José Antonio Chávez
El Presidente López Obrador no se dará por vencido ante los negativos a sus reformas y las resoluciones marcadas en la Corte y el Congreso de la Unión, primero por no aprobar la Guardia Nacional y la última no permitir que la misma pase su administración a la Sedena.
El Primer Mandatario adelantó que no todo está perdido por decisión de los ministros que calificó haber actuado de manera política y no jurídica.
Fueron ocho de los once ministros que le rechazaron que pase a la Sedena para
administrar la Guardia Nacional.
Obviamente el Presidente no desaprovechó para arremeter, una y otra vez contra lo ministros que los obnubila su conservadurismo y la politiquería, que no les importa, incluso la seguridad del pueblo, la protección a la gente y usan de pretexto el tecnicismo con argumentos legaloides,
pero con falsedades para resolver políticamente.
Sin embargo, en una nueva amenaza, dijo que espera la siguiente legislatura, que entra el 1 de septiembre del 2023 para volver a mandar la misma reforma y que está seguro se aprobará.
Confía que en septiembre de inmediato, a dos meses antes de salir de su administración el 30 de noviembre del 2024, pueda mandar esas iniciativas que hoy, por la falta de votos, le cerraron los opositores.
Esas reformas por ser de corte constitucional requieren los dos tercios del Congreso, en la Cámara de Diputados 334 de los 500 que la integran y, posterior en el Senado de la República, 86 de los 128 senadores.
Hoy el Presidente con sus aliados no le alcanza, por ejemplo en diputados Morena tiene 198, el Verde 43 y PT 37, para un total de 278 legisladores, por más que lo estiren no les da. Igual pasa en el Senado.
López Obrador cree poder repetir las votaciones del 2018 donde alcanzó 30 millones de votos con una mayoría absoluta de los dos tercios en la Cámara de Diputados.
En la Cámara de Diputados que coordina Ignacio Mier, llegaron con la mayoría, pero en el Senado le dejaron la tarea más difícil al líder de los senadores, Ricardo Monreal que tiene que remar contra corriente, por la falta de votos para la mayoría calificada, para buscar acuerdos con sus pares opositores.
Sin embargo, hoy saben los morenos que han perdido terreno con el bloque opositor del PRI, PAN y PRD que les arrebataron en el 2021, unos 50 diputados y le quitaron esa mayoría calificada que les permitía aprobar lo que les viniera en gana. Hoy son otros tiempos y otros escenarios.
De acuerdo con las últimas encuestas, la elección del 2024 será de las más concurridas, los números son apretados y, aunque hay ventaja para Morena por la marca AMLO, la realidad es que está parejo en una lucha que será, no de candidatos o de personas, sino de marcas, los que están a favor del López Obrador y los que están en contra, así de fácil.
Los líderes de los partidos de la oposición, por el PRI, Alejandro Moreno Alito, del PAN, Marko Cortés y del PRD, Jesús Zambrano, están convencidos que su apuesta es arrebatar el Congreso al Presidente. La prueba más reciente son los resultados que lograron en las elecciones intermedias del 2021, donde recuperaron terreno y esa estrategia de ir en conjunto como aliados es la apuesta para quitarles también la Presidencia de México. El pleito está entrando a penas en su primera fase sin conocer quiénes serán los candidatos.
ALITO CON SUS BANCADAS
APOYAN A ALE Y MANOLO
La reunión del jueves entre el CEN priista con los
senadores encabezados por su nuevo coordinador, Manuel Añorve en la Cámara Alta, mandó un mensaje más que claro: que los legisladores cerraron filas con la dirigencia del partido que frenó por cuatro años el saliente Miguel Ángel Osorio Chong y que serán ellos, los senadores y diputados de Rubén Moreira parte importante para impulsar las candidaturas de los aspirantes a la Presidencia de México.
Anote la lista de los presidenciables priistas, a la cabeza en las preferencias se ubica al ex gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, le sigue Beatriz Paredes, Enrique de la Madrid y en última posición Ildefonso Guajardo.
La idea es que ese encuentro en el Senado con su bancada tricolor, es para que los priistas se sumen, como los diputados de ese partido a apoyar, con todo, a sus candidatos junto con el PAN y el PRD en Estado de México y Coahuila. Las elecciones terminan a finales de mayo por ello el llamado de su líder a recorrer los distritos de sus entidades, tanto las que representan como el resto para promover las propuestas de Alejandra del Moral y Manolo Jiménez.