicos y Acuarios de Estados Unidos (AZA, por sus siglas en inglés).
El gorila fue atendido por 20 médicos y técnicos especializados de ambos zoológicos, sin embargo, se presentó una complicación cerca de las 21:30 horas en el Zoológico de Chapultepec, al sufrir un paro respiratorio cuando estaba sedado, lo que fue confirmado de manera preliminar por la necropsia, indicó la Dirección General de Zoológicos y Vida Silvestre de la Secretaría del Medio Ambiente.
Un diario que se edita en la capital del paìs publicó recientemente un especial de los 92 años de la apertura del Zoológico de Chapultepec, sin embargo no todo es celebración pues la mayoría de sus instalaciones se encuentran en severo deterioro.
IBA EN BUSCA DEL AMOR SÓLO ENCONTRO LA MUERTE
Bantú murió mientras se preparaba para viajar a darle una nueva oportunidad al amor. O al sexo. Veterinarios y especialistas del zoológico de la Ciudad de México querían que el gorila, el único macho en México de la especie de tierras bajas occidentales, se reprodujera pues llevaba ocho años en soledad sin pareja. El animal, de 220 kilos y más de 1.70 metros de estatura, murió la noche del miércoles mientras se preparaba su traslado a Guadalajara, donde esperaba preñar a alguna de las dos hembras que aguardaban en el zoológico de la capital jalisciense.
El Gobierno de la Ciudad de México indicó en un boletín que el gorila murió debido a una “complicación cardiaca”. Sin embargo, la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México (Sedema), encargada del zoológico que era hogar de Bantú, había confirmado a medios de comunicación que el primate se encontraba en perfecto estado de salud a pesar de sus casi 25 años de edad.
Bantú sufrió el paro cardiaco a las 21.30 de la noche del miércoles mientras estaba siendo preparado por una veintena de médicos y técnicos especializados para iniciar el trayecto, de poco menos de 500 kilómetros. “Los especialistas trataron de reanimarlo por más de 30 minutos”, señala la Sedema. Las causas precisas de su muerte, sin embargo, serán informadas una vez que se concluyan los estudios histopatológicos. Las autoridades insisten en que el traslado se preparó según las recomendaciones de la Asociación de Zoológicos y Acuarios de Estados Unidos.
EXCESO DE ANESTESIA SERÍA CAUSA DEL DECESO
Arturo Rivera, director de Zoológicos de la Ciudad de México informó que Bantú fue sometido a anestesia para conseguir introducirlo a una jaula para viajar a Guadalajara. Una vez que el gorila estuvo dentro de un vehículo despertó somnoliento y minutos más tarde sufrió un paro cardíaco. «El ejemplar fue anestesiado para meterlo en la jaula y ese procedimiento se hizo bien e incluso se revirtió, pero cuando Bantú quiere despertarse ocurre el paro». La muerte del primate ocurrió momentos antes de que el vehículo que lo iba a trasladar al aeropuerto saliera del Zoológico de Chapultepec.
NACIÒ EN CAUTIVERIO; PADRES EXTRANJEROS
Bantú nació en cautiverio el 20 de septiembre de 1991. Sus padres eran extranjeros, pues llegaron de los zoológicos de Cincinnati y Memphis, ambos en Estados Unidos. El carácter del primate era complicado y explosivo, según confío su cuidador Obed del Monte. El etólogo, que iba a acompañar al animal en su viaje, recuerda en el periódico que su amigo lo recibía en ocasiones aventándole excremento o ramas.
Los zoológicos de Ciudad de México y de la capital de Jalisco habían acordado el traslado del gorila, una especie en peligro de extinción. Guadalajara se iba a hacer responsable del traslado y el cuidado de Bantú por un año con la esperanza de que, como dijeron las autoridades, “formara una familia con las dos hembras”. Eso ya no será posible. Quedan en México tres ejemplares hembra de la especie. «Esto reduce las posibilidades de reproducción de la especie en cautividad en México», reconoció finalmente Rivera.
