José Antonio Chávez
Pues con la novedad que la ex secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero llegó al Senado no como triunfadora sino todo lo contrario.
Mucho menos la mandaron a dividir la bancada ni a querer bajarle el liderazgo a Ricardo Monreal, simplemente se regresó porque el Presidente Andrés Manuel López Obrador ya no hallaba qué hacer con ella.
En Palacio Nacional se abrió el diálogo del Presidente con Monreal, ahora no se sabe si hubo chilaquiles o solo fue de pisa y corre.
Fue el favor que le pidió el que manda ahí a Monreal para que Olga Sánchez se regresara a su escaño y obviamente la apapachara con la presidencia, esa fue la petición.
Ricardo Monreal con su vagancia política sabe que el Presidente manda y sabe que es un favor presidencial el que le están encomendando, difícilmente se puede rechazar.
Un día antes no le había ido nada bien a la entonces secretaria de Gobernación pues Germán Martínez le atizó que los senadores no son sus empleados cuando quiso imponer que como fuera se aprobara un extraordinario para la Revocación de mandato.
German fue muy frio en sus respuestas pues le hizo saber que con quien se tiene que hablar es con los senadores del bloque opositor que son los que pueden aprobarlo.
Y tiene toda la razón, Morena no tiene la mayoría se necesita de los votos opositores, ahí hay que tejer extremadamente fino para que aflojen y como están en pleito con el Presidente difícilmente cederán.
Desde muy temprana hora desde la secretaría de Gobernación se filtró que el Presidente mandó a Olga Sánchez al Senado para disminuir la fuerza de Monreal que incluso podrían removerlo de la coordinación.
Es la misma historia cuando llegó Gabriel García quien fuera el responsable de los superdelegados y de los Siervos de la Nación. Que lo mandaban para aniquilar a Monreal y nada. Salió del gabinete porque perdió la Ciudad de México con el PAN, PRI y PRD 9 de las 16 Alcaldías, un severo golpe para Claudia Sheinbaum.
Ahora vamos a ver qué hace Monreal con las cuatro fantásticas Ana Lilia Rivera, Imelda Castro, Bertha Caraveo y Marybel Villegas que esperaban una elección para la presidencia del Senado y prácticamente se quedaron vestidas y muy pero muy alborotadas. Que van a decir en sus estados donde estaban muy al pendiente de las votaciones.
Ellas no perdieron, simplemente ahora son víctimas del juego sucio de las grandes ligas. Las mentadas de madre tal vez sea lo de menos.
CONFIA CHAZARO ALTURA
DE MIRAS EN LA NUEVA CÁMARA
Los acuerdos que lograron en primera mano los coordinadores de Morena como mayoría con Ignacio Mier y el bloque opositor de Va por México con Jorge Romero del PAN, Rubén Moreira del PRI y Luis A. Espinoza Cházaro del PRD pavimentaron el camino para la instalación de la nueva Cámara de Diputados este domingo.
El acuerdo fue muy sencillo: respetar los reglamentos para la instalación sin el mínimo conflicto entre los opositores y la bancada de mayoría.
Para Luis Espinoza Cházaro esta apertura del mandamás de los morenos permitirá alcanzar acuerdos de respeto de la legalidad que está establecido en San Lázaro, es decir lo que le toque a cada fracción de acuerdo con su número de diputados.
En consecuencia podemos adelantar que la Presidencia de la Cámara de Diputados el primer año le toca a Morena y la Junta de Coordinación Política a Va por México, un mecanismo que se rotará en el segundo y tercer año, es decir Morena (198), PAN (114) y PRI (70), en ese orden.
El coordinador de los diputados perredistas, Luis Cházaro confía en alcanzar con esta madurez política una Cámara de Diputados de altura aunque si bien habrá diferencias y discrepancias, que el debate se logre con altura de miras para beneficio sobre todo de la ciudadanía. Hacer leyes y reformas para el país y no para los partidos.
Mier amenazó incluso hacer una “megabancada” para alcanzar la mayoría absoluta de 250 más uno pero de entrada el Verde y el PT tendrían que desaparecer de San Lázaro como partidos y decretar adherirse, todos sus integrantes a Morena ese era el costo. No era de dinero sino de imagen.
Ignacio Mier por eso le dio reversa hacer la “megabancada” aunque le puedo adelantar que lo único que ganaría sería la Junta de Coordinación Política los tres años porque la Presidencia de la Mesa Directiva por ley le corresponde un año a las tres principales fracciones parlamentarias.
Presidir la Mesa Directiva requiere de la aprobación de las dos terceras partes y Morena ni con sus rémoras le alcanzaba por eso se necesitaba de los votos opositores. No le alcanzaba y punto.