Alejandro Avilés, el gran simulador de Oaxaca


Alejandro Moguel

 Se le cayó el negocio a Alejandro Avilés, el secretario general de Gobierno en Oaxaca.

Con una supuesta investidura de gran negociador, crea los mismos infiernitos que padecen a diario los oaxaqueños para que después realice el mismo los arreglos y se erija como el hombre eficiente.

La figura de administradores en Oaxaca no es nuevo, ni tampoco el negocio que le representa ingresos a Avilés, como lo hizo cuando estuvo en el Congreso de Oaxaca, la misma estructura que se llevó a la Secretaría General con una adecuación a modo para que siguiera disponiendo.

Ya lo hizo más atrás, cuando fue coordinador de delegaciones de Gobierno con Ulises Ruiz. A su oficina de Jalatlaco llegaban a entregarle la comisión en efectivo y algún obsequio caro, casi siempre botellas con alcohol, pues es también un beodo consumado.

No se quedó quieto.

En la conferencia de prensa, donde el gobernador Alejandro Murat, anunció que habrá elecciones, como debiera ser si se apegan a la ley, en un máximo de 30 días, al secretario General se le veía nervioso, frotándose las manos y a veces, con la mirada hacia abajo, puesta en la mesa.

El doble discurso no tardó en  mostrarse.

El zafarrancho ocurrido en San Raymundo Jalpan es apenas un ejemplo de cómo mueve a los grupos, pues uno de sus protegidos es quien usurpa la presidencia municipal con su apoyo.

En Jalpan no habrá elecciones, pero es uno de los negocios rescatables aún con el austero presupuesto de este municipio.

Hay necesidad de todo esto para que siga engrosando su cuenta bancaria el señor Avilés. Claro que no, pero para obtener el dinero y el poder todo se vale, pareciera la consigna del súper secretario.

Lo mismo paga camiones para trasladar a la gente para bloquear calles que mueve porros para tomar camiones y cerrar el paso de peatones y vehículos. Es el principal responsable del caos y no parecen darse cuenta de qué monstruo crearon al cederle una secretaría en la que dispone de todo y de todos.

Los traspiés en el manejo de la política interna han dejado ya una decena de heridos, daños materiales y la división en las comunidades, con inconformidades que se incentivan desde la secretaría general de Gobierno.

Es una pena que Oaxaca siga teniendo entre dos y tres bloqueos diarios, según el recuento de la Policía Vial, y que en un 70 por ciento estos conflictos deriven de desavenencias electorales.

Todo esto contrasta con el Oaxaca productivo que es uno de los ejes del actual gobierno. Por cada bloqueo que ocurre en la ciudad de Oaxaca se generan pérdidas y es un pesar para quienes lo padecen.

Ya veremos qué pasa en los próximos 30 días. Con seguridad serán otros días de mayor alteración, porque no le conviene que haya elecciones, salvo que una mano firme pueda ponerle un alto a sus ambiciones.

El primer paso ya se dio. Para la mayoría se entendió como un deslinde del gobernador Murat Hinojosa en el manejo irregular que ha llevado su secretario general en los tres primeros meses, ha hecho añicos la gobernabilidad.

MOGUEL ENFRENTAMIENTO EN SAN RAYMUNDO JALPAN

Difícilmente se entiende un Oaxaca tranquilo con imágenes de llantas quemadas frente al Palacio de Gobierno, o con encapuchados armados en las calles de la ciudad, violentos y hasta con el influjo de alguna droga.

El conflicto es rentable para unos cuantos, pero no para la sociedad, que espera ya un cambio palpable y urgente.

Si han fallado en atender las demandas de tipo económico y las empresas están al borde de la quiebra, la inestabilidad da al traste con los pocos esfuerzos que se hace.

Pero tal parece que al secretario general le interesa más sus negocios que cumplir con los compromisos que hizo el gobernador con la gente que votó por él y arma borlotes para que se rescate lo poco que pueda.

Avilés, es la efigie de la simulación.

moguel vandalismo prefabricado en la ciudad de oaxaca