Ruiz Healy Times : Estrategia de seguridad, atacar causas profundas


Omar García Harfuch
  • Alentadoras promesas; difícil su ejecución.
  • Falta información sobre programas sociales.
  • Asume Clara Brugada gobierno de la CDMX.
  • Promete grandes beneficios, no explica cómo.
  • ¿Está México preparado para asumir nearshoring?
  • 42% de jóvenes no ha terminado la preparatoria.

Eduardo Ruíz-Healy

Clara Brugada Jefa de gobierno de CDMX

El secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, presentó ayer la Estrategia Nacional de Seguridad (ENS) que seguirá el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, la cual se basa en cuatro ejes: Atención a las causas, consolidación de la Guardia Nacional (GN), fortalecimiento de inteligencia e investigación y coordinación absoluta en el gabinete de seguridad con los estados.

La ENS abarca desde atacar las causas profundas de la violencia hasta consolidar la GN y fortalecer las tareas de inteligencia. Un enfoque ambicioso, pero al igual que muchas estrategias anteriores, se enfrenta a la difícil realidad de su ejecución.

Atender las causas estructurales de la violencia es un buen punto de partida. La pobreza, la marginación y la falta de oportunidades han permitido el auge del crimen organizado. Sin embargo, gobiernos anteriores también prometieron lo mismo y los resultados fueron marginales. ¿Qué garantiza que esta vez será diferente? Falta que se expliquen los detalles sobre la implementación de programas sociales, y sin los recursos necesarios y una ejecución efectiva, este objetivo podría no lograrse.

La consolidación de la GN es otro eje central. La presidenta la concibe como clave para recuperar el control de territorios dominados por el crimen organizado. Hasta aquí, todo bien, pero no debe ignorarse el riesgo de militarización. La GN fue creada como una fuerza civil, pero sus raíces militares son evidentes. Consolidarla sin caer en abusos es un gran reto. El país ya ha vivido las consecuencias de militarizar la seguridad pública: violaciones de derechos humanos y desconfianza ciudadana.

Guardia Nacional

El fortalecimiento de la inteligencia es quizá el aspecto más prometedor del plan. Busca mejorar el Sistema Nacional de Inteligencia y garantizar que la información procesada por el sistema para apoyar la toma de decisiones se integre a investigaciones judiciales, detenciones, y enjuiciamientos, lo que podría marcar la diferencia en la lucha contra el crimen organizado. Pero una vez más, el problema radica en la coordinación. La historia de las agencias de seguridad en México está llena de rivalidades. Para que esta parte de la estrategia funcione, se requiere una verdadera colaboración, algo que no se ha logrado hasta ahora.

El gobierno busca fomentar la denuncia y mejorar el diálogo con la sociedad. Sin embargo, esto depende de que los ciudadanos confíen en las instituciones. Después de años de corrupción e impunidad, esa confianza está en su punto más bajo. ¿Cómo espera que la gente denuncie cuando teme represalias o simplemente no confía en que se hará justicia?

Prioridad a rubro de inteligencia

A corto plazo, la consolidación de la GN y la mejora de la coordinación son metas alcanzables. A mediano plazo, es posible ver una reducción en los homicidios si se focalizan esfuerzos en las zonas más afectadas. Pero los grandes cambios, como la pacificación del país y la atención a las causas de la violencia, son objetivos de largo plazo y, lamentablemente, parecen estar fuera del alcance inmediato.

En resumen, la estrategia de la presidenta Sheinbaum es ambiciosa, pero enfrenta los mismos obstáculos que frenaron a otros planes. Ojalá que su gobierno, a diferencia de los anteriores, sea capaz de superarlos.

CLARA BRUGADA, ENTRE LA 

CONTINUIDAD Y EL FUTURO

Clara Brugada Molina ya es la jefa de gobierno de la Ciudad de México. Así, al ocupar el segundo puesto de elección más importante del país, se convierte automáticamente en la más fuerte aspirante a la candidatura presidencial morenista en 2030, como en su momento lo fueron, por el PRD, Cuauhtémoc Cárdenas en 2000, Manuel López Obrador en 2006, Marcelo Ebrard en 2012 y. por Morena, Claudia Sheinbaum en 2024.

Cablebus

En el discurso que pronunció el sábado pasado al asumir su cargo reafirmó su compromiso con la Cuarta Transformación (4T) y su visión para la CDMX. Se posicionó como heredera del legado de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum y la líder ideal para seguir construyendo este proyecto.

Uno de los aspectos más sobresalientes del discurso fue su perspectiva feminista. Abogó por una “revolución pacífica de las mujeres” que reconozca el trabajo no remunerado de quienes cuidan a menores de edad, adultos mayores o personas con discapacidades, y acabe con la desigualdad de género. Su propuesta refleja las demandas actuales por mayor equidad en la sociedad y muestra su compromiso con los derechos de las mujeres.

Otro de los puntos que merece atención fue su enfoque en la gestión sustentable del agua, un problema crítico para la ciudad. Propuso soluciones como la recarga de acuíferos y la reparación de fugas.

En el ámbito de la infraestructura y movilidad, presentó una visión moderna, con la construcción de nuevas líneas de Cablebús y Metrobús, así como la modernización del Metro. Sus propuestas buscan poner a la CDMX a la vanguardia del transporte sustentable, pero deberá convencer sobre la viabilidad de su ejecución.

En cuanto a política social, destacó la creación de un Sistema Público de Cuidados que incluirá centros de desarrollo infantil y casas de día para personas mayores. Este sistema sería una respuesta directa a las crecientes necesidades de los sectores más vulnerables.

Nearshoring para nuestro país

En este momento resulta difícil evaluar la viabilidad de sus planes sin más explicaciones sobre sus costos reales y las fuentes de financiamiento. Aunque sus propuestas son ambiciosas y atractivas, carecen de detalles esenciales que expliquen cómo se sostendrán económicamente y cómo se garantizará su administración efectiva a largo plazo.

Ahora bien, su retórica repetitiva sobre la 4T y reiterar constantemente el legado de AMLO y Claudia Sheinbaum puede ser utilizado por la oposición para acusarla de depender demasiado de sus predecesores sin aportar innovaciones propias.

Aunque aseguró que trabajará para mejorar la seguridad y combatir las desigualdades, no proporcionó detalles específicos sobre cómo lo logrará, algo que deberá hacer pronto.

En resumen, su discurso dejó claro su compromiso con la 4T, pero para consolidarse como una líder independiente y efectiva, deberá ir más allá del legado de AMLO y Claudia Sheinbaum. La CDMX enfrenta desafíos que requieren algo más que la repetición de viejos enfoques: se necesita innovación, claridad financiera y una ejecución eficaz. Solo así podrá Brugada demostrar que no solo es la heredera del proyecto político de la 4T, sino una líder capaz de construir sobre ese legado con soluciones tangibles y frescas que beneficien a los habitantes de la ciudad.

LIMITACIONES EDUCATIVAS LIMITAN 

EL NEARSHORING TECNOLÓGICO

El nearshoring o relocalización es un tema de moda. Se afirma que México está en una posición privilegiada para atraer empresas tecnológicas que buscan acercar sus operaciones a Estados Unidos. Es una narrativa atractiva: el país recibiría grandes inversiones extranjeras y su economía se beneficiaría. Sin embargo, antes de dejarse llevar por el entusiasmo, es crucial plantear una pregunta fundamental: ¿realmente está México preparado para recibir a estas empresas de alta tecnología?

Atender pobreza y desempleo en jóvenes

Lamentablemente, no lo está. Según datos recién difundidos por la OCDE, el 42% de los jóvenes mexicanos de entre 25 y 34 años no ha terminado la preparatoria, lo cual triplica el promedio de la OCDE del 14%. ¿Cómo puede México aspirar a un futuro competitivo cuando casi la mitad de sus jóvenes no está preparada para los retos laborales modernos?¿Cómo puede competir con países que están invirtiendo fuertemente en la formación de su fuerza laboral?

Además, está el problema de la falta de preparación en áreas clave como Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés), que son esenciales para la innovación. Aunque el 37% de los estudiantes en educación superior eligen carreras STEM, el verdadero desafío es la baja participación femenina: solo el 15% de las mujeres eligen estas áreas. Este desbalance limita el potencial del país para formar una fuerza laboral diversa y altamente capacitada, un requisito clave para las empresas tecnológicas. Sin un incremento en la participación femenina en STEM, México seguirá siendo poco atractivo para este tipo de inversiones.

El problema tampoco termina en la educación. A pesar de que las mujeres tienen mejores logros educativos que los hombres, su participación en el mercado laboral es considerablemente menor. Solo el 47% de las mujeres sin preparatoria están empleadas, comparado con el 91% de los hombres. Además, las brechas salariales persisten entre quienes tienen educación superior. Las empresas tecnológicas, que valoran la diversidad y la equidad, no encontrarán en México un entorno laboral que favorezca esos principios si no se toman medidas.

Aquí es donde entra el reto para el nuevo gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum. Aunque ha insistido en que invertirá en educación, ciencia y tecnología, no basta con una inversión general. Se necesitan políticas concretas que incentiven la participación en STEM, especialmente entre mujeres. Esto podría lograrse mediante becas y apoyos específicos, así como la modernización de la infraestructura educativa: más laboratorios, centros de investigación, y colaboración con la industria tecnológica para asegurar que los graduados tengan las habilidades que el mercado demanda.

Además, será crucial implementar políticas de inclusión para cerrar las brechas de género. Las campañas que promuevan carreras STEM entre jóvenes y políticas que fomenten un ambiente laboral más equitativo deben ser prioritarias.

Si no se actúa de manera rápida y decidida, todo el discurso sobre el nearshoring será solo una ilusión. El futuro de México depende de las decisiones que se tomen hoy. ¿Estará el nuevo gobierno del país a la altura del reto o dejaremos pasar otra oportunidad histórica? Solo el tiempo lo dirá.

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