Algunos proverbios


Reportajes Metropolitanos

Repetiremos algunos proverbios, pero con humor y pequeños arreglos. Y suprimimos otros. Por recato. Eran los mejores.

Envejecer es el único medio de vivir mucho tiempo.

*»Si María concibió sin pecar ¿Por qué yo no puedo pecar sin concebir? La edad madura es aquella en la cual se es todavía joven, pero con mucho más esfuerzo.

«Después de hacer el amor, da las gracias… por educación sexual»

De mis disparates de juventud, lo que me da más pena, no es el haberlos cometido, sino el no poder volver a cometerlos.

Envejecer es pasar de la pasión a la compasión.

Muchas personas no cumplen los ochenta porque intentan durante demasiado tiempo quedarse en los cuarenta.

El amor es como la enfermedad: siempre termina en la cama».

El que no es bello a los veinte, ni fuerte a los treinta, ni rico a los cuarenta, ni sabio a los cincuenta, nunca será ni bello, ni fuerte, ni rico, ni sabio.

La rama femenina va siempre detrás del tronco

A los veinte años reina la voluntad, a los treinta el espíritu, a los cuarenta el juicio. Después ya no sabes qué.

Substancia nueva contra el SIDA: “Nitrato Demeterlo.»

Es verdad que cuando se pasa de los sesenta son muy pocas las cosas que nos parecen disparates.

“Vagina llena ¡ con razón contenta !»

La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con la que jugaba cuando era niño.

Mi tía toca el violín y mi tío, la viola

Nada va más deprisa que los años.

“No importa el tamaño de la pieza… sino el tiempo que esté tiesa»

Cuando era joven decía: “ ya verás cuando tenga cincuenta años” Tengo cincuenta años y no he visto nada.

En los ojos del joven arde la llama, en los ojos del viejo brilla la luz. Pero enciende una vela para dormir.

Cuando una dama dice: ¡no!, quiere decir quizás; cuando dice ¡quizás!, quiere decir sí; y si dice sí, ¡no es una dama!»

La iniciativa de la juventud vale tanto como la experiencia de los viejos. Pero éstos las aprovechan.

Siempre hay un niño en todos los hombres. Y tres tipos de Mujeres: las lindas , las inteligentes y la mayoría.»

RAVELO  CUMPLIR AÑOS

El sexo sin boda es tan bueno como el whisky sin soda

A cada edad le cae bien una conducta diferente.

Feliz el que fue joven en su juventud y feliz el que fue sabio en su vejez.

Los jóvenes van en grupo, los adultos en parejas, y los viejos van solos.

Todos deseamos llegar a viejos y todos negamos haber llegado

Esto de los años no lo entendemos, porque aún cuando es bueno cumplirlos. Lo mejor es no tenerlos. Todos deseamos llegar a viejos y todos negamos haber llegado.

ravelo  envejecer para vivir...

SE LOS PLATICO

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

Si, mejor se los platico. Cambiamos el tema de los narcóticos con el de poesía.

Es el poema de la fallecida escritora Erma Bombeck, humorista norteamericana que ganó popularidad gracias a sus columnas en diarios como el Dayton Journal Herald o el Dayton Shopping News.

Describía  día a día, de la vida en los suburbios, desde mediados de los años 70 hasta finales de los años 90.

Erma escribió esta pieza luego de enterarse que padecía un cáncer terminal. La transcribimos, mejor que platicarla.

“Si tuviera mi vida para vivirla de nuevo…Me habría ido a la cama cuando estaba enferma en vez de pretender que la tierra se pararía si yo no estuviera en ella al día siguiente.

Hubiera encendido la vela rosada en forma de rosa antes de que se derritiera guardada en el armario.

Habría invitado a mis amigos a cenar sin importar que la alfombra estuviese manchada y el sofá descolorido.

Habría comido las palomitas de maíz en el «salón de las visitas» y me habría preocupado menos de la suciedad cuando alguien quisiese prender el fuego en la chimenea.

Me habría dado el tiempo para escuchar a mi abuelo divagando sobre su juventud.

Habría compartido más de las responsabilidades que llevaba mi marido.

Nunca habría insistido en llevar cerradas las ventanas del carro en un día de verano porque me acababa de peinar y no quería que mi pelo se desarreglara.

Me habría sentado en el prado sin importar las manchas de la hierba.

Habría llorado y reído menos viendo televisión y más mientras vivía la vida.

Nunca habría comprado algo debido a que era práctico, no se ensuciaba o estaba garantizado para durar toda la vida.

En lugar de evitar los nueve meses de embarazo, habría atesorado cada momento y comprendido que la maravilla que crecía dentro de mí, era mi única oportunidad en la vida de asistir a Dios en un milagro.

Cuando mis hijos me besasen impetuosamente, nunca habría dicho «más tarde, ahora ve y lávate para la cena», habrían habido más «te quiero» y más «lo siento».

Pero sobre todo, quiero darle otra oportunidad a la vida, quiero aprovechar cada minuto. Mirar las cosas y realmente verlas… vivirlas y nunca volver atrás.

No te preocupes sobre a quién no le agradas, quien tiene más o quién hace qué. En lugar de eso, atesoremos las relaciones que tenemos con aquellos que de verdad nos quieren”

A nosotros nos encantó.

craveloygalindo@gmail.com

RAVEÑP    Erma Bombeck