Agustín Lara a cinco décadas de su partida


Agustín Lara
  • Mujeres fueron su fuente principal de inspiración.
  • Artistas de nuevas generaciones siguen grabándole.
  • Estuvo casado con la estrella de cine María Félix.
  • Escribió canciones a ciudades españolas, sin conocerlas.
  • Madrid le erigió una estatua en el Barrio de Lavapiés.

 

De la Redacción

El piano, su eterno acompañante

El pasado 6 de noviembre se cumplieron 50 años de la partida física de Agustín Lara.  Y es que en la fecha señalada, pero de 1970, a las 5:40 de la tarde falleció el músico-poeta en la habitación 347 del Hospital Inglés. Sus restos fueron velados en el Palacio de Bellas Artes y enseguida, por decreto presidencial, fueron depositados en la rotonda de las  personas  ilustres. 50 años después, la música de quien fuera marido de la diva María Félix y obsesión de muchísimas mujeres sigue resonando en todo el mundo.

LUGAR Y FECHA REAL

DE SU NACIMIENTO

Ángel Agustín, María Carlos Fausto Mariano Alfonso del Sagrado Corazón de Jesús Lara y Aguirre del Pino, conocido como Agustín Lara nació en Tlacotalpan, Veracruz. Fue un compositor e intérprete mexicano de canciones y boleros.

Toña La Negra junto al músico poeta

Decía el músico-poeta que había nacido en la población de Tlacotalpan, Veracruz, el 14 de octubre de 1900, pero por circunstancias fortuitas, cuando se encontraba agonizando en el Hospital Inglés, una señora que visitaba a un sobrino hospitalizado en el mismo piso y que se identificó como Esther Rivas Elorriaga, dijo haber sido la primera esposa de Agustín, situación que logró demostrar con documentos y así salió a la luz pública su primer matrimonio y el sitio y la fecha exacta de su nacimiento: la ciudad de México, el 30 de octubre de 1897. No deja de ser un misterio, el por qué siempre quiso aparecer como nacido en aquel lugar. Seguramente porque allí pasó algunos años de su infancia.

Se le reconoce como uno de los más populares de su época y género. También conocido con los apelativos de El Músico Poeta y El Flaco de Oro, su obra fue ampliamente apreciada no sólo en México, sino también en Centroamérica, Sudamérica, el Caribe y España. Luego de su muerte, se le ha reconocido también en Estados Unidos, Italia y Japón.

CABARETS, MUJERES Y

HERIDA EN EL ROSTRO

Tuvo una vida novelesca, de aventuras sentimentales que inspiraron muchas de sus románticas canciones. La leyenda sobre el gran compositor comienza en su adolescencia, cuando se ganaba la vida tocando el piano en varios prostíbulos. No disponía de estudios musicales específicos, salvo los que le proporcionó una tía suya con la que pasó su niñez, lejos de sus padres. Y en aquellos lupanares fue donde conocería a mujeres descarriadas que le devolvían el cariño que él les profesaba. Se enamoró, cómo no, de varias a la vez y una de ellas, presa de los celos, le cruzó un día la cara con un objeto cortante: una navaja, o una botella rota. El maestro llevó aquella tremenda cicatriz (que partiendo de las comisuras del labio, en el lado izquierdo de su rostro, le llegaba casi hasta la oreja), con cierta altivez, o mejor, orgullo. Como una herida de guerra. Como los toreros cuando sufren una cornada de las llamadas de espejo. Al fin y al cabo, con esta comparación no hacemos sino constatar que los cuernos habían tenido la culpa.

CANCIONES, MUJERES Y

APUROS ECONÓMICOS

Elsa Aguirre y el Flaco de Oro

Fue a finales de los años 20 del pasado siglo cuando Agustín Lara comenzó a gozar de sus primeros éxitos, llevados a la radio y a los discos, uno de ellos «Rosa», dedicado a su madre. Vivía casado con la que todo el mundo creía era su primera mujer, Angelina Bruscheta, cuando en realidad ya estaba divorciado desde 1920 de Esther Rivas Elorriaga. Aquel segundo matrimonio pasó por constantes privaciones económicas. Una noche de Navidad él compuso uno de sus mejores boleros, «Mujer» y al día siguiente llegaban a su casa los empleados de una casa de pianos para llevarse el que tenía alquilado por no pagar las mensualidades, en el que había creado tan magnífica pieza.

SU PROGRAMA “LA HORA

ÍNTIMA DE AGUSTÍN LARA

En 1930 mantenía un programa radiofónico de gran audiencia, ‘La hora íntima de Agustín Lara’, donde estrenaba sus composiciones. Sus conquistas eran constantes, así que dejó a Angelina por una actriz colombiana, Carmen Zozaya. A los cuatro años se unió a María Félix, la estrella más popular del cine azteca, a quien dedicó otra de sus grandes composiciones, «María Bonita», que dio a conocer el extraordinario tenor Pedro Vargas: «Amores habrás tenido / muchos amores, María Bonita / María del alma /. Pero ninguno tan bueno ni tan honrado / como el que hiciste que en mí brotara…». Era imposible que Lara le fuera fiel. Ni a ella ni a ninguna otra.

LE ESCRIBIÓ Y CANTO A

ESPAÑA SIN CONOCERLA

Y a partir de entonces se sucederían más aventuras y más matrimonios, lo que le seguía siendo fuente de inspiración creadora para sus hermosos boleros, aunque también compondría pasodobles y chotis como «Madrid». Resulta curioso que ni esa pieza, ni «Granada» ni otras canciones de su «Suite Española» estuvieran relacionadas con viajes a España. Las creó desde la distancia, en México, apoyándose en lecturas, imaginando esas y otras capitales. «Canto a España sin saber cómo es, igual que a muchas mujeres». Más delante de estrenarlas sí que visitó la península ibérica: en 1954 y en 1964. En Madrid le dedicaron una estatua en el barrio de Lavapiés, en las merindades del Rastro, donde antaño se alzara una castiza corrala.

Con Rocío Durán, su última esposa. (1942)

«Granada», ya citada, fue sin duda la canción más universal de las seiscientas y pico que compuso, emocionándose profundamente cuando la escuchó por vez primera en la fabulosa voz de Mario Lanza.

Por su admirable y extraordinaria labor musical, recibió en vida múltiples homenajes y distinciones. A finales de 1965 estuvo en España, invitado por el Generalísimo Francisco Franco, que le obsequió una hermosa casa en Granada, como homenaje de gratitud por las canciones tan bellas que creó a diferentes ciudades españolas: “Granada”, “Sevilla”, “Murcia”, “Toledo”, “Madrid”…

BOLEROS INMORTALES; LUZ

CASAL Y TACONES LEJANOS

 

Luz Casal

Luego están sus boleros inmortales: «Solamente una vez», que creó al enterarse que su viejo amigo, el tenor y galán cinematográfico José Mojica se retiró del mundanal ruido para vestir los hábitos de fraile; «Veracruz», que le estrenó la gran Toña la Negra, una de las mejores boleristas aunque en España fue prácticamente desconocida; «Farolito», «Pecadora», «Enamorada», «Piensa en mí»… Es curioso que este último tema citado alcanzó entre nosotros una gran difusión, ya fallecido al maestro, muchos años después, en la voz de Luz Casal, incluido en la banda sonora de la película de 1991 «Tacones lejanos». Era Agustín Lara uno de esos embajadores volantes, sin serlo oficialmente, que más hizo por México en España. Sabemos que durante la postguerra, muchos exiliados le echaron en cara al compositor que dedicara canciones a España; incluso trataron de que no visitara la Madre Patria. Eran aquellos republicanos que se reunían en algunos de los cafés que frecuentaba Lara, increpándole sin motivos. Agustín nunca les hizo caso y siempre proclamó su amor a España. En su segunda y última visita a Madrid en 1964 fue recibido por Franco. Pero, antes de la audiencia en el Palacio de El Pardo, amigos del maestro lograron convencerle de que regularizara su situación sentimental con su última amante, la joven Rocío Durán Ramírez. Los casó un compatriota suyo el 28 de junio de ese año en la madrileña iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe. Se supone que sus anteriores matrimonios habían sido de naturaleza civil. «Quiero ponerme a bien con Dios», comentó con los informadores asistentes a la boda.

RETORNO A MÉXICO,

ABANDONO Y OLVIDO

Su compadre Pedro Vargas

De regreso a México continuó su vida bohemia, sin controlar nunca sus numerosos gastos. A las puertas de los setenta años estaba arruinado y su mujer parece que se cansó de sus francachelas diarias y lo abandonó. «Se lo ha llevado todo, me ha dejado sin nada», confió Lara a un amigo. Le escribió una carta a doña Cristina Camino, hermana del poeta León Felipe: «Voy quedándome solo. He dado mucho y he recibido muy poco. Me pagan con ingratitud. La gente me ha olvidado…» Su salud era muy delicada: padecía un enfisema pulmonar. Estando en casa con un amigo tomándose una copa de su coñac favorito se cayó al suelo desde el taburete que ocupaba. Pocos días después moría en el Hospital Inglés de la Ciudad de México. Como una pirueta del destino, casualmente, en otra habitación del mismo centro, estaba ingresada su primera esposa, que ignoraba la triste noticia. Fue entonces cuando se supo qué edad tenía realmente el músico y dónde nació, datos que había manipulado a menudo. Vino al mundo en México D.F. en 1897, luego contaba setenta y tres años. Muchas de sus románticas canciones siguen tocándose y son grabadas por artistas de las nuevas generaciones, su obra es intemporal.

SU PASO POR EL

SÉPTIMO ARTE

El músico y su esposa María Félix

Su intervención en el cine. Su figura desgarbada no fue impedimento para que actuara en el cine en varias películas. Entre ellas Novillero, (1936) en donde hizo el debut al lado de Lorenzo Garza y Luz M. Bautista; Perdida en 1949, Coqueta, en el mismo año y en 1950 La mujer que yo amé, y Mujeres en mi vida fue otra película en la que también intervino como actor.

PLEYADE DE

INTÉRPRETES

Entre sus intérpretes principales se cuentan Pedro Vargas, quien era su compadre, Toña la Negra, Pedro Infante, Juan Arvizu, Néstor Mesta Chayres, Javier Solís, Alejandro Algara, Hugo Avendaño, Plácido Domingo, Julio Iglesias, Manuel Mijares, Vicente Fernández, Pérez Prado entre otros artistas más.

FESTEJOS EN ANIVERSARIO

LUCTUOSO NÚMERO 70

El bolerista número uno de México, Rodrigo de la Cadena, ofreció un concierto en línea en honor a Agustín Lara los pasados7 y 8 de noviembre desde el Teatro de la Ciudad de México.